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In Memoriam del heroico Comandante del Tercio Carlos Rodríguez Fontanes (2)

En el 98 aniversario de los Combates de AMVAR

En este año de 2020 se cumple el centenario de la creación del Tercio de Extranjeros motivo por el cual este y siguientes trabajos serán conmemorando a los heroicos legionarios que dieron su vida por la Patria.

Hechos de Armas que dieron prestigio y renombre al Tercio de Extranjeros, hoy denominado La Legión.
…Continuamos con los datos biográficos del comandante Fontanes… El 16 sale con su Bandera y pernocta en el Atalayón, y el 17 asiste a la toma de Nador y Monte Arbós. El 23 a la toma y fortificación de Tauima, Estación y 4ª Caseta. El 2 de octubre a la toma de Sebt y Ulad-Dau. El 5 a la toma y fortificación de Atlaten, siendo herido leve. El 8 ocupa Segangan y el 10 asiste a la operación sobre Taxuda (toma del Gurugú). El 14 a la ocupación de Zeluán y Buguenseim, y el 24 a la ocupación de Monte Arruit.

El 2 de noviembre asistió a la toma y fortificación de la “Esponja” y Taxuda. El 7 a la operación sobre el barranco y meseta del T´lat y fortificación de Iguerman. El 11 a la toma y fortificación de Yazanen y Tifasor. El 14 establece la posición de Sidi Salah, el 18 ocupa el Uixan y fortines de Nuestra Señora del Carmen, San Enrique, San Jerónimo y Alfonso XIII. El 21 a la ocupación de Ras Medua. El 30 a la ocupación de Tauriat Hamed. El 1 de diciembre a la ocupación y artillado de monte Harcha.

Un personaje muy ligado al comandante Fontanes fue el R.P. franciscano–capuchino Emiliano María de Revilla. Este estaba agregado a los Servicios de Aviación y acompañó a las tropas, preferentemente las del Tercio, durante la reconquista del territorio, destacándose en Monte Arruit en la humanitaria labor de identificación de las víctimas de la matanza.

Anteriormente había sido militar. Cursó sus estudios en la Academia de Infantería. También realizó los cursos de Náutica y más tarde los de Aviación; sirvió en varios Cuerpos; pero un día, cansado de la lucha por ideales que en 1906 mantenían muchos jóvenes oficiales, abandonó la carrera de las armas y abrazó la religiosa.

Hizo el noviciado en Bilbao, cantó misa y trabajó en el apostolado de su Orden. El año 1916 vino a Melilla, celebró el oficio divino por las víctimas de la campaña y anunció al despedirse que volvería.

Admirador del Tercio y amigo del comandante Fontanes, tenía el propósito de continuar afecto a él en cuantos avances tomara parte. En los combates de Taxuda lo legionarios gritaban, tras besar el crucifijo que portaba, ¡Viva nuestro capellán! ¡Viva el padre Revilla!
Al iniciarse la campaña de la reconquista del territorio perdido tras el Desastre de Annual, pensó en la pos-guerra, en la obra civilizadora que sería preciso desarrollar entonces y maduró proyectos que sometió a Su Majestad el Rey, que fueron aprobados unánimemente por la Liga Africanista. Se trató, en síntesis, de una acción pedagógica-social rifeña, que recogiera los frutos de la bélica e inculcase a los indígenas – respetando sus costumbres y su religión – el tradicional espíritu español.

Pero sigamos con los datos biográficos del comandante Fontanes. El 7 de enero de 1922 marchó a Tauriat Narrich donde pernoctó, continuando la marcha el día siguiente, llegando a Batel. El 9 formando parte de la columna del general Federico Berenguer marchó a la toma y ocupación de Dar Busada y Ras Busada. El 10 entra en el campamento de Dar Drius, al que encuentran totalmente en ruinas. El 23 asiste a la ocupación de “Casa Quemada”, regresando a Dar Drius, cuya posición fue duramente atacada el día 28 por numeroso enemigo, el cual fue duramente castigado y dispersado. Continuando de servicios de campaña en Dar Drius, hasta el 18 de marzo que con su Bandera asistió a la operación en la meseta de Arkab, que tuvo por objeto la ocupación de “Amvar”, librándose reñido combate con el enemigo en la que resultó herido de arma de fuego y de cuyas resultas murió en la madrugada del día 20 siguiente.

En el D.O. nº 284 de 23 de diciembre de 1923 se le concede el empleo superior inmediato de la escala activa de su Arma, Teniente Coronel, por sus méritos y servicios en operaciones de campaña realizadas en el Protectorado de Marruecos, señalándose la antigüedad de 31 de enero de 1922, fecha final del periodo de operaciones por el que fue propuesto.

