Los sindicatos con representación en la Ciudad Autónoma de Melilla quieren denunciar y poner de manifiesto en este medio el cotidiano atropello de los derechos laborales del que es objeto el Profesorado de Aulas Culturales para Mayores. No son pocos los extremos a destacar pero, todos, tienen su origen en el cambio de competencias que tuvo lugar con ocasión del BOME extraordinario n.º 22 de 16 de julio de 2019 y la consecuente asunción de las competencias de este centro del Mayor por la Consejería de Distritos, Juventud y Participación Ciudadana y la subsiguiente creación de la Dirección General de Juventud y Mayor con potestades laborales sobre el personal de Aulas Culturales para Mayores.
La organización del Centro de Aulas Culturales para Mayores , y por extensión el ejercicio de los derechos referentes a jornada, permisos, vacaciones y funciones del puesto de trabajo de sus trabajadores, ha estado informada, desde hace más de veinticinco años, por la aplicación de los Estatutos del Centro ( aprobados por el Pleno de la Excma. Asamblea de la Ciudad Autónoma de Melilla, en sesión extraordinaria celebrada el día 2 de septiembre de 1996 ); esta norma de funcionamiento ha configurado a este Organismo como una Entidad donde la toma de decisiones ha sido el resultado del consenso de voluntades de la Dirección, la Subdirección, el Profesorado, los usuarios representados por el Consejo de Alumnos y la propia de Administración. Si bien, esto ha sido hasta el pasado 16 de julio de 2019, fecha, a partir de la cual, la Viceconsejería del Mayor de Consejería de Distritos, Juventud y Participación Ciudadana ha optado inopinadamente por la no aplicación sistemática de los Estatutos del Centro y, con ello, ha silenciado drásticamente la opinión ya no sólo del Profesorado, si no también del alumnado de una Entidad que es sentida por no pocos de sus usuarios como su propia casa.
La actuación a las espaldas del profesorado del Centro de Aulas Culturales para Mayores en la pretendida total omisión de la norma de funcionamiento que constituyen los Estatutos del Centro, no es un hecho ajeno a los derechos laborales de los trabajadores del Centro, pues sobre la misma se han consolidado, en su reconocimiento por más de veinticinco años por la propia Administración, unos derechos sobre jornada, permisos, vacaciones, licencias y funciones del puesto de trabajo, que impiden que esta Ciudad Autónoma , ahora de la noche a la mañana, restrinja u obvie derechos laborales básicos con una injustificable simplista aplicación e interpretación del IX Convenio Colectivo del Personal Laboral de la Ciudad Autónoma de Melilla, de la literalidad de los contratos de trabajo y/o de la RPT.
Todos, incluso la Administración, somos esclavos de nuestros propios actos y ,por supuesto, de nuestras propias palabras; este “estigma” pesa en todos los ámbitos pero, más si cabe, en el debido del respeto de los derechos laborales, sobre todo si éstos se han consolidado gracias a la anuencia de la Administración en una trayectoria que alcanza un cuarto de siglo y, más aun, si han sido nuevamente refrendados a resultas de una reciente reunión celebrada el pasado 13 de febrero en la que participaron los representantes de la Consejería de Administraciones Públicas, la Dirección General de Juventud y el Mayor y el Profesorado de Aulas Culturales para Mayores.
En definitiva, en este caso, querer no es poder, y estas fuerzas Sindicales se van a encargar de que así siga siendo en la defensa de los derechos de los trabajadores del Centro de Aulas Culturales para Mayores.
