La compañía que dirige Ceres Machado quiere hacer llegar su agradecimiento a los muchos melillenses que han expresado públicamente sus aplausos por el montaje de ‘Yerma’, presentada por ‘Sibila’ este pasado fin de semana en el marco del IV Festival de Teatro Hospital del Rey de Melilla.
Las muchas manifestaciones de reconocimiento al gran trabajo que ha conllevado la puesta en escena de ‘Yerma’, llena de satisfacción al conjunto de la compañía y anima a seguir alumbrando nuevos proyectos que ‘Sibila’ espera continúen el año próximo con ‘Bodas de sangre’, a fin de culminar la trilogía rural de Lorca, iniciada por Ceres Machado el pasado año con la representación de ‘La Casa de Bernarda Alba’.
‘Yerma’ ha sido un montaje atípico en su génesis, iniciado en tiempos de confinamiento con ensayos por videoconferencias y en medio de una total incertidumbre sobre si realmente se lograría o no poner en escena, dadas las especiales circunstancias derivadas de la pandemia.
Finalmente no sólo se ha llevado a cabo sino que se ha gestado una función muy coral, con aderezos musicales y atrezzo de gran fuerza plástica, con el objetivo de engrandecer la forma de trasmitir, revivir e interpretar al gran poeta y dramaturgo Federico García Lorca.
Queda no obstante una sensación agridulce, fruto de la extrema limitación del aforo, inevitable por las necesarias prevenciones sanitarias y que, lamentablemente, ha ocasionado que las entradas fueran escasas y, en consecuencia, mucho el público que no pudo acceder a ellas. Al respecto, queremos comunicar que, a veces, aunque haya voluntad, no es sencillo volver a fechar una obra con tanto equipo humano como ‘Yerma’. Aún así, la compañía se pone a disposición de la Consejería de Cultura, en atención a los muchísimos melillenses que han expresado públicamente su frustración por no haber podido verla.
Como dijo el propio Lorca, “el teatro es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre”. ‘Yerma’ es un ejemplo paradigmático, de ahí su grandeza, su valor eterno y su belleza aún más bella gracias a la riqueza poética de su texto, y a las metáforas divinas con las que su autor va entrelazando los sentimientos, anhelos y contradicciones que se exhiben en la misma obra.
Desde ‘Sibila’ es preciso además agradecer y subrayar la predisposición de la consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, que fue capaz de promover el primer ciclo de teatro que se ha celebrado en España tras el confinamiento y que ha hecho posible, aun en condiciones muy estrictas, que ‘Yerma’ se haya podido representar en Melilla con tantísimas ganas y entusiasmo.
