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MUCHO MÁS QUE SOLO BICI

Doctor Jekyll y Míster Hyde

Cuando las aceras expulsan a los más vulnerables, cualquier discurso urbanista fracasa

Melillenses, no sean complacientes, no miren para otro lado, participen, sean ambiciosos, inquietos, desconfíen, sean críticos. Este PGOU afectará de tal forma a sus vidas que sentirán durante muchos años el aliento de Jekyll o Míster Hyde La “exposición pública” del PGOU, acontecida a las 12.30 de la mañana del día 10 de julio, en el PEC (Palacio de Exposiciones y Congresos), a mí, como ciudadano y presidente de la entidad Melilla Con Bici, preocupado por los devenires de mi ciudad, que logró en un primer momento esperanzarme tal propuesta de “¿participación ciudadana?”, en términos prácticos y siendo realista, fue una mera formalidad (otra más), donde los pases de pecho fueron constantes y los temas espinosos planteados no dejaron lugar a la réplica esperada, es decir, informativa, comprometida, realista y consecuente con las necesidades verdaderas de la ciudad que todos deseamos.
Mi experiencia en estos procesos institucionales, donde el cumplimiento de una hoja de ruta prima sobre las sensibilidades de los participantes que allí nos presentamos en términos críticos (muy pocos), distó mucho de desarrollar aspectos, entiendo, fundamentales, pues en ningún momento su ADN, se llame PMUS, PGOU o la Comisión de Seguridad Vial (19 sin dar señales de vida), refleja las necesidades sociales al no permitirse esa “participación real” tan demandada, amén de un dinamismo actualmente muy necesario.
Tras mi intervención en este evento, solicitando que se nos informara a los allí presentes de los objetivos que este “ambicioso” PGOU desarrolla en términos sencillos y concretos, solo logré la palmadita en el hombro de rigor al compartir el experto urbanista contratado todas mis inquietudes, en un “estoy totalmente de acuerdo con lo que usted ha dicho, suscribo todas sus palabras” que me dejó frío, pues no buscaba su aprobación, al no ser nunca nuestro objetivo, sino una “simple explicación” sobre qué será de nuestra ciudad si este PGOU sigue en marcha y, lo más importante, qué será de los ciudadanos que formamos parte de él.
Que a día de hoy siga desconociendo los objetivos que desarrolla y a las sensibilidades que nos afectan no es responsabilidad de mi entidad, pues la reunión que tenía concedida por el consejero de Fomento al lunes siguiente me fue anulada sin previo aviso y hoy, escribiendo estas líneas, continuo, muy a mi pesar, sin conocer las respuestas que necesito y que me inquietan enormemente.
Cuando un trabajo tan complejo y determinante en la afectación en la vida de los ciudadanos que formamos parte de la sociedad melillense parece no llamar a las sensibilidades de una sociedad plural plasmada en la ausencia en dicho evento de gran cantidad de sectores sociales, consejerías, asociaciones de vecinos y personas de todo ámbito, entiéndanme, creo que es como si esta ultramaratón en la que se ha convertido este PGOU (25 años cumple el chavalín) fuera afrontada con un pie a la pata coja y una mano atada a la espalda.
Sufrimos una exposición meramente “histórica” de media hora, por parte del DG de Fomento, de cómo el PGOU actual ha llegado hasta nuestros días. Pienso que fue un tiempo perdido, mejor hubiera sido que se nos plantearan los retos y las sensibilidades que desarrolla, algo que sorprendentemente no creyeron necesario. Más le hubiera valido exponer los errores y aciertos de estas últimas décadas, Nuestras demandas como sociedad dinámica y cambiante, donde ciertos sectores, en especial nuestros mayores y niños, han sido olvidados. Donde los grupos vulnerables no han sido nombrados, donde la calidad del aire que nos enferma y el ruido, al parecer, no merece la pena ni ser mencionado. Donde “la masa verde urbana” es menospreciada y donde conceptos como la Agenda 2030 y los ODS no son tenidos en cuenta.
Díganme si cualesquiera de los participantes escucharon cómo se desarrollaría dicho plan general, pues estos objetivos merecen ser explicados.

