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Intérpretes: Kristin Scott Thomas, Sharon Horgan, Greg Wise

¡Que suene la música¡

El eje de la historia que nos cuenta ¡Que suene la música¡ son los coros formados por esposas de militares. Un grupo de mujeres inglesas se unen para crear un club de canto mientras sus maridos sirven en Afganistán.

Juntas constituyen el auténtico primer coro de esposas de militares, ayudándose mutuamente en algunos de los momentos más difíciles de sus vidas, a la vez que se convierten en una sensación mediática y un movimiento global.
A medida que florecen lazos inesperados de amistad, la música y las risas transforman sus vidas, ayudándose mutuamente a superar sus temores por los seres queridos en combate.

El reparto, encabezado por Kristin Scott Thomas (Kate), Sharon Horgan (Lisa) y Greg Wise (Richard), también incluye a Jason Flemyng (Crooks), Emma Lowndes (Annie), Gaby French (Jess), Lara Rossi (Ruby), Amy James-Kelly (Sarah) e India Ria Amarteifio (Frankie).

Kristin Scott Thomas ha sido premiada, por su labor cinematográfica, con el BAFTA (“Cuatro bodas y un funeral”), cuatro Evening Standard British Films (“Un puñado de polvo”, “Cuatro bodas y un funeral”, “Ángeles & Insectos” y “Partir”), dos Premios del Círculo de Críticos Cinematográficos de Londres y un Screen Actors Guild (junto a sus compañeros en “Gosford Park”, de Robert Altman). Fue nominada al Oscar y a los Globos de Oro por su papel protagonista junto a Ralph Fiennes en el film de Anthony Minghella “El paciente inglés” (1996). La hemos visto en películas como “Caprichos del destino”, de Sydney Pollack; “El hombre que susurraba a los caballos”, junto al también director Robert Redford, o “Misión imposible”, de Brian De Palma.

La actriz, guionista, productora y directora Sharon Horgan ha sido galardonada con el BAFTA, aunque es más conocida por su premiada sitcom “Catastrophe”, que ha coescrito y coprotagonizado con Rob Delaney, emitida por Amazon Prime y Channel 4.

A Greg Wise le recordamos como el Willoughby de la adaptación al cine de Ang Lee de “Sentido y Sensibilidad” (1995), o su interpretación como Lord Mountbatten en la primera y segunda temporada de la galardonada serie “The Crown” (Netflix).

El director Peter Cattaneo nació y se crió en Twickenham, Londres, en 1964. Estudió arte en el instituto Leeds Polytechnic, graduándose por el Royal College of Art en 1989. Su primer trabajo, “Dear Rosie” (1990), fue nominado al Oscar al Mejor Cortometraje.

El éxito le llegó con su primer largometraje para el cine “The Full Monty” (1997), película que arrasó en las pantallas de todo el mundo, con una recaudación de 160.049.344 de libras (para su realización, contó con un presupuesto de tres millones de libras), fue nominada al Oscar a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Banda Sonora, ganando este último.

Cattaneo ha dirigido también los largometrajes “Lucky Break” (2001), “Opal Dream” (2005) y “The Rocker” (2008). Par televisión, las películas “Say Hello to the Real Dr. Snide” (1992) y “Loved Up” (1995) y las series: “The Full Wax” (1991), “Teenage Health Freak” (1991) y la multipremiada “Rev” (2010-2014), comedia protagonizada por Tom Hollander y Olivia Colman.

El guión de ¡Que suene la música! Lo han escrito Rachel Tunnard y Rosanne Flynn.

Lo que más atrajo a Cattaneo del guión de ¡Que suene la música! fue que le permitía explorar un modo de vida que raramente se ha visto en la gran pantalla y la realización de un film con música y canto.

El director se entrevistó con esposas de militares que habían pasado por situación similar a la que recoge la película, aflorando temas intensos: un grupo de personas que estaban dispersas que hallan un modo de unirse y forjar camaradería a través del canto; unas mujeres que se supone “permanecen tranquilas y calladas” pero que encuentran sus voces. Comenta: “Logramos conocer a algunas esposas de militares con mucha valentía y sinceridad: las historias personales que compartieron en ocasiones transmitían gran humildad, a veces eran desgarradoras, y a menudo hilarantes. Quedé cautivado por su sentido del humor honesto y terrenal, y me convencí de que debía llenar la película con este tipo de comicidad”.
¡Que suene la música! se se ha rodado en localizaciones naturales en torno a Londres y Yorkshire. La base RMB Catterick, cerca de Richmond, Yorkshire del Norte, donde se formó el primer coro de esposas de militares, facilitó uniformes específicos, vehículos, localizaciones y asesoramiento. Se han utilizado como extras a soldados de servicio y a sus familias. La localización para la casa de Kate es el enclave auténtico del primer encuentro del coro de esposas militares, en 2010.

Se revisaron cientos de canciones para elegir las mejores piezas para el coro. Cattaneo quería canciones que temáticamente resonaran con la historia sin que resultaran demasiado obvias. Se tuvo muy en cuenta qué canciones y géneros se adaptaban mejor a los arreglos corales; se exploró tanto rock como música pop más contemporánea, sin desatender a los clásicos electro pops de los ochenta, por ser lo que sonaba en la juventud de los personajes y generar una yuxtaposición cómica junto a la austeridad de la vida militar.

Todas las canciones se registraron en el escenario con las imperfecciones de un coro aficionado tratando de lograr un auténtico sonido. El reparto practicó la canción definitiva antes del rodaje, pero no se ensayaron las primeras actuaciones de canto para asegurar una espontaneidad genuina.

Las familias del personal militar de servicio suelen desplazarse con frecuencia, lo que dificulta hechar raíces o hacer nuevos amigos, esto hace que las mujeres se sientan aisladas, particularmente cuando los seres amados están lejos durante largo tiempo.

Investigaciones al efecto, demuestran que cantar en un coro contribuye al alivio del estrés y a una mejora en el sentimiento de aislamiento, ansiedad y depresión. La red de coros de esposas de militares ejerce un papel vital al hermanar, a través del canto, a las mujeres de esa comunidad militar.

En el Reino Unido y demás países, hay más de dos mil trescientas mujeres vinculadas al ejército en setenta y cinco coros. Para las mujeres de la comunidad militar, cada nuevo destino resulta tan desmoralizante como excitante, pero saber que se dispone de un coro en el que ingresar en ese nuevo enclave, y que se conoce las canciones e incluso quizá algunas compañeras, puede ser un auténtico salvavidas. Por este motivo, aunque cada coro local tiene su propia identidad, todos funcionan de un modo muy parecido, con su música compartida, unos valores de amistad y diversión, y cantidad de actividades y proyectos volcados en las redes.

En estos difíciles días de obligado aislamiento, ¡Que suene la música! es como un balón de optimismo, muy recomendable. Su música, alegría y pequeños toques cómicos, consiguen enmascarar el drama de trasfondo.

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