El PP calificó ayer como “desastroso” el primer año del Gobierno de Coalición por Melilla (CPM), PSOE y Ciudadanos (Cs) al frente de la Ciudad Autónoma de Melilla, que se cumplió el pasado lunes y que, a juicio de los populares, empezó con “la traición” de su presidente, Eduardo de Castro, a su formación política, Cs, y a sus electores.
En rueda de prensa, el secretario general del PP de Melilla, Miguel Marín, subrayó que el deseo de los electores de Cs no era que pactara con CPM y PSOE, como finalmente hizo “desoyendo a su partido”, que tenía un acuerdo a nivel nacional con el PP para que se abstuviera o votara a favor del candidato popular, Juan José Imbroda, el 15 de junio de 2019.
Eran, según Marín, unas “indicaciones concretas y precisas” de Cs a su líder territorial, pero a pesar de esa “exigencia”, De Castro “hizo lo que le vino en gana y se votó a sí mismo teniendo un solo diputado y el que menos respaldo tenía” en la Cámara regional, convirtiéndose en presidente con el respaldo de los 8 escaños de CPM y los 4 del PSOE, dando lugar al cambio tras 19 años de poder del PP.
Marín considera que el ejemplo de esa “traición” de De Castro se vio reflejado en las elecciones generales que se celebraron meses después, en las que Cs únicamente obtuvo en Melilla 800 votos, situándose como “un partido que prácticamente desaparece de la esfera política de la ciudad”.
Sin embargo, cree que si Cs a nivel nacional no ha desautorizado a De Castro es porque “es un partido que está a la baja” actualmente, habida cuenta que “un día toma unas decisiones y al siguiente las contrarias” y, aparte de esos “bandazos” y “falta de ideología clara”, “sus principales valedores se han marchado de él”.
Por ello, Marín cree que corresponde a Cs explicar “por qué mantiene a un afiliado, porque no lo han nombrado siquiera cargo orgánico del partido”, pese a haber hecho “caso omiso” al acuerdo entre ambas formaciones a nivel nacional.
“El PP dijo la verdad”
Marín también cree probado que, tras lo sucedido en este primer año de Gobierno, el PP “dijo la verdad” cuando durante la campaña de las elecciones municipales de 2019 advirtió de que cualquier voto que no fuera directamente a su candidatura “iría indirectamente a Aberchán y a CPM”, ya que afirma que así ha sucedido con los votos de Cs, del PSOE e incluso de Vox, que “vota junto al Gobierno en comisiones y plenos”.
Durante los últimos 12 meses, Marín dejó claro que “quien preside de facto y toma las decisiones importantes dentro del Gobierno sin ningún rubor es Aberchán y CPM”, y acusó al resto de partidos de haber “engañado a los melillenses” porque “si hubieran dicho antes de las elecciones que iban a pactar y formar gobierno juntos, no habrían llegado ni a 10 diputados”.
Marín cargó con dureza contra el papel de De Castro en este primer año de mandato, en el que recordó que “está siendo investigado” por la Justicia como un presunto delito de prevaricación administrativa por haber adoptado decisiones antes de que su nombramiento fuera publicado de forma oficial en el BOME y el BOE. Entre ellas, el cese de los consejeros y viceconsejeros del anterior Ejecutivo, a los que “impidió” acceder a sus despachos, al igual que al personal eventual, dijo Marín, convencido de que fueron decisiones “manifiestamente ilegales”, por lo que acusó a De Castro de “incumplir conscientemente” el Estatuto de Autonomía de Melilla, el Reglamento de la Asamblea y el Reglamento del Gobierno y la Administración.
“Degeneración democrática”
El número dos del PP de Melilla dejó claro que el actual Gobierno es el de la “degeneración democrática”, a pesar de que llegó al poder denominando una de sus consejerías como “regeneración democrática”, si bien “el título le duró un mes”.
