Chakib Mohamed, presidente de los Hosteleros de Melilla, dejó claro que el sector se encuentra “muy mal” después de la implantación de las nuevas medidas de seguridad por parte del Gobierno para evitar los contagios. Aseguró que ha habido un descenso de hasta un 70% en reservas este fin de semana con respecto a semanas anteriores y algunos melillenses tienen “pudor” a la hora de ir a bares y restaurantes. En cuanto al ocio nocturno, detalló que hay dos locales que han tenido que cerrar y a los demás el trabajo se les ha reducido en un 80%. El presidente de la Asociación de Hosteleros de Melilla, Chakib Mohamed, explicó a este Diario que los establecimientos que se dedican al ocio nocturno son los más perjudicados porque a la una de la mañana tienen que estar cerrando.
Destacó que ahora se están implantando nuevos hábitos de comportamiento en la hostelería porque muchos melillenses prefieren ir a beber copas antes y no cenar ya que incluso las reservas en los bares y restaurantes ha disminuido hasta un 70% en este fin de semana respecto a las semanas anteriores.
Asimismo, espera que estas nuevas medidas a nivel local contengan el contagio porque “si intentamos contenerlo y luego, viene gente de fuera que están contagiados, el esfuerzo que estamos haciendo no va a servir para nada”.
Sobre la situación de los locales, Mohamed resaltó que de momento dos locales dedicados al ocio nocturno han tenido que cerrar, no tiene constancia de que hayan vuelto al ERTE, pero algunos han aprovechado este tiempo para coger vacaciones y cerrar los establecimientos.
En el estado de alarma, remarcó que trabajaron preparando comida a domicilio, pero ahora los melillenses no se animan tanto, tienen “pudor y miedo, se ha notado porque el consumo ha disminuido”.
“Ha habido un descenso de población por las vacaciones y por la situación actual de miedo e inseguridad”, sostuvo.
Sobre si han vuelto a reajustar la distancia, señaló que el aforo en el interior es de un 70% y la distancia de un metro y medio, además de que en las terrazas se tiene en cuenta que puede haber un tránsito de personas.
Aseguró que los hosteleros están poniendo “todo el ánimo y el esfuerzo del mundo”, pero si la gente no sale y no consume es “muy difícil” mantenerse.
Hizo hincapié en que es más complicado para el ocio nocturno porque su funcionamiento empieza a partir de las 00:00-00:30 horas, tener que cerrar a la una ha anulado casi el 80% de su trabajo y es “muy difícil se puede subsistir con eso”.
En cuanto a qué le parece el corte de carreteras para frenar el botellón, el presidente de la Asociación recalcó que, si las medidas tienen que ser en hostelería, también deben cumplirse en cualquier otro lado. En la hostelería, Mohamed apostilló que están regulados, se cumple con las medidas de seguridad e higiene y “sería injusto si no se mediara contra el botellón y la aglomeración de personas”.
“Espero que salgamos pronto de esta situación tan catastrófica para el sector, tan castigado, y no vamos a permitir que se relacione contagios con la hostelería”, concluyó.
¿Qué ocurre con los transfronterizos?
El presidente de la Asociación de Hosteleros apuntó que la situación de los transfronterizos es un “sin vivir” ya que son “muy importantes” tanro para el sector hostelero como para otros. Expuso que se lo plantearon a Promesa y a la consejera de Hacienda debido a que es una situación “muy atípica”, el ERTE se acabará y los trabajadores transfronterizos no se podrán incorporar.
Señaló que van a tener una reunión con la consejera de Hacienda y el de Economía y para hablar de la flexibilización de los trámites de las exigencias para las ayudas al sector porque cree que “no hacen falta tantos requisitos, si se debe estar al día con las deudas de la Administración que se puedan fraccionar y una vez que se pague, se le abonará la ayuda”. Además, intentarán saber qué tipos de ayudas se darán y qué baremos se usarán para el sector afectado que es el de ocio nocturno con unos 17 locales.
