La Ciudad Autónoma inició ayer las obras para ejecutar la nueva red de saneamiento del centro de acogida de menores del Fuerte de la Purísima Concepción, un proyecto con el que pretende dar respuesta a numerosas peticiones para poner solución al vertido de aguas fecales que sufre el centro, donde viven 600 menores. El presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, y los viceconsejeros Francisco Vizcaíno y Abderrahim Mohamed acudieron a la colocación de la primera piedra de esta obra, que conllevará una inversión de 329.543 euros de fondos propios de la Ciudad Autónoma.
Mohatar explicó que, entre las peticiones para poner remedio a este vertido, que se viene produciendo desde hace muchos años, están las del Defensor del Pueblo y diferentes parlamentarios nacionales que han visitado las instalaciones del centro de acogida.
Esta obra, que tenía un presupuesto inicial de casi 439.000 euros, aunque costará un 25 % menos por la oferta realizada por la empresa adjudicataria en el proceso de licitación, tiene un plazo de ejecución de cuatro meses.
El consejero informó de que la red actual presenta problemas derivados de la sobreocupación del centro, que está diseñado para acoger a 120 menores y actualmente aloja a unos 600, si bien antes del inicio de alarma había más de 900, cifra que se vio reducida por la salida de alrededor de 150 niños para ser acogidos en el Fuerte de Rostrogordo.
“Sobrecoste desorbitado”
El aumento de la población del centro ha supuesto el incremento los caudales y provoca el llenado con mayor celeridad, lo que da lugar a un doble efecto: por una parte, el rebose por la arqueta anterior, y por otra, la incapacidad de evacuación del colector del módulo de residentes más cercano, provocando que los aparatos sanitarios rebosen.
La incapacidad del depósito de alojar las aguas fecales de la población real obliga a mantener el servicio de vaciado de forma cuasi permanente, “con el sobrecoste desorbitado que ello conlleva”, de manera que el mantenimiento actual se hace insostenible.
El proyecto que arrancó ayer solucionará este problema gracias a la ejecución de una nueva red de saneamiento formada por un colector enterrado, con origen en el borde interior de la parcela, en el límite de la actual red interior con la fosa séptica existente, de la que formará parte una tubería de un kilómetro de longitud.
La red finalizará en la margen derecha del Arroyo Alfonso XIII, en el camino de sirga de los terrenos del IES Jardín Valenciano, en el pozo de la cabecera de la red.
De Castro, por su parte, subrayó que con esta obra se pondrá fin al “olor nauseabundo” que hay a la entrada del centro por el vertido de aguas fecales.