Marín argumentó su teoría al señalar que este Gobierno no solo tiene un presidente “con el menor apoyo posible de los ciudadanos”, lo que supone “una patada al espíritu de la democracia”, sino que también carece de un programa, como cree que corresponde a un gobierno de coalición.
“En cualquier parte del mundo, cuando hay un gobierno de coalición, antes de formarlo se toman decisiones y se firma un acuerdo con base en un programa de gobierno. Pero aquí fue todo lo contrario: De Castro se erigió en presidente, se repartieron los cargos sin importarles qué debían hacer con Melilla y cuál debía ser el futuro de la ciudad, y después de un año, no existe ningún programa”, aseveró.
Además de eso, insistió en que este Gobierno no ha impulsado “ni un solo proyecto nuevo para la ciudad”, ya que todos los que ha ejecutado en los últimos 12 meses corresponden al anterior, liderado por el PP, de modo que al tripartito “no se le conoce nada positivo”, ya que está marcado por “las peleas y guerras internas” no solo entre sus socios, sino también con la Delegación del Gobierno.
Así, se refirió a los enfrentamientos que han tenido en este último año, como el Día de Melilla, cuando CPM “no asistió a los actos y criticó el acto organizado por el Gobierno”; y el “capítulo de los corderos”, en el cual “los consejeros de CPM se levantaron del Consejo de Gobierno y arremetieron contra él”.
También mencionó la prórroga del contrato de gestión del centro de menores, que CPM votó en contra, y que pudo salir adelante con los votos a favor del PSOE y PP para evitar “un perjuicio importante en la Ciudad”; y el “boicot” de CPM a una conferencia cultural organizada por una consejería del PSOE, algo “propio de cualquier estado que no sea democrático y de Derecho”.
“Oscurantismo”
A ello se une, según el PP, la “opacidad y el oscurantismo” que caracteriza al Gobierno de Melilla, ya que “se tiran meses sin dar información” a la oposición y, además, no publicó por primera vez la lista de beneficiarios de los planes de empleo, dejando sin posibilidad de defender sus intereses a los desempleados que no fueron seleccionados.
Asimismo, Marín acusó al Gobierno local de “perseguir a quienes no piensan como ellos”, algo que, según dijo, han sufrido “las organizaciones que no han rendido pleitesía a Aberchán y a CPM”, los medios de comunicación e incluso el exseleccionador nacional de baloncesto Javier Imbroda, cuyo nombre fue “eliminado” del pabellón “por el mero hecho de apellidarse Imbroda”.
“Este Gobierno no tiene un proyecto serio para la ciudad, mientras que el PP sí lo tiene”
Otra de las críticas del PP hacia el Gobierno es “la paralización de proyectos esenciales”, como la rehabilitación del edificio de Correos para uso universitario y la ampliación de titulaciones en el Campus, el impulso de billetes asequibles de transporte para facilitar la llegada de turistas y visitantes o la construcción de un nuevo pantalán de cruceros.
“Este Gobierno no tiene un proyecto serio para la ciudad, mientras que el PP sí lo tiene”, apostilló Marín al señalar el programa electoral con el que su formación se presentó a las elecciones del 26 de mayo de 2019, y propuestas que ha hecho a posteriori, como la batería de medidas y ayudas para empresas y familias en la crisis del coronavirus o la integración de Melilla en la Unión Aduanera.
Por ello, defendió que el PP “sí tiene un programa de Gobierno y un proyecto para Melilla”, que es el que quiere seguir ofreciendo a la ciudadanía, si bien en la actualidad la Ciudad Autónoma depende de “un Gobierno irresponsable e incompetente que ha traído a Melilla inestabilidad e incertidumbre”, que es “lo peor que le podía haber pasado a la ciudad”.
Miguel Marín responsabilizó de ello directamente al PSOE, segundo partido de mayor peso en el Gobierno, y concretamente a su secretaria general y vicepresidenta primera de la Ciudad Autónoma, Gloria Rojas, porque “son los que lo están permitiendo” dicho Ejecutivo dando el apoyo de sus cuatro diputados.
