“Si crees que la formación es cara, prueba con la ignorancia”, decía el Rector de la Universidad de Harvard, Derek Bok. No hay duda que el hogar y la escuela, juntos, apoyándose, con el ejemplo y la educación, harán a los más pequeños, ciudadanos. Hoy, Nadia, Soraya, Najoua, Nayat y Soulaf, del AMPA del CEIP “León Solá”, vuelven a reivindicar algo justo, como ayer lo hicieron con las reformas imprescindibles en un Centro, que tantas necesidades tiene. Que el tiempo de comedor deba servir para formar en hábitos alimentarios saludables, fomentar la gastronomía local y cuidar los modales en la mesa, en un entorno que favorezca disfrutar de los alimentos mientras sirve también para socializarse, debería de ser asumido por el Ministerio de Educación, como algo lógico y de crecimiento de los alumnos y alumnas sin que sean esas cinco madres las que tomen la iniciativa ante el silencio de un Director Provincial de Educación ante las sugerencias, propuestas y demandas durante el servicio del último mes, donde no se ha recibido el Menú correspondiente y al que se le vuelve a pedir que escuche y reciba a esa AMPA. Una Asociación que cumple todos y cada uno de los puntos de la Resolución de 14 de diciembre de 2017, de la Secretaría de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, por la que se establece el procedimiento para la concesión del distintivo de calidad Sello Vida Saludable. Luego nos quejamos de la obesidad que van padeciendo muchos de nuestros menores o los dramas de la anorexia y bulimia, pero sin la formación que reclaman estas madres luchadoras y del imprescindible asesoramiento de un nutricionista, poco se va a hacer. Otro asunto que les preocupa son las becas-comedor, donde muchas familias no han recibido el dinero y se están recuperando días durante el verano por la pérdida de las jornadas que no recibieron comedor escolar ante el Estado de Alarma y que supone que deben extenderse hasta la penúltima semana de agosto. El deporte, la implicación de niños y adolescentes en la elección y preparación de los alimentos, el optar por la dieta mediterránea, nuestra y rica, donde el consumo de frutas y verduras es imprescindible, hará a los más pequeños más saludables. El reto que lanzan esas cinco madres debe ser asumido primero por las autoridades del Ministerio y luego por una sociedad que precisa ser mejorada para que enseñando y cuidando al planeta, vivamos más y mejor.
