Como miembro de la Comisión Islámica de Melilla (CIM) acudí el sábado a la convocatoria que en un lugar público -la Mezquita del Real- realizó una parte de la CIM, concretamente la asociación Badr y el Consejo Religioso, para tratar diversos aspectos que tienen relevancia para la comunidad musulmana. Y aunque era consciente de la ilegalidad de la convocatoria, decidí participar preocupado como estoy por los últimos acontecimientos que nos implican a todos.
Así las cosas, tengo que denunciar que, por parte de un grupo de comerciantes, y de un destacado dirigente de la CIM, que dirigían la reunión, se me prohibiera la participación y me expulsaran de un lugar público, de una convocatoria pública, de una Mezquita.
No puedo llegar a saber el motivo, quizás ¿hay intereses económicos de empresas de nueva creación para intentar controlar la CIM? ¿Esos intereses son políticos en consonancia con los económicos? ¿O quizás hay algún organismo internacional interesado en dicho control? ¿Qué es lo que hay debajo de todas estas tramas extrañas que emponzoñan la paz de la comunidad musulmana?
