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Carta del Editor

La solidez política en España necesita el consenso PSOE-PP

Leo en Madrid, donde he estado una semana, la primera escapada tras el largo encierro domiciliario, el libro La caída de Madrid, publicada en el 2000, de Rafael Chirbes. “Solo desde el reconocimiento de la barbarie es posible volver a levantarse…pactos colectivos que acaban en el sendero del egoísmo y de la traición”. Empieza la novela cuando Franco ya tenía solo “indicios” de vida, según el parte médico. Se centra en cómo interpretaron varios grupos de madrileños el inicio de una nueva etapa que iba a ser, sí o sí, un cambio radical. Como nos está ocurriendo ahora con la pandemia que parecía, tras poder salir de nuestro totalitariamente forzado encierro, que se había ido, pero que ahora parece que no es así, que todavía está aquí, rebroteando en todo el mundo, influyendo en todo y en todos.
Leo, también en mi casa de Madrid: “La solidez política en España necesita el consenso bipartidista PSOE-PP, al que se sumen los demás partidos que quieran”. (Editorial del diario ABC, el 8 de julio). Ni España debería seguir con el gobierno socialcomunista que sufrimos, ni Melilla puede soportar este Gobierno local sin cabeza que nos hunde en el abismo. En ambos casos solo cabe, por aritmética electoral, un pacto PSOE-PP, al que se sumen los demás partidos que quieran. Pedro Sánchez tiene la palabra en Madrid. Gloria Rojas, o la asamblea del PSME-PSOE, la tiene ahora en Melilla.

Un indicio más, muy importante, de que las cosas políticas y económicas no pueden seguir como están: “Pedro Sánchez fracasó el jueves en la carrera para presidir el Eurogrupo a pesar de contar con el apoyo de Alemania, Francia e Italia, las principales economías europeas. El ministro de Finanzas irlandés, el conservador Paschal Donohoe, se impuso a Nadia Calviño (socialista) por un voto. La victoria de Donohoe se ha basado en el apoyo de países que abogan por una salida de la crisis de corte liberal. La derrota de Calviño (que se veía venir) es un golpe para España en la negociación del fondo europeo de reconstrucción que se verá la próxima semana”. Lo entrecomillado -excepto los dos paréntesis- es lo que el diario económico Expansión publicó en portada el viernes, con el título de “Sánchez fracasa en la carrera por el Eurogrupo”.

El Eurogrupo es el foro que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la unión monetaria europea, el lugar donde se negocian los detalles de los asuntos que luego firman los jefes de Gobierno. Aunque el papel del presidente del Eurogrupo es más bien el de árbitro, se interpreta como “una muestra de la desconfianza que genera el Gobierno de PSOE y Podemos entre los aliados europeos, imputable a Pedro Sánchez, que decidió formar el único gobierno con comunistas y que, pese a la nueva realidad socio económica derivada de la pandemia, se empeña en mantener su coalición con Pablo Iglesias y en llevar adelante medidas dañinas para la recuperación, como la fuerte subida de impuestos a las empresas y el aumento desaforado del gasto público, que van en sentido contrario a las que han aplicado la mayoría de los Ejecutivos europeos”, decía el viernes el Editorial de Expansión. La ortodoxia financiera y los partidos populares europeos han ganado este asalto económico, afortunadamente, aunque los errores de Sánchez -que dañan a casi todos los españoles, excepto y principalmente a él y a Pablo Iglesias- los haya pagado en esta ocasión una española de valía como Nadia Calviño.

Posdata
Eduardo de Castro, inconcebible presidente de la Ciudad de Melilla, ha declarado que dejará la política, “cuando acabe la legislatura, en el año 2023”. Como tormento chino, algo que dure mucho -la muerte de los mil y un cortes, por ejemplo- no está mal, aunque el atormentado, la ciudad de Melilla en este caso, morirá antes de terminar el tormento… salvo que podamos librarnos antes del presidente atormentador.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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