El consejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte, Rachid Bussian, invita a las empresas suministradoras de áridos y a las constructoras a que en esta situación especial post pandemia, “arrimen el hombro”, para evitar el encarecimiento de la importación de áridos y aumente el coste de los proyectos en marcha, habida cuenta de que la administración apuesta por el fomento de la construcción como uno de los ejes para combatir la crisis económica. En rueda de prensa, el consejero confirmó que esta semana ha llegado a la ciudad un cargamento de áridos desde la península para permitir la reactivación de las obras que quedaron paralizadas en Melilla con la crisis sanitaria del coronavirus.
Explicó que con las fronteras con Marruecos cerradas que impiden la llegada de este tipo de materiales, “la importación de áridos, ya sea a través de Málaga o Almería, era una de las soluciones abordadas, porque entendemos que gran parte de los suministradores de la ciudad no tenían acopio suficiente”.
La importación de la península les permite conseguir nuevos stocks que suministrar a las obras en marcha, aunque reconoce que esto puede provocar, por el sobrecoste del transporte marítimo, “un encarecimiento de los proyectos” a ejecutar. No obstante, opina que esta situación “no es óbice para subir los precios o incluso pedir una modificación de los contratos adjudicados” que fueron licitados en unas condiciones, y señala que habrá que esperar unos meses para evaluar realmente el impacto de toda esta situación.
Bussian, que entiende que ese acopio “tiene que ser limitado porque la frontera puede abrir en los próximos meses”, también señala que esa importación no tiene por qué hacerse desde yacimientos peninsulares y que “los empresarios pueden ponerse en contacto con suministradores marroquíes para que esos productos lleguen desde Marruecos vía marítima”.
Construcción
El consejero, a la pregunta de cuál es la línea en la que trabaja su área para paliar los efectos de la crisis originada por el coronavirus en el sector de la construcción, recordó que, tal como adelantó la semana pasada tras la videoconferencia con el secretario de Estado de Vivienda, “el sector de la construcción será un eje fundamental en las futuras políticas de reconstrucción de la economía”.
No en vano, la pretensión es que la “inversión pública sea el motor de ese efecto tractor que mueve a otros sectores para contribuir a esa recuperación”. “Digo que la inversión en obra pública tiene que ser vital para la recuperación de la economía de la Ciudad, porque con una frontera cerrada, con un sector turístico en horas bajas y un sector hotelero y hostelero también mermado, entendemos que la construcción, con inversión pública, tiene que ser fundamental”, reiteró.
En este sentido, adelantó que se han mantenido reuniones de trabajo entre las consejerías de Medio Ambiente, Hacienda e Infraestructuras para buscar salidas e “intentar abaratar la importación de áridos, pero compete a los suministradores que no aprovechen la ocasión para duplicar los precios”.
Afirma que, a pesar de vivir en una economía de mercado, “esto no es óbice para aprovechar la situación, sino que hay que arrimar el hombro y ser consecuentes con la crisis, tanto suministradores como constructoras, y si la administración va a hacer un esfuerzo, creo que tiene que ser extrapolable a todos los sectores aledaños”, indicó.
Apertura de ayudas al alquiler para jóvenes
El consejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte, Rachid Bussian, en relación a la puesta en marcha del programa de ayudas al alquiler para jóvenes, anunció ayer que se ha puesto en contacto con los beneficiarios del programa del año anterior “ante una posible prórroga” de la ayuda e indicó que en uno días se abrirá el plazo para “potenciales beneficiarios”. También dijo que se ha enviado a fiscalización la ayuda extraordinaria de ayuda al alquiler dotada con un millón de euros y que en unos días abrirá el plazo de presentación de solicitudes.
En relación al programa de realojo humanitario para familias en situación de infravivienda, explicó que podrían beneficiarse de esta iniciativa entre 25 y 30 unidades familiares, y que en breve se firmarán los contratos para el realojo de las primeras cuatro familias “que viven una situación dramática y podrán disponer de una vivienda digna”.
