El consejero de Salud Pública, Mohamed Mohamed Mohand, negó ayer que las medidas que pondrá en marcha desde el lunes para intentar frenar el rebrote de coronavirus que sufre Melilla supongan, “en absoluto”, una criminalización del sector de la hostelería, como ha criticado la asociación que engloba al gremio.
A preguntas de los periodistas, Mohamed Mohand defendió que estas medidas “no giran en torno a una crítica, sino a fin de evitar o limitar la propagación del virus”, algo que comunicó personalmente al presidente de la Asociación de Hostelería de Melilla, Chakib Mohamed.
El consejero recordó que son cuatro las medidas que se aplicarán al ámbito de la hostelería, entre ellas la publicación de su aforo; la separación de un metro y medio de las mesas, que se medirá a través de las sillas; la prohibición de que las mesas estén ocupadas por más de 10 personas y el registro de cada una de las mesas a nombre de una de ellas en el libro de reservas.
A su juicio, no se trata de medidas “considerablemente restrictivas o que señalen a los hosteleros como culpables de nada” y, de hecho, recordó que muchas de ellas vienen a reforzar obligaciones que ya había, como es la distancia social, en la que únicamente “se cambia el criterio”; o el aforo, que es un dato que ya viene reflejado en la licencia de apertura del establecimiento por ordenanza municipal.
“Actuar en consecuencia”
Mohamed Mohand defendió la necesidad de adoptarlas porque uno de los lugares donde se puede propagar el virus es en ambientes de bares, restaurantes y cafeterías, de ahí que hay que “actuar en consecuencia” con estas medidas, que entrarán en vigor a partir del lunes para dar un periodo de adaptación a los locales comerciales y de hostelería.
“No hemos declarado la guerra a los eventos culturales, sino que hemos regulado esta cuestión”, insistió el consejero al señalar que las medidas adoptadas van encaminadas a intensificar el control de la distancia social y evitar aglomeraciones en eventos y establecimientos hosteleros y comerciales.
También a proteger a los mayores que viven en residencias, a los que se prohibirá salir, aunque podrán mantener el régimen de visitas establecido hasta ahora.
Esta medida, sin embargo, se verá afectada después de que ayer Salud Pública ordenara el aislamiento parcial de la Residencia de Mayores del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), debido a la sospecha de un posible caso de coronavirus de un trabajador.
Asimismo, estarán prohibidas las reuniones de más de 20 personas en espacios públicos y el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio, aunque la orden de Salud Pública recogerá expresamente que, quienes vayan a la playa, deberán llevarla en todo el recorrido hasta que lleguen a su sombrilla, de modo que “nadie está exento en el trayecto”.
Otra novedad: La limitación de aforo en eventos será de 150 personas en espacios cerrados y 200 en abiertos
Como nueva medida, además de la prohibición de fumar en las terrazas, las playas y los Pinos de Rostrogordo, y en espacios públicos si no se guarda la distancia social, Salud Pública establecerá la limitación de aforo de 150 personas en espacios cerrados y 200 en espacios abiertos para los eventos sociales, deportivos y culturales que requieren una autorización expresa de Salud Pública, y para bodas, comuniones y otras ceremonias.
Para pedir una autorización de estos eventos, el consejero de Salud Pública avanzó que la orden que iba a salir publicada ayer en el Boletín Oficial de Melilla (BOME) recoge el modelo de solicitud que habrá que rellenar y entregar con una antelación mínima de 5 días a la fecha de celebración del evento. Dicha orden no había sido publicada aún al cierre de esta edición.
