Asegura Mustafa T.K., un ceutí varado desde marzo en la ciudad marroquí de Castillejos, cerca de la ciudad hermana, que resulta imposible salir del reino alauita y que todos son problemas y dificultades para ceutíes y melillenses en su misma situación. Asegura que resulta materialmente imposible encontrar billete para poder embarcar en los buques fletados para regresar a España, porque hay quienes hacen acopio de ellos para revenderlo, a personas desesperadas por salir, que incluso están dispuestas a pagar pasajes individuales de entre 350 y más de 500 euros. “En mi caso me encuentro en Castillejos desde marzo, retenido contra mi voluntad y con problemas de salud serios. No puedo regresar a mi casa en Ceuta desde que cerraron la frontera y todo son dificultades para los que somos ceutíes y melillenses, que vamos moviéndonos por Marruecos, como podemos y con mucho miedo, cuando escuchamos que va a salir un barco desde Tánger o desde otro puerto marroquí para la península”, se lamenta Mustafa T.K.
El difícil regreso
Pero cuando llegan al puerto no se acaban las dificultades porque “si es verdad que hay barco, no hay pasajes suficientes, porque hay mafias que los compran y los revenden a 350 o a 500 euros como he visto a pagar a gente desesperada para poder volver a España”. “Cada vez que sale el anuncio de las navieras, relleno el formulario para viajar, para que me llamen, pero nunca ocurre y creo que es porque hay personas interesadas en sacar dinero de esto”, se lamenta. “A mí me han llegado a ofrecer billetes de barco a 350 euros, otra vez a 480 euros y otra a 500, pero no tengo dinero. Llevo muchos meses en Marruecos y no tengo ahorros, todo se ha ido, y estoy desesperado”, afirma. Este ceutí no responsabiliza a las navieras españolas de estos hechos, pero sí le gustaría que tuvieran conocimiento de su denuncia, al igual que las autoridades consulares españolas.
Afirma que la mayoría de los españoles que se encuentran con él en Castillejos en estos momentos, una treintena, son ceutíes, a los que apenas separan 7 kilómetros de la frontera que los llevaría a sus hogares, pero “también hay melillenses”. “Hay enfermos, personas mayores, familias. Una persona amiga mía murió por falta de asistencia médica adecuada, y no dejaron que lo evacuaran a Ceuta. No quiero que ni a mí ni a nadie más le pase lo mismo”, deja patente.
Critica también a las autoridades consulares españolas en Tetuán y asegura que personalmente, “no me han ayudado en nada”. Espera poder regresar pronto a casa y dejar atrás esta pesadilla en tierras marroquíes, donde se encuentra varado desde el pasado mes de marzo cuando con la declaración de la pandemia, se cerraron las fronteras entre el reino alauita y nuestro país.
