La Ciudad Autónoma de Melilla tiene intención de invertir a medio plazo casi cinco millones de euros en la mejora del Parque Lobera, el segundo más antiguo de la ciudad, cuya creación se remonta a principios del siglo pasado, con el objetivo de que recupere su “esplendor”. El presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, y el viceconsejero de Recursos Hídricos, Energías Renovables y Políticas Ambientales, Francisco Vizcaíno, visitaron ayer este recinto natural para ver el resultado de la primera fase de la remodelación. En declaraciones a los periodistas, Mohatar explicó que esta primera fase ha consistido en la remodelación del suelo, el cambio del sistema de riego y la creación de una nueva zona de paseo, además de la sustitución de las barandillas de apoyo a los accesos a los distintos niveles del Parque Lobera.
Además, también se ha llevado a cabo un saneamiento del arbolado y otras diferentes actuaciones que han supuesto una inversión de 938.000 euros en esta primera fase, sobre la que el consejero destacó su necesidad porque este recinto “ha estado abandonado durante muchos años”, situación que se quiere revertir con ese “esfuerzo bastante importante” de casi cinco millones a medio plazo.
Segunda fase
La segunda fase, que comienza ahora con un presupuesto de 680.408 euros, incluye los trabajos de reparación del foso y acondicionamiento del acceso al Parque Lobera desde la céntrica plaza de la Aviación Española, unas obras que tendrán 8 meses de plazo de ejecución.
También está previsto llevar a cabo la limpieza de las galerías subterráneas, la restauración de los muros exteriores y medianeros, así como la inclusión de un parque infantil y un depósito de agua, con capacidad de 80.000 litros, para la red de riego con agua del terciario para la vegetación de este recinto natural.
El nuevo acceso estará englobado en el plan de recuperación del antiguo Cuarto Recinto Amurallado y está previsto que se realice desde la Alcazaba, actuación que desembocaría a través del muro de San Carlos.
Toda la zona será definida como zona verde, se destinará principalmente al uso peatonal y se dotará del necesario sistema de iluminación.
La solución que se plantea desde la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad tiene como principal objetivo la recuperación del estado original mediante la restauración de los muros de mampostería originales de la contraescarpa.
Se pretende una mínima afección en la zona buscando una solución que integre el Parque Cándido Lobera con el recinto histórico y con la zona centro de la ciudad, mejorando el acceso y haciéndolo más atractivo desde un punto de vista histórico-cultural.
