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El despropósito de la vuelta al cole en Melilla

Toni Roderic y Nourdine Ahmed Hassan, de Los Verdes de Melilla

El Ministerio de Educación, la Delegación Provincial del Ministerio en Melilla y el gobierno de la CAM han tenido seis meses para pensar, planificar, consensuar y presentar el proyecto del funcionamiento de los colegios este septiembre.
Este lunes, el delegado provincial de educación, el señor Berbel, envió a los padres de alumnos un tocho de seis páginas con las medidas sanitarias que se iban a contemplar en los colegios. Un “cortaypega” de las normas de la señora Celáa, ministra de educación sin competencias en las comunidades autónomas a excepción de Ceuta y Melilla donde las tiene todas. En el tocho de marras nos encontramos con alguna que otra incongruencia y bastantes faltas de concreción. A saber:
1. Dice que se realizarán PCRs a los profesores, no sabemos cuándo, pero evidentemente los resultados se sabrán cuando haya empezado el curso y los profesores hayan interactuar con los alumnos. Debieron haberse hecho durante este mes de agosto.

2. En cada Centro habrá un profesor coordinador del COVID19, que será el encargado de tomar medidas sanitarias para lo que no está formado, ni se sabe cómo los formarán ya que en caso de que haya que aislar algún alumno tiene que acompañarlo a una aula específica…
3. Se habla de poner en marcha las “aulas matinales” que son las que en principio ayudarían a la conciliación familiar. Pero su funcionamiento entra en contradicción con la norma que “los grupos sean de convivencia estable” y con lo que señala la circular de que se evitarán actividades del grupo que conlleven mezcla de alumnos.

4. Se nos advierte de la obligatoriedad de la asistencia a clase, pero se obliga a los padres a que sus hijos no salgan de casa si tienen síntomas del C19, como si los padres pudieran diagnosticar la enfermedad. Y además no se nos indica de quién es la responsabilidad en caso de contagio, ni se garantiza la seguridad de nuestros hijxs.

Como ejemplo del funcionamiento, tenemos la actividad de los centros de ayer martes, en los que hubo las recuperaciones de septiembre. En los casos que conocemos -no son todos los de Melilla-, los que hemos observado y fotografiado, nos hemos encontrado abrazos y besos entre los alumnos, ausencia total de la distancia de seguridad, mascarillas ausentes en muchos casos, con presencia del profesorado que los llamaba para la recuperación y sin advertirlos del cumplimiento de las normas, sin presencia policial como hubiera sido lógico a la entrada. Mal precedente para lo que tiene que venir.

Pero es que además hemos conocido el plan educacional previsto. Clases en Primaria de 8:30 a 11:15 para unos y de 11:45 a 14:30 para otros. Si a esto le añadimos las entradas y salidas escalonadas, se reduce a poco más de 2 horas lectivas la actividad docente. Pero nadie explica la necesaria adaptación de los contenidos educativos en este nuevo horario. ¿Qué se eliminará del currículum?
No sabemos cuántos profesores, ni cuando se incorporarán. Todas las autonomías han contratado ya más profesorado. Melilla no sabe, no contesta.

Quedan en el olvido los comedores escolares, tan necesarios en algunos centros, dada la situación de exclusión social de muchos de nuestros alumnos.

Si a toda esta improvisación y falta de concreción le añadimos la situación preocupante de la pandemia en Melilla, creemos y exigimos que se retrase el comienzo del curso escolar en Melilla hasta que haya una planificación clara y consensuada con sindicatos y Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos.

Hasta que se hayan hecho todos los PCRs del personal docente y no docente. Y se señale la periodicidad de los mismos.

Hasta que haya un Plan de desdoble no matinal, sino de mañana y tarde para que el horario sea el legalmente establecido
Hasta que se contrate como mínimo un sanitario por centro para que coordine las acciones sanitarias del C19.

Hasta que haya una dotación suficiente de material en los colegios. Si las mascarillas son obligatorias, han de ser gratuitas para los alumnos.

Hasta que se tenga en cuenta la problemática de los trabajadores (docentes y no docentes) vulnerables y que se propongan las medidas adecuadas.

Hasta que desde el gobierno de la nación haya un plan claro de cómo se administrarán las bajas en el trabajo de los padres que deban quedar confinados con sus hijos en casa.

Y hasta que se den bastantes más garantías sobre la seguridad de los centros.

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