La Ciudad Autónoma de Melilla está estudiando la posibilidad de recurrir a la videovigilancia para combatir algunos de los 22 puntos negros de aglomeración de basuras que ha detectado la empresa adjudicataria del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos. El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, informó ayer en rueda de prensa de que la Policía Local tiene la relación de esos 22 puntos negros, situados en diferentes barrios de la ciudad, algunos de ellos en la periferia, donde se han detectado, especialmente, vertidos de escombros que la Ciudad Autónoma quiere erradicar.
El área de Medio Ambiente se encuentra ya en contacto con la Policía Local para tratar de instalar algunas cámaras de videovigilancia en estas zonas para evitar unos vertidos de basura y residuos que conlleva un importante coste de recursos públicos, tal y como señaló el consejero.
No en vano, Mohatar se mostró convencido de que la recogida continua de basuras que hay que llevar a cabo en esos puntos negros le supone un mayor desembolso económico a la Administración que el coste de la instalación de estas videocámaras, que aún se desconoce, a la espera de que lo cuantifiquen los técnicos.
En este punto, aclaró que la intención no es instalar cámaras en esos 22 puntos, sino en los más conflictivos y, sobre todo, en aquellos donde sea viable por la ley de protección de datos, de ahí que se encuentre estudiando este proyecto con la Policía Local.
Para el consejero, se trata de una medida necesaria porque algunos de estos puntos se han convertido en “auténticas escombreras donde se tiran muebles, material de construcción, escayolas, etc.”, unos vertidos ilegales que no se pueden consentir más y contra los que el área de Medio Ambiente tiene intención de actuar “con toda la contundencia posible”.
Controladores fijos
Avanzó que, además de esas cámaras, Medio Ambiente va a situar en varios de esos puntos negros, donde se genera más basura, a una serie de controladores fijos, que serán operarios de la empresa adjudicataria del servicio de limpieza que recordarán a los ciudadanos cuestiones clave como el horario para tirar la basura y la separación de residuos para reciclar.
En definitiva, la labor de estos controladores será orientar a los melillenses para que depositen la basura correctamente en los contenedores y evitar que haya desperdicios en el suelo y que se acumule mucha basura fuera del horario establecido, algo en lo que se va a hacer hincapié en la ordenanza de limpieza que se está ultimando.
En concreto, informó de que dicha ordenanza podría ser aprobada de manera definitiva por el Pleno de la Asamblea a finales de este mes, una vez que se resuelvan las alegaciones que ha recibido, y contempla sanciones de hasta 750 euros por tirar la basura fuera de horario, con las que Medio Ambiente piensa ser “contundente” en su aplicación.
Mohatar llamó al civismo de los melillenses, ya que la falta de él es lo que provoca que muchos contenedores de la ciudad se encuentren sobresaturados, y no precisamente por falta de capacidad, dando lugar a “imágenes que no son satisfactorias”.
Los solares, otro foco de vertidos
Hassan Mohatar se refirió también al estado de muchos solares, que también están siendo utilizados para vertidos ilegales, y recordó que, en el caso de los privados, son los dueños los que tienen la obligación de mantenerlos limpios y vallados, evitando que se produzca una aglomeración de basuras que, posteriormente, da lugar a la aparición de insectos y roedores.
El consejero espera y confía en la colaboración de los dueños de estos solares porque, como subrayó, la Administración no tiene potestad para actuar en ellos si no es mediante un escrito a la Consejería de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte, momento en el que empieza a contar un mes de plazo antes de que la Ciudad Autónoma actúe de oficio y pase la correspondiente factura y sanción a los propietarios.
Estos vertidos también se están dando en los solares públicos, donde la Ciudad Autónoma “limpia y, a los dos días, está peor”, de ahí que recordara que existe un servicio de recogida de enseres totalmente gratuito que funciona mediante llamada telefónica al 952 68 47 65, de lunes a viernes de 8.00 a 15.00 horas.