Narrado anteriormente los principales episodios bélicos de la Zona Oriental del Protectorado Español en Marruecos, así como la biografía del comandante Carlos Rodríguez Fontanes, pasamos a narrarles el plan de operaciones para el avance de las tropas con motivo de la reconquista del territorio perdido tras el Desastre de Annual, con los preparativos para la ocupación de la cábila de Beni Said con la preliminar toma de la meseta de Arkab y posiciones de Amvar.

EL TEATRO DE OPERACIONES
Inmediatamente después del derrumbamiento de la Comandancia General de Melilla, en el año 1921, se inician las operaciones de reconquista del territorio perdido. Comienzan las primeras operaciones, con el objetivo de proteger Melilla, instalando posiciones en los alrededores de la ciudad, tales como el Atalayón, Dar Hamed (Blocao de la Muerte), Taguelmanim y Zoco el Had de Beni Sicar. Una vez asegurada la ciudad se comienzan los avances por la Península de Tres Forcas con los sucesos del abastecimiento a Tiza y Casabona.

A continuación se progresa por el Sur consiguiéndose el envolvimiento del macizo montañoso del Gurugú, ocupando Nador, Sebt, Atlaten, Taxuda y el Uixan. Y más tarde Tauima, Zeluán y Monte Arruit, en octubre de este mismo año. Prolongándose después la línea de penetración por el llano del Garet hasta el antiguo campamento de Dar Drius.

Por Real Decreto de 14 de marzo de 1922 (D.O. nº 279) se dispuso el cese del General Cavalcanti como Comandante General de Melilla, y por otro de igual fecha se designaba para sustituirle al General de Brigada José Sanjurjo Sacanell. En el referente al General Sanjurjo aclara: que “lo desempeñará con carácter provisional no obstante su empleo, en atención a los méritos que en él concurren y circunstancias de la campaña que en aquel territorio se desarrolla”, por conocer la zona de Melilla desde que se inició la campaña de la reconquista.

Tras un periodo de inactividad bélica motivada por las negociaciones tendentes al canje y liberación de los prisioneros de Annual, por fin el día 5 de marzo de 1922 se acuerda no retrasar por más tiempo el Plan de Operaciones sobre la potente y belicosa cábila de Beni Said, segunda fase de la Reconquista, para constituir el frente occidental con la línea formada por una serie de posiciones enclavadas a unos 80 kilómetros de nuestra ciudad. Desde Dar Drius a Afrau en la costa, y pasando por Ichtiuen, Amvar, Tuguntz, Kandusi, Tisingar, Ras Tikermin, Chemorra, Dar Quebdani y Timayast, para dejar en el interior de la zona dominada al monte Mauro.

Ya aparecían muy lejanas las recientes conversaciones dirigidas por el Sr. Fernández Almeida, Delegado de la Cruz Roja encargado del rescate de los prisioneros.

Como preliminares al plan de avance sobre la cábila de Beni Said, el 7 de marzo se ocupó sin novedad la Zauía de Ababda, posición a corta distancia de Dar Drius, y al día siguiente se llegó al llano de Sepsa, lugar que había de garantizar el flanco izquierdo de la Columna de Drius en su marcha hacia el Norte. En esta jornada se tuvo que lamentar las bajas de tres muertos (entre ellos el comandante Gómez Ortega) y 31 heridos.

El General Berenguer, al proponer al Gobierno la ocupación de Beni Said, abogaba por constituir el frente occidental con la línea determinada por Drius-Ichtiuen-Meseta de Arkab-Tuguntz-Dar Quebdani-Timayast, como frente de espera para futuros avances y señalando la pretensión de prolongarla en su flanco derecho hasta Afrau. Con esta maniobra se cerraría el frente desde Dar Drius al mar, dejando dentro de la zona ocupada el Monte Mauro.

Precisamente, este mismo día 7 por la noche, en la conferencia acostumbrada con el Ministro de la Guerra, supo el Alto Comisario que el Gobierno estaba en crisis y que se había encargado de formar Gabinete al señor Sánchez Guerra, lo que trajo consigo una paralización de los planes propuestos, precisamente en los críticos momentos en que se estaban ultimando detalles para operaciones militares de envergadura.

