El Gobierno de Melilla no tiene contemplado a día de hoy la suspensión de la Pascua del Sacrificio, al contrario que en la Ciudad Autónoma de Ceuta, cuyo Ejecutivo anunció hace unos días su cancelación por la pandemia. El consejero de Salud Pública de Melilla, Mohamed Mohamed Mohand, argumentó que el Aid El Kebir es una fiesta que se vive en el núcleo familiar y, por lo tanto, “no hay peligro de aglomeración”, que es lo que se pretende evitar en el periodo de “nueva normalidad” que se inició ayer.
“Me resultaría muy complejo, terriblemente difícil, tener que explicarle a la gente que la Pascua del Sacrificio no se puede llevar a cabo, pero el mismo día, 31 de julio, sí podría celebrarse una boda de 500 personas”, razonó el consejero, según el cual no existe “ningún argumento favorable para la prohibición” de dicha festividad.
“En Melilla va a hacer Pascua, como no puede ser de otra manera”, insistió Mohamed Mohand tras recordar, además, que queda más de un mes para su celebración, por lo que es necesario observar cómo se acontecen los hechos.
El rezo
Por todo ello, afirmó que no contempla a día de hoy, “bajo ningún concepto”, su suspensión, aunque sí admitió que el rezo colectivo que se suele celebrar en esta festividad “seguramente se suspenda, en la medida en que conlleva una aglomeración” de personas y eso es algo que “no se va a permitir”.
Según apuntó, esto es algo que la comunidad musulmana “entiende perfectamente” y, de hecho, recordó que así ocurrió durante el Aid El Fitr, en la que ya se canceló el rezo colectivo porque “era una cuestión evidente”. A su juicio, la comunidad musulmana “va a actuar con la misma responsabilidad que desde el inicio de la pandemia” para que no haya rezo colectivo, habida cuenta que “es un elemento distinto a la parte intrafamiliar de la celebración”.
El consejero señaló que ya se ha reunido varias veces este mes para hablar de este asunto con los ganaderos para la importación de los corderos que serán sacrificados en el Aid El Kebir, además de con su equipo de Salud Pública y con la Comisión Islámica de Melilla.
Sin debate
Asimismo, expresó su deseo de que en Melilla “no haya debate entre los vecinos” de diferentes confesiones religiosas acerca de “si se celebra una cosa y no se celebra otra”, habida cuenta que “este tipo de debates no van a aportar nada” y, además, es necesario actuar en “unión de la población melillense”.
Al hilo, señaló que las diferentes festividades culturales y religiosas de Melilla “son elementos que a esta ciudad la hacen fuerte” y le hacen “ser diferente del conjunto de España”, por lo que ha llamado a que sigan ejerciendo como “unión como vecinos” y no “para distanciarnos ni para pelearnos”.
