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El PSOE aprobó el centro de menores en Santiago porque creía que no coincidiría con el periodo lectivo

Según Rojas, el Gobierno de Melilla "dialoga, escucha a la ciudadanía y rectifica", algo que "le honra" y, en su opinión, le diferencia del anterior

El PSOE admitió ayer que sus tres consejeros en el Gobierno de Melilla aprobaron la construcción de un centro de menores en el antiguo cuartel de Santiago en una reunión del Consejo de Gobierno el pasado 29 de mayo, pero justificó que lo hizo porque pensaba que sería temporal y no coincidiría con el curso escolar. A preguntas de los periodistas, la secretaria general del PSOE y vicepresidenta primera de la Ciudad Autónoma, Gloria Rojas, aseguró que los tres consejeros de su partido, entre los que se encuentra ella misma, pensaban en un principio que dicha actuación “iba a ser algo que solo iba a estar durante un periodo en el que no hubiera docencia” en el centro educativo ubicado en aquella misma parcela.
Sin embargo, el pasado domingo expuso su desacuerdo con la medida adoptada por el Gobierno del que forma parte, a través de una nota de prensa, porque “parece ser que luego se iba a alargar” la permanencia de dicho centro de menores en el cuartel de Santiago, donde estaba previsto trasladar a los menores extranjeros no acompañados que están actualmente en el Fuerte de Rostrogordo.
Finalmente, debido a las quejas que provocó entre los vecinos de los barrios colindantes y la comunidad educativa el anuncio de este traslado de los menores por parte de la Consejería de Distritos, dicho departamento dio marcha atrás a esta idea tras reunirse con representantes de la asociación de vecinos Ágora y la AMPA del Colegio Gabriel de Morales.

“Este Gobierno dialoga y rectifica”
En este sentido, Rojas destacó que el Gobierno de Melilla “dialoga, escucha a la ciudadanía y rectifica”. “Eso nos honra”, dijo la líder socialista, en cuya opinión eso es algo que diferencia a este Ejecutivo del anterior, que estaba en manos del PP, a cuyo presidente, Juan José Imbroda, acusó de intentar “desviar la atención”.
“Se toman decisiones que no siempre son acertadas, pero a ellos les costaba mucho trabajo rectificar, por no decir que no lo hacían jamás, mientras que nosotros lo hacemos y, si nos equivocamos, como todos, escuchamos a la gente, dialogamos y rectificamos”, aseveró Rojas.
Asimismo, consideró que es con eso “con lo que se tiene que quedar la ciudadanía”.

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Redacción

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