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Libertad económica

Los peores en todo

España ya es el país europeo con más contagios por coronavirus, el país con la tasa de paro más alta de Europa, el país en el que el PIB ha caído más del mundo, y de acuerdo con los datos ofrecidos por Statista, descontando Bélgica (contabiliza sus casos de una manera distinta), el tercer país del mundo con más muertes por cada millón de habitantes, solo por detrás de Perú y Reino Unido.
“Pedro Sánchez cancela sus vacaciones y vuelve a Madrid” dicen algunos titulares de prensa. Ejemplar que el presidente del gobierno, el único presidente que en plena pandemia se ha ido de vacaciones, después de 16 días de vacaciones, de gastarse más de 8000 euros en mosquiteras, y de seguir cobrando el 100% de su sueldo, cancele sus vacaciones un día antes de que estas acabasen para hacer frente a la pandemia. Pero volviendo a lo que nos ocupa, el banco de España ya cifra en una cuarta parte las empresas españolas que están en quiebra, cifra que asciende al 40% de las empresas dentro del sector hostelero. Todavía seguimos sin un plan para la vuelta al curso escolar, y el Gobierno sitúa la Conferencia de Presidentes sobre el curso escolar para finales de agosto o principios de septiembre. Entendible, pues ¡quién iba a prever que el curso escolar empezaría en septiembre!
La nueva es que nos quedamos sin Remdesivir, medicamento fundamental para tratar a los pacientes de Covid. El gobierno aseguró, hace un mes, que había suficiente para lidiar con los posibles rebrotes. Efectivamente, no hacen ni una sola cosa bien. Y si bien es verdad que algunos ciudadanos también se han comportado de forma muy irresponsable, no es menos cierto que eso ha pasado en todo el mundo, mientras que las consecuencias de este virus han golpeado a España más que a ningún otro país, tanto en el ámbito económico como en el sanitario. Algo de culpa tendrá nuestro gobierno.

En definitiva, preocupa, y mucho, la crisis económica que se avecina con el peor gobierno posible para hacerla frente. Quedará un país endeudado y con una gran parte del tejido productivo destruido. La economía va a necesitar mucho ahorro, tanto nacional como extranjero, y la estructura productiva tendrá que adaptarse a las nuevas circunstancias, para lo que es necesario contar con un mercado laboral flexible. Ahorro, inversión, y flexibilidad del mercado laboral son necesarios para afrontar lo que viene, justo aquello que aborrecen nuestros gobernantes.

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