El nuevo reglamento para la recogida de residuos municipales y limpieza viaria de Melilla solventó ayer su último trámite para convertirse en una realidad. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en la aprobación inicial el pasado mes de marzo, poco antes de que empezara la pandemia, esta vez no recibió el visto bueno unánime porque los 10 diputados del PP se abstuvieron.
El cambio de opinión de los populares sorprendió al propio consejero de Medio Ambiente, que antes de la votación celebró que el reglamento fuera a ser aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos, algo que no sucedió al final.
El nuevo reglamento recoge una serie de sanciones para aquellos que no cumplan las normas en cuanto a la limpieza viaria, como los horarios para sacar la basura para depositarla en el contenedor, o arrojar residuos a la vía pública.