Solo Fomento
La Declaración de Crisis Climática firmada por el Gobierno no fue digna de ser nombrada para este PGOU, pues ni siquiera fue referida. La afinidad con el PMUS en su relación o estatus quo tampoco. Se echó de menos a algún representante de la Consejería de Medio Ambiente en la mesa de “exposición” que hilvanara el punto de unión entre ambos “planes”. Que solo Fomento tuviera cabida en dicha mesa no deja en muy buen lugar a los demás actores implicados, por mencionar algunos, Sanidad, Educación, Distritos, Economía, Presidencia (la cual estuvo pero que no se le escuchó), Seguridad Ciudadana (ídem), Cultura, Viceconsejería del Mayor, Juventud, Administraciones Públicas, Medio Ambiente, etc. ¿Cómo pretender que la ciudadanía participe, si los responsables políticos ni aparecen?
Se habló del ruido, del “papeleo” que trajo la modificación necesaria en el “corredor aéreo”. Sin embargo, sabrán estos señores que el Mapa de Ruidos de la Ciudad de Melilla establece que el 97% del ruido es debido al tráfico rodado y las consecuencias de este hecho establece unos daños a la salud propios de una pandemia. Creo que por donde pase el avión de turno en términos de salud pública, es un detalle ínfimo, comparado con los miles de personas que sufren niveles muy por encima de 55 decibelios en nuestra ciudad, límite máximo por otra parte que establece la OMS como “máximo saludable”.
Pregunté, a raíz de las propias palabras publicadas por el consejero, cuánto espacio se arrebataría al vehículo privado; cuándo los coches serían expulsados de las aceras; cuándo los peatones serían, en esa inversión de la prioridad que proponen los mayores expertos de talla mundial, los auténticos reyes de la ciudad; cuándo se diseñará la ciudad desde una silla de ruedas y no desde el parabrisas de un coche; cuándo serán las personas y las relaciones sociales entre ellas el verdadero crisol sobre el que se diseñará nuestra futura ciudad.
¿Será posible en este “nuevo” urbanismo que se nos plantea hoy, que no sea “el arquitecto fulgurante la estrella y sí el ciudadano de a pie”? Como ven, muchas son las dudas y ninguna las respuestas.
Una etapa más fue “quemada” en la consecución de este PGOU, del que actualmente, frente a mis muchos intentos por saber, desconocemos algo tan básico como los objetivos que desarrolla.
Proyectos como el del publicitado Rastro, donde una consejería como la de Medio Ambiente “vende” a bombo y platillo un parking de seis plantas, lapidando no solo la mitad del presupuesto de dicha “voraz intervención urbanística”, contraviene cualquier principio humanista a nivel urbano, fomentando con este nuevo “atentado” en términos medioambientales, lo contrario a lo que nos indica desde la Consejería de Fomento.
Al parecer, la mano derecha dice una cosa y la mano izquierda hace todo lo contrario. Curiosamente, la consejería que más tenía que velar por el término “ciudad inclusiva”, donde nadie quedara atrás según los ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible), sigue aplicando políticas trasnochadas en pro de un modelo caduco y a todas luces antisocial, donde propuestas realistas con los tiempos que corren en términos de ahorro energético, de reducción de GEI (Gases Efecto Invernadero), de calidad del aire, corredores verdes, ICU (Isla de Calor Urbana), accesibilidad y ahorro en el gasto público no son prioridad por formación, sensibilidad o quién sabe qué.
Una entidad preguntó qué fueron de sus propuestas presentadas en el año 2014, (créanme no es una errata). Javier Pavón preguntó cuándo expulsarían definitivamente a los coches de las aceras (tras más de una década de lucha) para poder usarlas en su silla de ruedas. Nuevamente, el actor implicado, del que depende la Consejería de Seguridad Ciudadana allí presente, no dijo palabra. Todas estas demandas, creo a mi entender, señalan las carencias actuales, donde al parecer solo nos queda poner la mejilla y seguir luchando.
Un arquitecto planteó con humildad corredores verdes periurbanos, interconexionar los espacios naturales de nuestra ciudad. Su éxito o fracaso en tal propuesta nos delatará en breve.
Que un Gobierno firme la fundamental #DeclaracióndeEmergenciaClimática y proponga una iniciativa que promociona la “cultura del vehículo privado” en la forma de un autocine nos desarma completamente como entidad. Como dice el refrán, “zapatero, a tus zapatos”. Promover la cultura a toda costa denota falta de iniciativa y falta de sensibilidad. Recuerde, señora consejera: si como dijo usted hace años “cada bici es un coche menos”, le pido humildemente que no meta más palos en las ruedas de este pobre ciclista, ya tenemos suficientes.
Imaginen por un momento redes peatonales donde el sol no hierva nuestra sangre, donde los coches aparcados en las aceras como puros hornos no nos abrasen las piernas, donde el suelo que pisamos o esas paredes que rozamos no calienten aún más el aire que respiramos. Si las aceras de este “nuevo PGOU” no tiene un diseño humanista con anchos de varios metros, jamás ese Increíble Hulk, que es el poder verde, podrá tener cabida en nuestras “cálidas vidas”.
¿Qué baremo será el que determine su éxito o fracaso? ¿Cuál será la calidad, en términos sociales, de esas calles frías plasmadas en un plano? ¿Podrán los niñ@s ser protagonistas? ¿Podrán est@s jugar en las calles y no ser encorsetados en los “limitados y perfectos parques”? ¿Podrán nuestros niñ@s , en ese PGOU que se nos presenta, tener mayor calidad y esperanza de vida que la de sus padres? ¿Tendrá esta ciudad de futuro la capacidad de hablarnos a través del diseño urbano? ¿Nos dirá que la salud pública, esa que ni siquiera se nombró en esta exposición, será una prioridad? ¿Serán los grupos vulnerables el objetivo de las futuras intervenciones urbanas? Como ven, son muchas las cuestiones que nos lastran y nos inquietan sin descanso.
Estas dudas que les traslado ahora son las mismas con las que llegué lleno de esperanza a esa “exposición” y son esas mismas dudas las me obligan, si quiero dormir esta noche, a compartirlas con ustedes, pacientes lectores.
No sean complacientes, no miren para otro lado, participen, sean ambiciosos, inquietos, desconfíen, sean críticos. Este PGOU afectará de tal forma a sus vidas que sentirán durante muchos años el aliento de Jekyll o Míster Hyde.

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