Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

La perspectiva de Nezar

El Ingreso Mínimo Vital y la economía sumergida

Todos sabemos que una de las últimas novedades que ha aprobado el Gobierno de España ha sido la aplicación de un ingreso mínimo vital a las personas que no reciben ingresos, o éstos son demasiado precarios para llevar una vida que permita la subsistencia mínima en la vida cotidiana de nuestro país.

Desde mi perspectiva, la medida era necesaria. Se tenía que haber aprobado desde hace años, ya que el potencial industrial y laboral español en general es tan sumamente precario que el desempleo y las carencias económicas de gran parte de los españoles ya impedían una vida digna en el veinte por ciento de nuestros ciudadanos.
La medida nos servirá para integrarnos con una mayor plenitud en el marco social demócrata europeo en su conjunto, y también, por qué no decirlo, en un grado de mayor humanidad y sensibilidad social desde la clase política gubernamental a la clase ciudadana.

El problema reside ahora en que, a pesar de la existencia de este ingreso, las carencias seguirán siendo visibles y serán muchos los empleados quienes trabajarán varias horas semanales o diarias sin declarar a Hacienda para complementar el pequeño montante económico que ofrece este mínimo ingreso estatal.

Según mi opinión, somos humanos y esta actitud será inevitable. Sin embargo, creo que existen fórmulas para paliarlo y una de ellas es bastante sencilla. Si tenemos en cuenta que habrá gran cantidad de trabajo en negro y que el Ingreso Mínimo Vital, llegará el día que serán las arcas públicas españolas las que lo sufraguen, tenemos que pensar que la mayor parte de los trabajos susceptibles de esta labor ilegal vendrá por parte de los servicios de limpieza, compañía y apoyo infantil en el hogar, así como a personas dependientes o de la tercera edad.

En la actualidad, una familia que quiera contratar a un trabajador o trabajadora para tal función, tiene que pagar por dicho contrato el treinta por ciento del montante económico al Estado, como poco. y el setenta por ciento restante al empleado. Por este motivo, serán dichos trabajadores quienes menos coticen a la Seguridad Social, y quienes menos cobren el día de su jubilación tras haber trabajado durante casi toda su vida sin cotizar. Yo esta actitud no la veo justa y tampoco rentable. Para que tal circunstancia no se lleve a cabo, lo normal sería crear una tabla fija de 30 euros, más o menos para el Estado y el resto del salario para el trabajador por contrato de media jornada y otros de 50 euros para jornada completa en aquellos trabajos muy susceptibles de fraude, como los que he indicado anteriormente…Tengamos en cuenta que la mayor parte de los contratantes son personas de clase media cuyos recursos, a pesar de ser suficientes, tampoco son tan boyantes como para funcionar a modo empresarial. Son contratos de hogar y similares.

Pienso que es mejor eliminar el trabajo en negro y cobrar, aunque sea poco, que propiciar el ambiente para un fraude fiscal inevitable, del que no se va a rentabilizar absolutamente nada. Desde mi perspectiva, veo esta actitud y la aprobación de una nueva Ley que la regule algo necesario tanto para los contratantes como para los contratados algo necesario. Pensemos también que no siempre va a sufragar Europa el gasto del Ingreso Mínimo Vital en nuestro país; las negociaciones no siempre van a ser ventajosas. Pensemos que cuando las cosas no salgan como queremos, debemos de estar preparados para mantener nuestros avances sociales por nosotros mismos y utilizando nuestros propios recursos.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€