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De Castro pone en valor las «afortunadas» palabras del Rey durante el homenaje a las víctimas del coronavirus

El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ha destacado las «afortunadas» palabras del Rey Felipe VI en su discurso que ha pronunciado en el homenaje a las víctimas de la pandemia del coronavirus. En declaraciones a los medios de comunicación tras el acto que ha tenido lugar este jueves en Madrid, De Castro ha señalado la «importancia» de este homenaje de Estado a los fallecidos y a las víctimas de la pandemia. «Ha sido muy emotivo», ha subrayado. El homenaje ha tenido lugar en el Palacio Real de Madrid y ha contado con la presencia de la Familia Real, los miembros del Gobierno, altos dirigentes de instituciones europeas, todos los presidentes autonómicos y representantes de la sociedad civil. Durante el acto ha tomado la palabra el Rey Felipe VI, que ha apelado a homenajear a las víctimas con «espíritu de superación», respeto y entendimiento.
El presidente de Melilla también ha destacado el discurso de los dos intervinientes. Han sido Hernando Calleja, hermano del periodista José María Calleja que falleció por este virus, y la sanitaria Aroa López, que ha tomado la palabra en representación de todos los trabajadores que estuvieron en la primera línea.
En este sentido, de Castro ha defendido también la labor de los sanitarios durante la pandemia, que ha recordado que sigue estando latente y por ello ha apelado a la responsabilidad de los ciudadanos para seguir siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

En el Palacio Real
Los Reyes Felipe y Letizia, junto con sus hijas, han presidido este jueves en el Palacio Real un emocionado homenaje de recuerdo a las víctimas de Covid-19. En él se ha evocado a los fallecidos y se ha alabado la labor de los sanitarios durante los últimos meses de lucha contra el virus, aunque no se ha realizado en ningún momento una referencia expresa al número concreto y total de muertos por la pandemia.
El acto ha comenzado con la llegada de las autoridades al Patio del Príncipe. Allí, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido a los Reyes, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía; que a continuación han saludado a las autoridades principales, todos ataviados con mascarilla (la mayoría de color negro) y guardando la distancia de seguridad.
Entre ellos estaban las principales autoridades del Estado, el Gobierno al completo, altos representantes de la Unión Europea e instituciones internacionales, todos los presidentes de comunidades autónomas y los expresidentes del Gobierno (excepto Felipe González). Sánchez ha participado en esta línea de saludos detrás de los Reyes y sus hijas.
Tanto la entrada al Palacio Real como el desplazamiento a su interior han dejado algunos momentos en los que se ha podido ver conversar a representantes de distinto signo político, como el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo; o el presidente vasco, Iñigo Urkullu, hablando con el mandatario andaluz, Juan Manuel Moreno.
Además, entre quince y veinte ciudadanos se han congregado a la entrada del Palacio y han aplaudido a los Reyes a su llegada, así como dirigido ‘caceroladas’ –grabadas con el móvil– al presidente del Gobierno y el vicepresidente Pablo Iglesias a su salida, con gritos de ‘asesino’.
En el homenaje han estado representados todos los partidos políticos nacionales excepto Vox, que ve el acto como «una ceremonia exculpatoria» del Gobierno, al que acusa de «ocultar» la cifra real de fallecidos por la pandemia. Tampoco han participado ERC, Bildu, BNG ni la CUP. Desde ERC han trasladado todo su apoyo y solidaridad con las víctimas, pero creen que el acto supone un «blanqueamiento» de la monarquía.

La Princesa de Asturias acompaña al Rey en el homenaje
La periodista Ana Blanco ha sido la encargada de dirigir la ceremonia civil, que se ha celebrado en la plaza de la Armería y que ha comenzado con el encendido de una llama en recuerdo a las víctimas. Frente a ella todas las autoridades e invitados han depositado una rosa blanca como símbolo de homenaje, un gesto en el que la Princesa Leonor ha acompañado a su padre.
Junto a Felipe VI y la Princesa en este gesto han estado los dos representantes de la sociedad civil que han tomado la palabra: Hernando Calleja, hermano del periodista José María Calleja, fallecido por el virus, y la enfermera Aroa López, supervisora del servicio de urgencias del hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
Hernando Fernández Calleja ha recordado a todas las víctimas de la pandemia y ha citado los nombres de personas conocidas fallecidas a consecuencia del virus, pero también de ciudadanos anónimos que han perdido la vida durante los últimos meses. «Honrar a todos los muertos anónimos, silenciosos, que perdieron la vida a consecuencia de esta terrible enfermedad», ha subrayado.
También ha reivindicado la necesidad de no olvidar a ninguno de los fallecidos porque «la memoria es un deber» y, a su juicio, «el mejor homenaje» que se les puede hacer. «Mantenernos unidos en su recuerdo y construir juntos el país que ellos hubieran querido compartir», ha pedido.

Defensa de «la sanidad de todos»
La enfermera Aora López, por su parte, ha recordado los duros momentos vividos por lo sanitarios –«detrás de los EPIs no había héroes, éramos personas»– y ha agradecido los aplausos de las ocho de la tarde, aunque ha pedido que no se olvide lo vivido y se sigan respetando las recomendaciones sanitarias. «Piensen en los que fallecieron y también en los profesionales sanitarios, que su esfuerzo nunca sea en vano», ha reclamado.
Pero, además, se ha dirigido a los poderes públicos para pedirles que defiendan «la sanidad de todos» porque considera que «no hay mejor homenaje que velar» por la salud de sus profesionales y garantizar la «dignidad» de sus trabajos. «No olvidemos por favor nunca la lección aprendida», ha insistido.

Felipe VI: «Espíritu de superación»
Mientras, el Rey ha pronunciado un discurso en el que ha sostenido que «el mejor homenaje renovado» que se puede rendir a las víctimas es «la determinación frente a la adversidad y el espíritu de superación del pueblo español», que «muestran el camino a seguir para afrontar y vencer las dificultades».
«Hemos contraído una obligación moral y un deber cívico», ha dicho el jefe del Estado. «La obligación moral de reconocer, respetar y recordar siempre la dignidad de los fallecidos y especialmente el espíritu de esa generación admirable de españoles; y el deber cívico de preservar e impulsar los mejores valores que fundamentan nuestra convivencia», ha afirmado.
Al volver a su lugar, se ha podido ver cómo la Princesa Leonor le recordaba que debía volver a ponerse la mascarilla, que se había quitado para pronunciar las palabras de homenaje a las miles de víctimas y personas contagiadas por el virus.

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Redacción

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