La planta desalinizadora de Melilla podría comenzar en la primera semana de septiembre sus obras de ampliación tras ser adjudicadas por casi 17,5 millones de euros, lo que permitirá “asegurar el suministro de agua” a los hogares melillenses. En rueda de prensa, el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, admitió ayer que el abastecimiento del agua es un tema “preocupante” en Melilla porque “da muchos problemas” y, actualmente, con los tres módulos de los que consta esta infraestructura, no se puede dar respuesta a la demanda que hay en la ciudad.
En concreto, la planta desalinizadora cuenta con tres módulos, que proporcionan un caudal de 30.000 metros cúbicos diarios de agua, lo que necesita una “inyección” de agua procedente de los pozos, lo que reduce de manera considerable la calidad del agua que ofrece la red de suministro de Melilla.
De ahí que esta obra de ampliación de la planta desalinizadora, por la que se construirá un cuarto módulo que producirá 10.000 metros cúbicos diarios, sea “fundamental para la ciudad”, afirmó el consejero de Medio Ambiente al indicar que acaba de ser adjudicada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
Un total de 15 empresas se presentaron al concurso de adjudicación de estas obras, que tenían un presupuesto inicial de 23.410.000 euros, si bien han sido licitadas por 17.449.436 euros a la UTE FCC Aqualia-Arpo Empresa Constructora, cuya oferta se impuso a las otras 12 que fueron admitidas junto con esta.
En este punto, según informó el consejero, dos de las ofertas fueron descalificadas al no poder las empresas justificar las bajas propuestas, de ahí que finalmente se impusiera la presentada por esta UTE, que obtuvo un total de 86 puntos durante el concurso.
La firma del contrato se llevará a cabo entre el 10 y el 15 de agosto y las obras arrancarán de manera automática, algo que el Gobierno melillense confía en que ocurra en la primera semana de septiembre, momento a partir del cual empezarán a contar los 24 meses de plazo de ejecución, a los que se sumarán otros tres para la puesta en marcha de las instalaciones.
Tras las obras, la gestión de esta infraestructura pasará a manos de la Ciudad Autónoma, tal y como informó el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad.
La renovación del 80% de la red de suministro supondrá una “inversión paralela” de 15 millones
Esta obra de ampliación de la desaladora irá aparejada con otra para remodelar la red de suministro en el conjunto de Melilla para evitar las pérdidas de agua, lo que supondrá una “inversión paralela” de 15 millones de euros, de los cuales entre tres y cuatro serán aportados por la Ciudad Autónoma y el resto, por la CHG con Fondos Feder y del Estado.
Respecto a la parte que corresponde a la Ciudad Autónoma, Mohatar informó de que la Ciudad Autónoma ya está prácticamente finalizado el estudio, mientras que la CHG está desarrollando la tramitación de la parte que le corresponde para poder iniciar las obras a principios de 2021.
La ejecución de este proyecto tendrá que estar finalizada al mismo tiempo que el de la ampliación de la desaladora, de manera que Melilla tendría resuelto el problema de pérdidas de agua que sufre por la antigüedad de la red de abastecimiento, especialmente en varios tramos.
Esta remodelación afectará al 80 % de la red, ya que hay algunas zonas de Melilla donde no será necesario actuar por haber sido renovada de forma parcial en los últimos años, como ocurre en el caso de la Cañada de Hidum y una parte del Barrio del Real.
