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Gema Aguilar afirma que reducir la jornada escolar contribuiría a “destruir a toda una generación de melillenses”

Gema Aguilar y Óscar Gaztelumendi, de la Secretaría General de Unidas Podemos Melilla

La secretaria general de Unidades Podemos en Melilla, Gema Aguilar, expuso ayer que reducir la jornada escolar a tres horas como baraja el plan de contingencia de la Dirección Provincial de Educación para la vuelta al cole, sólo agravaría la situación de fracaso escolar en la ciudad y afirma que se contribuiría a “destruir a toda una generación de melillenses”. Propone reducir ratios habilitando espacios de la Ciudad y de la administración central y fomentando la contratación de docentes. En rueda de prensa, Aguilar criticó que la Dirección Provincial de Educación, a la hora de confeccionar el plan de contingencia para la vuelta al cole, no haya contado con las familias, lo que pone de manifiesto “la importancia que esta institución da a un pilar tan fundamental como es la familia para el desarrollo integral del alumno”.

Horarios
Aguilar se pregunta si la Dirección Provincial ha enviado el borrador del plan de contingencia sólo a los centros escolares y los sindicatos o si también ha incluido a las asociaciones de padres. Considera que el documento es “básico, le faltan punto y habla de tres escenarios para la vuelta al cole (presencial, telemático y combinado) que no piensa cómo va a afectar al alumnado”.

Manifiesta la responsable de Podemos Melilla, que la reducción de la jornada escolar a tres horas, como se plantean en el plan de contingencia, tendrá consecuencias negativas para los estudiantes. Expone que sólo en Ceuta y Melilla se baraja esta reducción, no así en otras comunidades autónomas. De hecho, el País Vasco, “una de las comunidades con mejor índice de nivel educativo, no reduce ni una sola hora curricular, pero nosotros, que estamos a el furgón de cola de todos los indicadores educativos, nos conformamos con esta opción, pero en Unidas Podemos no lo aceptamos”.

Consecuencias
Explica que si al retraso que se ha producido en el curso escolar con el confinamiento se le suma una reducción “de más de media jornada escolar, vamos a contribuir a destruir a toda una generación de melillenses, algo que tendrá unas consecuencias nefastas para el conjunto de la ciudad”. Entiende que la educación “hay que favorecerla sea como sea” y por eso no considera oportuno que, en la situación actual de falta de espacios y ratios elevadas que la Ciudad Autónoma vaya a destinar a oficinas las aulas de la Casa de la Juventud.

Utilizando estos recursos y los que dispone el Estado en la ciudad, como por ejemplo las aulas que se vaciarán con la apertura del instituto del Jardín Valenciano, considera que habría “espacios para reorganizar” la vuelta al cole de manera que “no haya que reducir las horas escolares, pero para todo esto falta voluntad política”.

Defiende Aguilar que es preciso mantener el horario curricular y “sería necesario sumar a esta propuesta, que el alumnado con carencias de aprendizaje tuviese, en todos los colegios, actividades de apoyo y refuerzo, más aún cuando en verano vemos que no se ha hecho nada desde el punto de vista público, sino subvencionando a un centro privado”.

Refuerzo docente
Reconoce que para no recurrir a la reducción de la jornada escolar y para habilitar nuevos espacios como aulas, es preciso contar con un importante refuerzo de profesores, por lo que habría que solicitar al Ministerio una mayor inversión en este sentido. Recuerda que Melilla, desde hace años soporta “ratios ilegales” y que precisa de 400 docentes más para reducir esta situación, y por ello propone elevar al Ministerio la petición de que, en atención a las especiales circunstancias que se presentan con el coronavirus, se contraten a los profesores que sean necesarios.

Para lograrlo “contamos con el empuje que hagamos al Gobierno central, que es del que compete en última instancia la educación en Melilla, pero también con la participación de la Ciudad Autónoma, que ha recibido siete millones del fondo no reembolsable que, aunque no puede servir para todo, sí pueden destinarse a la contratación de profesionales docentes y no a cuidadores”. Considera que “a día de hoy es posible” lograr lo que se demanda, pero “lo que parece es que no hay voluntad ni deseo de hacerlo”.

Alumnado con necesidades especiales
Por último, Aguilar dijo que la atención al alumnado con necesidades educativas especiales “es sagrada” y no comparte que, como dice recoge el plan de contingencia, se quieran utilizar a los profesores de Pedagogía Terapéutica y a los de Audición y Lenguaje en labores de apoyo y tutorías, porque “su labor es centrarse en la atención de este alumnado”.

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J.A.M

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