Juzgado inexplicable el silencio del nuevo Gobierno sobre los asuntos africanos, que tan relevante lugar ocupaban en la órbita nacional, el General Berenguer se creyó obligado, el día 9, a telegrafiar por hilo directo al Ministro de Estado, presentando la dimisión de su cargo de Alto Comisario. El mismo día el señor Sánchez Guerra, después de un saludo al Ejército de Operaciones en Marruecos (cual era su costumbre), manifestaba, por un telegrama al General Berenguer, que podía contar con la confianza del Gobierno y le rogaba “con el mayor cariño que, de momento al menos, accediese a continuar en su puesto”, autorizándole para proseguir las operaciones proyectadas.

Al fin, el día 14 de marzo, después de larga pasividad, dió comienzo la primera etapa de las operaciones para ampliar la zona sometida por toda la meseta de Tikermin y en gran parte por la de Arkab, para continuar posteriormente con la ocupación de la cábila de Beni Said.

Como las informaciones recogidas señalaban fuertes concentraciones enemigas en Tuguntz y Chemorra, con destacamentos en las inmediaciones de Ichtiuen y en el arco formado por nuestras antiguas posiciones en el borde de la meseta de Tikermin, desde Sidi Salem a Sbuch Sbaa, a cuyo frente de combate era de prever acudieran también el núcleo de rebeldes que tenía por centro Nador de Beni Ulixek y la concentración de gran parte de los benisaides, fue necesario obrar con sumo tacto y emplear un gran número de Fuerzas combatientes para alcanzar una máxima efectividad, con el menor desgaste posible.

En vista de tales circunstancias, las Tropas que habían de operar se agruparon en tres grandes Columnas, más una de reserva, todas bajo la dirección inmediata del Comandante General y la directa de los generales Federico Berenguer y Cabanellas, y los coroneles Fernández Pérez y Ángel Morales Reinoso.

La composición de cada una de estas columnas era la siguiente:
COLUMNA BERENGUER.- Cinco Batallones de Infantería; Tercio de Extranjeros; tres Escuadrones de Caballería; dos Baterías del 15,5, cuatro de montaña y tres ligeras; Grupo de Zapadores; Sección de tendido; estaciones ópticas; cinco Compañías de Intendencia; dos ambulancias de montaña, y Columna de municiones de Infantería y Artillería.

COLUMNA CABANELLAS.- Cuatro Batallones de Infantería; Grupo de Regulares; cinco Escuadrones de Caballería; cinco Baterías ligeras; un Grupo de Zapadores; una sección de tendido; estaciones ópticas; una Compañía de Intendencia; dos ambulancias de montaña, y Columna de municionamiento para la Infantería y Artillería ligera.

COLUMNA FERNÁNDEZ PÉREZ.- Cinco Batallones de Infantería; Fuerzas de la Policía a pie y a caballo; dos Escuadrones de Caballería; tres Baterías de montaña y tres ligeras; un Grupo de Zapadores; una Sección de tendido; dos ambulancias de montaña, y Columna de municiones de Infantería y Artillería.

COLUMNA ÁNGEL MORALES (RESERVA).- Tres Batallones de Infantería; dos Baterías ligeras y estación óptica.

Con la mayor valentía y pericia se batieron todas las fuerzas combatientes, que consiguieron los objetivos previstos, al ocupar Ichtiuen, Sbuch Sbaa, Tisingar (con su torreta), Sidi Salem y el antiguo campamento de Kandusi. Se había logrado un extensa zona de maniobra, que aseguraba la línea de comunicaciones en futuros avances, y se había dado, además, un paso importantísimo para la dominación de Beni Said, quedando al mismo tiempo acortado considerablemente el frente de contacto.

La Columna del General Berenguer, que en formación de marcha constituyó la izquierda en el avance, partió del campamento de Dar Drius a las 6 horas y a las 7,40 había coronado la meseta de Arkab, donde se establecieron dos posiciones, una en la antigua de Ichtiuen y otra a la derecha de aquélla.

El total de bajas tenidas en la operación ascendió a 30 muertos (entre ellos tres oficiales, tenientes Ojeda Gamón, San Román Siles y Gómez Arriero) y 126 heridos.

Combate de 18 de marzo de 1922
Esta fue la jornada elegida por el general Berenguer para, mediante una operación de envergadura, ocupar y fortificar el aduar de Amvar, en la meseta de Arkab, con el objetivo de llegar hasta Tuguntz, hecho que no se pudo cumplir.

Desde Ichtiuen, hacia Amvar, la meseta pedregosa de Arkab ofrece pocas dificultades; pero en las proximidades del caserío de Amvar comienza una serie de colinas cortadas por profundos barrancos que vierten sus aguas durante las lluvias torrenciales bien al río Kert, Uardana, y los más al río Baax… (Continuará)

Bibliografía consultada al final del último capítulo

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