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Un violento motín en el CETI se salda con 26 inmigrantes detenidos y una veintena de agentes y vigilantes heridos

Un total de 26 residentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla fueron detenidos ayer por su implicación en un violento motín que protagonizaron durante horas en el interior de dicho centro un gran número acogidos en él -200, según la Delegación del Gobierno, 400 según fuentes policiales-. Se trataba del segundo día de protestas de una parte de la población migratoria en este centro para exigir su traslado a la península y el cese del confinamiento por el coronavirus. Este grave altercado se saldó, además, con cerca de una veintena de heridos entre los agentes y vigilantes de seguridad que trataron de ponerle fin llegando a utilizar, incluso, material antidisturbios.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla informaron de que en esta protesta participó un grupo de unas 200 personas y fue necesario desplegar en la zona una fuerte presencia policial, con 13 patrullas de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local. También había un número importante de vigilantes de seguridad trabajando de manera conjunta con los agentes.
Todos ellos recibieron una lluvia de palos, piedras y otros objetos del mobiliario del CETI que fueron empleados por los inmigrantes amotinados en el pasillo de acceso al centro migratorio. En los numerosos vídeos que se compartieron en las redes sociales, muchos de los cuales se viralizaron a nivel nacional, se podía ver a algunos de los participantes arrancando de cuajo los adoquines del suelo para lanzarlos contra los agentes.
También emplearon como armas arrojadizas papeleras, contenedores, y todo tipo de objetos contundentes que fueron encontrando en mitad de la tensión. Cuando la normalidad pudo ser restituida en el CETI, todos estos elementos se quedaron esparcidos cubriendo el suelo en imágenes que muchos no dudaron en calificar como una muestra de la batalla campal vivida minutos antes.
Fuentes policiales apuntan, además, que dentro del CETI hubo barricadas en las que se llegó a quemar parte del mobiliario.

Heridos
Parte de los objetos lanzados terminaron impactando contra las ventanas de las diferentes dependencias del CETI, como el comedor, donde no se salvó ni uno de los cristales. Una trabajadora del CETI tuvo que ser evacuada del centro por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante su estado de nerviosismo.
En mitad del caos, algunos residentes protagonizaron intentos de escapar saltando la valla perimetral del CETI, según la Delegación del Gobierno, que cifró en seis los guardias civiles y en tres los policías nacionales que resultaron heridos al ser alcanzados por las piedras y tuvieron que ser atendidos por sanitarios del 061.
Sin embargo, no fueron los únicos lesionados, ya que también hubo varios agentes de la Policía Local heridos, además de siete vigilantes de seguridad del CETI, según ha podido saber este Diario. El despliegue de seguridad, protegido con escudos y cascos, también sufrió daños en su equipamiento, lo que da una idea de la violencia desatada durante el motín.
Según las fuentes consultadas por este Diario, agentes del GRS de la Guardia Civil tuvieron que seguir actuando por la tarde, tras haberse restituido la situación en el CETI, por varios conatos de protestas que fueron rápidamente solventados sin que fueran a más.

Exigen traslados
El de ayer fue el segundo día que el CETI vivía protestas por parte de sus residentes, que exigen su traslado a la península después de que no se haya producido ninguno desde hace tres meses.
Hay que recordar que, desde el inicio de la pandemia, el Gobierno central solo ha llevado a cabo dos traslados de inmigrantes del CETI de Melilla a la península, uno el 22 de abril, de unas 60 personas, y otro el 27 de mayo, de 136, y ha impedido el acceso de los inmigrantes que han ido llegado de forma irregular a Melilla, de los que se ha hecho cargo la Ciudad Autónoma en el centro de acogida temporal habilitado en la Plaza de Toros.
Otra de las exigencias es poder salir al exterior, ya que el CETI fue confinado el pasado viernes por el primer caso de coronavirus en el centro, que ahora se han elevado a 4, por una orden de la Ciudad Autónoma que fue anulada este martes por el juzgado de guardia, si bien el Gobierno de Melilla ha vuelto a publicar dicha medida en el Boletín Oficial de Melilla (BOME), que se encuentra a la espera de ratificación judicial.

Condenas
El motín de ayer generó una cascada de reacciones de políticos, partidos, sindicatos, asociaciones y ciudadanos condenando la violencia y deseando una pronta recuperación de los heridos. Los más críticos en sus comentarios fueron las entidades representativas de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

El origen de los altercados: impedir que llegara la comida

Según las fuentes consultadas por MELILLA HOY, el motín comenzó cuando el personal encargado del suministro llevó la comida al CETI, donde desde por la mañana había una protesta. Los vigilantes intentaron hacer un pasillo para que pudiera entrar la mercancía, momento en el que “empezaron los empujones y los gritos” para evitarlo. La situación desató, entonces, los actos vandálicos.
Hasta que no llegaron los refuerzos de seguridad, los primeros minutos tuvieron que contener la lluvia de objetos apenas una quincena de efectivos entre vigilantes y guardias civiles, según las mismas fuentes, que destacan la colaboración de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Policía Local y los propios vigilantes para poner fin a la revuelta. Un objetivo que también intentaron algunos de los residentes en el CETI ajenos al motín, algunos de los cuales salieron, incluso, mal parados por la reacción de los amotinados.

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Redacción

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