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Temor en el centro penitenciario a un brote de Covid-19 e incluso a un motín tras el ingreso de los 33 detenidos del CETI

Tras los altercados en el CETI, fueron detenidos 33 inmigrantes

El ingreso en prisión este viernes de los 33 inmigrantes detenidos tras los disturbios ocurridos este miércoles en el centro de estancia temporal de inmigrantes (CETI), ha generado entre los funcionarios del centro penitenciario y los reclusos, el temor de que pueda producirse algún brote de covid-19 al conocerse que proceden de un centro en el que se han dado hasta ocho casos positivos. Temen también que, por su número, los detenidos puedan incluso protagonizar un motín. En una nota de prensa, el sindicato ACAIP-UGT, mayoritario en el ámbito penitenciario hace público “el miedo existente entre presos y funcionarios ante una posible transmisión del virus al interior de la prisión melillense”. Recuerda que el pasado viernes 28 de agosto por la tarde se produjo “el caótico ingreso en prisión de 33 internos provenientes del CETI”. Exponen que en la operación “faltó coordinación entre las administraciones, no se reforzó el servicio y hubo problemas para identificar a los ingresos”.

Acaip-UGT deja patente de que “no hay constancia de que se haya realizado algún tipo de prueba a estos internos para la detección del covid-19 y creemos que para la prisión de Melilla supone un riesgo brutal el hecho de introducir a 33 personas residentes en un centro donde hay un brote con 8 positivos y más de 200 contactados reconocido por las autoridades sanitarias”.

Explica que estos residentes han sido destinados a dos módulos diferentes del centro penitenciario para “pasar la cuarentena, pero sería imposible evitar el contagio porque tienen que tener contacto con funcionarios, educadores, personal sanitario, presos con destinos, etc.”, manifiestan.

Riesgo de motín
El sindicato entiende que las autoridades “tienen la obligación de preservar la salud de los presos y de los funcionarios y les hace responsables de lo que pueda pasar en el futuro”. “Han metido una bomba de relojería en un ambiente tan cerrado como el de la prisión”, deja patente Acaip-UGT, que se pregunta si tan caro resulta hacer unas pruebas covid a los nuevos internos.

Por otro lado, advierten de que el ingreso de 33 internos “con una causa común puede acarrear problemas de seguridad para el centro penitenciario, en el caso de que se unan y creen altercados, por eso exigimos a la Delegación del Gobierno y a Instituciones Penitenciarias que actúen de forma preventiva para evitar tanto problemas de seguridad como sanitarios en el centro”.

CSIF-Prisiones
También el sindicato CSIF-prisiones manifiesta su preocupación por los 33 inmigrantes que el viernes ingresaron en la prisión de Melilla, como consecuencia de los “graves altercados ocurridos el pasado miércoles en el CETI”. A estos inmigrantes “no se les ha realizado ningún test antes de su ingreso, con el consiguiente riesgo sanitario tanto para el personal funcionario como los propios internos”, advierten en un comunicado.

El centro penitenciario (C.P.) de Melilla “no está preparado para recibir en un solo día un incremento de la población reclusa en un 12% y sólo se disponen de 2 celdas americanas en el módulo de ingresos para alojar a un máximo de 6 internos”. CSIF-Prisiones urge “a una mayor coordinación entre la Administración de Justicia y la Dirección de C.P. para poder prepararse ante tal avalancha de ingresos tanto por la propia seguridad del Centro como por la seguridad sanitaria que nos enfrentamos por el COVID-19”. Afirma que la Guardia Civil tuvo que “permanecer en el centro hasta las 19:30 hasta que se pudo identificar a todos los internos, con tal despropósito que tuvo que recurrir a los ficheros del CETI para poder terminar de identificar a algunos inmigrantes”. “Tal fue el desbordamiento que se produjo que hubo que recurrir urgentemente a proveedores para suministrar colchones, sábanas, almohadas, etc.”. CSIF Prisiones solicita que se realicen las pruebas PCR a los 33 internos, así como a todos los que estuvieron en contacto el viernes durante el ingreso para “garantizar la seguridad sanitaria en el interior de la prisión, ya que un positivo supondría una bomba de relojería”. Asimismo, solicitan que “se vuelvan a suspender las comunicaciones tanto Vis-vis como por locutorios ante el incremento de positivos en la ciudad de Melilla”.

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Redacción

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