Nuestro insigne poeta Don Antonio Machado decía en uno de sus más conocidos poemas, aquel que se titulaba: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Yo que no le llego ni a la suela del zapato a Don Antonio me atrevo, osado de mí, a contradecirlo y gritar a los cuatro vientos: “Caminante sí hay camino”.
Este camino es el que nos llevó en nuestro País, como en tantos otros, a vencer momentáneamente la Pandemia, a poner “contra las cuerdas” al “CORONA”, a respirar después que se nos entrecortaran los suspiros, a secar tantas lágrimas de tanto dolor acumulado y de tanto trabajo extenuante. Ese camino es el que hicimos, metafóricamente hablando, parando y encerrándonos en nuestro caparazón domiciliario. Este Camino, al que aludo en el titular de la Columna Sanitaria nos condujo al éxito momentáneo, a volver a sonreír, a recuperar la esperanza, a volver a pensar en reconstruir un futuro, que nos negaba nuestro huésped malvado y que volvía a llamar a nuestras puertas, para volver a empezar a vivir.
Y es el camino que poetizaba magistralmente Antonio Machado, el que nos dice que “la actividad se demuestra andando”. Los Caminos que fueron y deberán volver a ser, aquellos del trabajo, del bienestar, de la ocupación, del descruzarse de brazos…, el de toda la vida.
El DESPROPÓSITO que vemos, a diario, en los medios de comunicación, es el camino que grandes y chicos estamos recorriendo incívicamente, egoístamente, irresponsablemente y que hay ya signos que nos volverá a llevar al dolor y a la penuria si no actuamos para desandarlo y salvar el pescuezo. Así fuimos, somos y seremos, como bien recoge el dicho popular: “ande yo caliente y ríase la gente”, y viviremos calientes con “botellones”, con reuniones multitudinarias, con mascarillas colgadas en las muñecas o en el cuello porque molan más que protegiendo bocas y fosas nasales y además son un “puntazo colega”, con playas a reventar… Y siempre culpando a los jóvenes cuando hay maduros de edad, pero no de cabeza, que son más osados que ellos. Y porque “no deben servir para nada” por el ejemplo que dan algunos ¿políticos?, que ni se las ponen
Solo me queda decir aquello de ¡VIVA LA PEPA!
Pero sobre todo QUE SÍ HAY CAMINO, el de la Sensatez, el del Civismo, el de la Colaboración y el del Respeto.
PORQUE, BIEN SABIDO ES, QUE LA UNIÓN HACE LA FUERZA.
Y en nuestras manos está echarle un pulso al “CORONA” y acorralarlo si queremos desterrarlo de la Faz de la Tierra.
