Mordejay Guagnich es el actual presidente de la asociación Mem Guímel. Asociación fundada en 2007 y que con tan sólo 13 años de vida es un referente a nivel mundial. Esta asociación trabaja diariamente en la difusión de la cultura judía-sefardí. Además, cuenta, y se enorgullece de contar, con miembros de todas las culturas: judíos, cristianos, musulmanes, hindúes y gitanos.
¿Cuáles han sido los principales obstáculos desde su creación?
Al principio el apoyo institucional fue casi inexistente. Fadela Mohatar fue la primera en darnos un gran empuje al apoyarnos en dos grandes proyectos: estudio sobre el Barrio Hebreo y la gran exposición que hicimos en 2014 sobre la presencia judía en Melilla. Luego también recibimos mucho apoyo de Paz Velázquez, que nos ayudó a despegar, y ahora mismo con la actual consejera de cultura, Elena Fernández Treviño, tenemos un apoyo importante también. Podemos decir que ha ido de menos a más en cuanto a reconocimiento institucional, al igual que con el reconocimiento de la asociación por parte de la población melillenses y a nivel tanto nacional como internacional.
¿Cuántas culturas están integradas en la asociación?
La asociación está compuesta por miembros de todas las culturas: judíos, cristianos, musulmanes, hindúes y gitanos. Esto nos da un valor añadido, que es tener distintos puntos de vista a un mismo tema, y que nos enriquece como asociación. Todos compartimos el interés por la cultura judía-sefardí.
¿Cuántos miembros forman la asociación?
Tenemos un pequeño grupo de directivos, y después un gran elenco de colaboradores tanto de Melilla, como a nivel nacional e internacional. Vamos creciendo poco a poco, tenemos colaboradores en Israel, en Argentina, y últimamente colaboramos también con Panamá.
Con las nuevas personas se han ido incorporando nuevos proyectos, como el proyecto Sefamel, llevado por Elena Fernandez Díaz, que lo que hace es darle todo lo que es el bagaje histórico, patrimonial y cultural judío en Melilla y toda esa aportación judía a lo que es la Melilla de hoy.
¿Qué proyectos tiene la asociación ahora mismo?
Es importante recalcar que somos un punto de referencia y que trabajamos diariamente pidiendo información de miembros familiares que han estado en Melilla y colaborando con trabajos intelectuales. Ayudamos en tesis doctorales, trabajos de fin de grado, y colaboramos con instituciones tanto nacionales como internacionales. Luchamos por el reconocimiento del judaísmo melillense, el judaísmo melillense es el retorno a Sefarad, el retorno la España contemporánea de los últimos 150 años. Tenemos dos grandes proyectos abiertos. Uno es crear una federación sefardí en la que se integren todas las ciudades de Andalucía, Melilla y Ceuta. Es una federación con proyección internacional y nacional. Estamos terminando los estatutos, y saldrá adelante próximamente. También queremos que se designe un día de la cultura sefardí en España. Creemos que es de derecho que se dedique un día para reconocer a la cultura judía-sefardí. Este es otro proyecto melillense, otro proyecto de Mem Guímel. Finalmente, debemos entrar en la red de judería, pues nos los hemos ganado a pulso. Espero que en breve entremos en ella.
¿Cuáles han sido las aportaciones de los judíos en Melilla?
Los judíos llegaron a Melilla en 1864, cuando solo cristianos habitaban la ciudad. Así llegó la multiculturalidad a la ciudad. Los judíos trajeron la arquitectura, además de la cultura y el deporte. La primera funeraria de Melilla fue de un judío, el impacto en la economía de la cultura judía fue muy importante en Melilla. Es importante entender que ni la historia contemporánea judía ni la historia contemporánea española se comprende sin la aportación de los judíos en Melilla. No es hablar por hablar, es una realidad. La arquitectura en España sin el modernismo en Melilla no se comprendería. Nos duele que cuando se hable de judaísmo contemporáneo se deje a Melilla de lado. Tenemos 8 hitos importantísimos en Melilla después de la expulsión: la primera sinagoga, el primer rabino, el primer cementerio, la primera comunidad, el primer juez rabínico, el primer centro de estudios, el primer barrio hebreo y el primer colegio hebreo de España después de la expulsión judía. Con lo cual Melilla debe ser conocida, sobre todo por esa gran riqueza que tiene Melilla que es la inmersión intercultural.
¿Qué tal han recibido los melillenses la asociación?
La aceptación ha sido impresionante, hacía falta que los melillenses conociesen más la cultura sefardí. Hemos tenido actos muy conmovedores, hoy en día nuestro premio Mem Guimel está reconocido a nivel internacional, lo portan personas de gran calado a nivel internacional. Mem Guimel ya tiene un hueco dentro del panorama sefardí mundial.
¿Cuál ha sido el momento más reconfortante?
Ha habido dos muy importantes para mí particularmente. El primero fue cuando conmemoramos los 150 años de la llegada de los judíos a Melilla, y el segundo el año pasado, cuando cumplimos 13 años (la mayoría de edad religiosa para el judío). También cuando se unió un miembro de la comunidad gitana, la única comunidad que nos faltaba. Era muy importante para nosotros tener representantes de todas las culturas. Estos han sido los momentos más reconfortantes.
¿Algo más que le gustaría añadir?
Estamos viendo que los judíos están retornando a sus países de donde fueron expulsados y nuestro objetivo es traer ese turismo a Melilla, queremos entrar en la red de judería para traer ese turismo a Melilla. Este turismo nos puede ayudar mucho, enriqueciéndonos tanto económica como culturalmente.
