En la popular serie “Juego de tronos", el lema de la casa Stark era “Winter is coming” (Se acerca el invierno…. para los que no sabemos inglés ), al parecer como forma de expresar que hay que estar prevenido y no actuar irreflexivamente, teniendo preparados incluso planes alternativos como recurso, ya que el invierno-como invierno que es-esconde peligros. La pandemia del COVID-19 llegó con el invierno.
En las próximas semanas, ocurren los dos primeros hechos que van a marcar la evolución de la pandemia en España, y más en Melilla por su carácter insular actual, ya que sólo se puede llegar a ella por barco o avión (salvo la inmigración ilegal, claro!); me refiero-cito por orden cronológico-al final de las vacaciones estivales y al inicio del curso escolar, y su “peso epidemiológico” es claro, al ser protagonizado por miles de personas.
Vaya por delante que pocos países han vencido a la pandemia, pero los resultados de diferente signo-epidemiológicos y económicos-, obtenidos por los países que apostaron por una estrategia más activa, frente a la inmovilista basada en el confinamiento (ejemplificada por España), deben de hacer reflexionar, sobre todo a las autoridades, en las medidas a adoptar; en este momento-cuando por fin, aunque otra vez tarde, el gobierno ha asumido el papel de liderazgo y coordinación que le corresponde-, creo indicado hacer estos comentarios:
1. España padece la peor situación epidemiológica de los países europeos (OCDE), y ello no habla bien de España como país-ni de su gobierno ni de sus gente-; afortunadamente creo que no se va a producir un nuevo confinamiento y lo celebro, ya que el gobierno sabe que el país no lo soportaría sin caer en una recesión económica-más grave que la actual-, y de la que España no se recuperaría en décadas. Otra cosa es que deban de buscarse las causas de ello, y corregirlas, pero no veo personas capacitadas para ello al frente del equipo que debe hacerlo.
2. La situación actual en Melilla es preocupante, porque está subiendo el nivel de incidencia-casos nuevos diarios-, y a pesar de que la mayoría de los casos nos han llegado de fuera-luego se transmiten dentro de Melilla-, no se prevee cortar las comunicaciones con la península, cosa que también celebro; sin embargo preocupa que sabiendo cómo llegan los casos índice a Melilla, no se haya tomado aún medida efectiva alguna con los viajeros ( ficha epidemiológica de viajeros para detección y seguimiento de casos-riesgo, realización de tests, acceso priorizado a la asistencia sanitaria,..).
Es imprescindible la concienciación ciudadana, porque los mejores agentes de salud pública-nuestro comportamiento y nuestras palabras-, pueden ser la mejor arma de concienciación, y deben ser estimuladas mediante una “campaña publicitaria de inundación”. Desgraciadamente, y me duele decir esto, en general veo mucha irresponsabilidad e insolidaridad, por lo que no hay más remedio que utilizar los medios legales establecidos para corregirlas, incluídas las sanciones.
Respecto a la controversia existente con la hostelería y los locales de ocio nocturno, lo regulado me recuerda al jefe que para llamarle la atención al mal trabajador, reúne a toda la plantilla para recordarle ¡a todos!, que deben cumplir. En Melilla es público donde no se están respetando las normas, ¿porqué se afecta a todo el sector cuando son 2 o 3 locales los que las incumplen?.
3. Es fundamental e imprescindible que no se cometan los errores de la ola epidémica de marzo, para que no se repita el desastre asistencial de entonces; ello requiere “ir a por el virus", y ya se convino por todos, al acabar el estado de alarma, que era necesario acopiar las suficientes reservas logísticas de material sanitario-tanto terapéutico como preventivo-, así como reforzar el aparato asistencial (sobre todo la Atención Primaria y Urgencias). Lamentablemente no veo esas tareas realizadas, y deseo que el tiempo me quite la razón.
4. Cuando estamos a 15 días del teórico inicio de las clases, aún no está definido el modelo que se va a aplicar, puede que salga de la reunión convocada para ¡el día 27 de agosto!…. (sic); aunque no dudo que se habrá trabajado y mucho en los posibles escenarios, no es normal que aún no se hayan dando al menos pistas de como van a ser las clases. Tengo casi la certeza-derivada de las recomendaciones que en junio dió el Ministerio-, de que finalmente será un modelo mixto-presencial y telemático-, cuyos componentes tendrán sentidos inversos respecto a la edad; o sea, el peso del telemático tendrá una relación directa con la edad, y la del presencial será inversa ( a menor edad, mayor estancia en el centro docente). A ello se le deberá unir un descenso de las ratios por clase (se necesitarán más docentes) y otras medidas ya conocidas en el ámbito general.
Pero al profesorado-si aún nadie lo ha informado y formado para ello-, no le va a dar tiempo preparar y prepararse para este especial curso académico, por lo que preveo un retraso en su inicio-podría hasta ser positivo para ganar tiempo-, lo que pudiera ser obligado si la situación epidémica sigue empeorando y hace razonable esa demora, porque comenzar el curso y a la semana cerrar los centros, sería una catástrofe.
El Ministerio de Educación, en mi opinión, debería de haber constituído una comisión permanente de expertos-desde el final del estado de alarma-, para la elaboración de documentos de trabajo, coordinada por el Ministerio y en contacto con las C.C.A.A., que son las competentes en el tema; no es el caso de Melilla, que no tiene competencias educativas ya que depende del Ministerio, por lo que es responsabilidad directa del mismo su regulación, pero también está en la misma situación.
5. Esta semana, un grupo de profesionales de amplia trayectoria en el campo de la salud pública y áreas conexas, han elaborado un documento que propugna una estrategia para afrontar el actual período y lo que va a llegar; lo comparto porque propone no limitarse a “prepararnos para la ola epidémica", sino además “ir hacia ella” para controlar los nichos donde se está gestando, y tratar de minimizar sus efectos. http://semesmadrid.es/documento_consenso_covid19_esp/
6. La sociedad está atenazada por la desconfianza generalizada de la ciudadanía, tanto en los gestores públicos-que una y otra vez dan muestras de su incapacidad para sacarnos de la crisis-, como en la gente que reiteradamente tiene comportamiento irresponsable e insolidario; todo ello en nosotros, al no tener referentes fiables(líderes sociales) en los que apoyar nuestros actos y decisiones, causa un inmovilismo cerval.
Ante el invierno que se acerca, debemos de preguntarnos si estamos preparados para los riesgos que nos acechan, y haciendo nuestro el lema de la Casa Martell-"Nunca doblegado, nunca roto"-, deberemos de resistir y continuar, confiando en nuestra capacidad y la de la sociedad que compartimos, llevando a la práctica diaria valores como la responsabilidad y la solidaridad, para generar la confianza que recupere la normalidad.
