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La presidenta se reunió con De Castro y Gloria Rojas, pero asegura que ninguno ha ayudado a la Asociación

ADIMEL denuncia que la Ciudad Autónoma lleva “mareándoles” desde hace año y medio para no cederles un local

La presidenta de ADIMEL, Hanan Mohamed, junto a otras compañeras de la entidad

La presidenta de la Asociación de Diabéticos de Melilla (ADIMEL), Hanan Mohamed, explicó a este Diario que el Gobierno local lleva “mareándole” desde hace un año y medio para no cederles un local donde poder atender a sus usuarios. Se reunió con Eduardo de Castro y con Gloria Rojas, pero asegura que ninguno le ha ayudado. Resaltó que Melilla cuenta con multitud de diabéticos y solo quieren tener un sitio, que no sea una cafetería o un local que alquilan, para poder dar apoyo a las personas y familias que acaban de ser diagnosticadas. La presidenta de ADIMEL, Hanan Mohamed, cuenta que lleva alrededor de cuatro años sin local para atender a los usuarios ya que el anterior Gobierno local había realizado un proyecto donde iban a ubicar a las asociaciones de Enfermedades Raras, de Enfermos Reumáticos, CERMI y ADIMEL en la Casa de la Juventud.

Expresa que mandaron hasta tres cartas a la Consejería de Bienestar Social y después un año y medio nadie las ha citado para ceder un local a una asociación “tan grande” como las personas con diabetes.

Como en Bienestar Social no les respondían, pidieron una cita a la Yonaida Selam, presidenta de Emvismesa, para que les explicase cuál era la situación en la que se encontraba el proyecto. “Después de cuatro citas sentada en la puerta, nos las anula, cuando he cambiado mi turno en el trabajo para poder acudir”, sostuvo.

Afirmó que con Yonaida Selam desistieron y vieron que sí que arregló, por ejemplo, la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer. ADIMEL decidió hablar con la delegada del Gobierno quien les comunica que les va a ayudar y va a poner en conocimiento la situación, pero tampoco reciben respuesta.

También, tuvieron una reunión con el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, quien les dijo que les iba a llamar en una semana y que no se preocupasen. En el Día Mundial De La Diabetes, cuando leyeron el manifiesto hicieron unas declaraciones en prensa y fue Gloria Rojas quien se comprometió a solucionarlo, pero no recibieron respuesta.

Después del estado de alarma, Mohamed se entera de que el consejero de Infraestructuras, Rachid Bussian, tiene varios locales que acabó destinando a Enfermedades Raras y a Deportes, por lo que, decidieron pedírselo por escrito ya que “me dejó dos veces tirada en la puerta”.
“Le dije al secretario que he cambiado el turno en mi trabajo para poder acudir, a día de hoy sigo esperándole y hace una semana que le dije que necesitaba una reunión o que me dijese algo”, expuso.

A día de hoy, indica que no sabe nada y parece que “nadie se preocupa de una Asociación en la que 4 de cada 12 habitantes en Melilla son diabéticos”.

Además de que tiene que recibirlos en una cafetería para comunicarles a los padres que “no se preocupen porque su hijo va a estar bien, va a hacer una vida normal y va a recibir apoyo de ADIMEL”. “¿Cómo voy a dar credibilidad en una cafetería?”, se preguntó.

Mohamed señaló que los enfermos de diabetes son muy variados y no pueden estar alquilando locales para hacer talleres.

“No paran de llamar para que retiremos los enseres del almacén de la Ciudad”
La presidenta de ADIMEL explica que tienen el material de la asociación, ordenadores, sillas y mesas en los almacenes de la Ciudad Autónoma y todas las semanas les llama un funcionario del Ayuntamiento para que los retiren.

Asevera que le llaman pidiéndole que retire los enseres porque el presidente de la Ciudad necesita el almacén, pero “no tenemos sitio donde meterlo porque no tenemos local por culpa de que no hay comunicación entre ellos”. Mohamed deja claro que es una asociación grande que abarca a multitud de melillenses con problemas porque hay desde personas mayores, adultos, adolescentes y niños, y no solo atienden al paciente sino al entorno porque el cambio alimentario va relacionado con toda la familia y cree que “eso no se puede hacer en una cafetería”.

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Lorena Japon

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