El presidente del Gobierno de Melilla, Eduardo de Castro, advirtió ayer de que no le va a “temblar el pulso” en cerrar establecimientos por el incumplimiento de las normas anticovid, y aseguró que piensa ejercer la autoridad que ahora tiene, una vez finalizado el estado de alarma. A preguntas de los periodistas, De Castro se refirió de esta manera tras hacerse virales las imágenes de una fiesta ilegal que tuvo lugar en la tarde-noche de este martes en un chiringuito de la Plaza de Armas, en el recinto amurallado de Melilla la Vieja, en la que participaban decenas de personas, muchas de ellas sin mascarilla y sin distanciamiento social.
De Castro valoró negativamente lo ocurrido e informó de que, tras tener conocimiento de lo que estaba sucediendo, activó a la Policía Local llamando a su superintendente y agentes del Cuerpo acudieron al establecimiento para “poner orden”.
El presidente dijo que, si bien el consejero de Salud Pública, Mohamed Mohamed Mohand, ha anunciado que se va a abrir un expediente sancionador, él iba a ser “más claro” y la Ciudad Autónoma va a actuar investigando lo sucedido y comprobando la situación del establecimiento donde estaba celebrándose la fiesta para ver si tiene todo en regla, como las licencias.
“Si hay que tomar una decisión de cierre del local, como en este caso, se va a tomar y de manera inmediata”, dejó claro De Castro antes de apuntar que dicho establecimiento, en principio, no tiene licencia para “formar allí una discoteca”.
Además, de la simple observancia de las imágenes, “se ve que no cumple ninguna medida” establecida en la pandemia, como la distancia a la que deben situarse las mesas o el aforo, que “fácilmente podría triplicarse o cuadruplicarse”, dada la aglomeración de personas y “sin mascarillas”.
“Pagar las consecuencias”
Por todo ello, insistió en su intención de actuar en consecuencia no solo con este local, sino con todos los que incumplan las medidas, aunque eso suponga el cierre de numerosos establecimientos, porque “no se puede consentir” que se sigan dando situaciones de este tipo cuando Melilla sufre un rebrote con más de 200 casos activos en la actualidad.
“Nos estamos arriesgando a que tengamos que confinar la ciudad”, aseveró el presidente melillense que, si bien admitió que la situación económica es “delicada”, también es necesario “poner control”.
“Si la gente no es responsable, tendrá que pagar las consecuencias. No me va a temblar el pulso en ese sentido”, dijo De Castro para argumentar su decisión de “ser determinante en esta situación” una vez que ha terminado el estado de alarma y ha recuperado “la autoridad”.
Presencia policial en los institutos tras detectar a alumnos sin mascarilla
De Castro también se refirió al incumplimiento del uso obligatorio de las mascarillas, algo que él mismo ha podido comprobar en el camino desde su casa hasta el Palacio de la Asamblea, contabilizando temprano a “30 o 40 personas” por el Paseo Marítimo sin llevar este elemento protector.
Por ello, aseguró que se va a incidir en las sanciones por no usar la mascarilla, ya que así se lo ha ordenado al superintendente de la Policía Local para que se aumente la vigilancia en ese sentido y apuntó que, la última vez que pudo ver los datos hace unos días, se había superado el medio millar de sanciones.
En este sentido, De Castro también ha ordenado la presencia de la Policía Local y los Agentes de Movilidad en las inmediaciones de los institutos, ya que se está detectando la presencia de alumnos que van a sus exámenes de recuperación sin mascarilla “como si no pasara nada” y, cuando tienen que entrar en el centro educativo, se la colocan.
