¡Paz y Bien!
Hoy 8 de septiembre señalado en el calendario cristiano como una de las festividades marianas, la Natividad de la Virgen, en Melilla celebramos el día de Nuestra Patrona, la Virgen de la Victoria.
Un patronazgo que comenzó hace siglos, que fue ratificado por los melillenses en 1756 y que, a día de hoy, sigue tan vivo en el corazón de los habitantes de esta ciudad como en aquellas fechas.
Desde hace meses el mundo está inmerso en una epidemia que ya se ha cobrado muchas vidas y parece estar resurgiendo con fuerza en estos días.
Los melillenses siempre hemos encontrado consuelo en Nuestra Señora de la Victoria. A Ella elevaron sus oraciones quienes sufrieron los terribles males en siglos pasados: terremotos, epidemias y otras catástrofes.
Por eso en este día, especialmente dirigimos nuestros ojos suplicantes a la Madre del Cielo. Que nos acoja siempre bajo su Celestial Manto, dándonos el amparo y protección que precisamos:
“Madre de todos los melillenses, atiende nuestras oraciones, oye las plegarias de estos hijos tuyos que con el mayor fervor y devoción, desde lo más profundo del corazón te escriben.
“Virgen de la Victoria, Rogad por nosotros que recurrimos a Vos”
.Plegarias a Nuestra Señora de la Victoria
Eduardo Resa Huerta
Vicario Episcopal de Melilla
Director Espiritual de la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Victoria
Virgen de la Victoria, Madre de Dios y Madre nuestra: Muéstranos a Jesús, camino, verdad y vida de la Iglesia de Melilla y de la Diócesis de Málaga que te invoca como Patrona.
Mantén y acrecienta en los melillenses y en los malagueños la fe cristiana tantas veces combatida en nuestros días por la secularización y el laicismo.
Haznos muy sensibles al dolor causado por el sufrimiento de esta pandemia que nos asola y muy cercanos a todas las formas de pobreza en nuestros hermanos.
Te pedimos por las vocaciones a la vida matrimonial, por el fomento del amor a la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Ponemos en tu corazón la educación de los niños, la formación humana y cristiana de la Juventud, el amor y la fidelidad de los esposos, el cuidado y atención a los ancianos.
Intercede por nuestra Vicaria de Melilla, por toda nuestra iglesia diocesana de Málaga y toda la Iglesia universal, que todos los cristianos crezcamos en la fidelidad al Evangelio.
Concédenos, también, abundantes vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada.
Te lo pedimos a ti, Virgen de la Victoria, modelo de vida cristiana. Unidos a ti llegaremos a la VICTORIA definitiva que Dios nos ha concedido por los méritos de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Mª Piedad Castellano Trevilla
Hermana Mayor de la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Victoria
“Acudimos a ti, Madre de Dios y Madre nuestra, implorando tu intercesión, amparo y consuelo.
Intercede por todos nosotros en estos difíciles momentos que nos llenan de angustia y sufrimiento. Danos el don de la fortaleza y de la esperanza para afrontar las dificultades.
Señora, no dejes de proteger a Melilla, como has hecho desde tu llegada a esta bendita tierra.
" Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios".
Paz y Bien.
Oración a Santa María de la Victoria Novena 2020
Rvdo. D. Francisco Ruiz Guillot
María, que en el momento de la entrega de tu Hijo permaneciste al pie de la Cruz.
Permanece en pie junto a la cruz de tantos hombres y mujeres que en estos momentos difíciles ven peligrar su salud o la salud de sus seres queridos, ven quebrada su estabilidad laboral y económica, y sienten perder el sentido de su humanidad.
María, abrazo y ternura de Dios, haz que pronto podamos sentir el calor de aquellos que se sienten solos y abandonados.
María, mujer de la ternura, cuida la fragilidad de los ancianos y de los enfermos, que viven descartados por una sociedad utilitarista y productiva.
María, virgen de la sonrisa, que todos los niños, adolescentes y jóvenes vivan sus sueños, que nada, ni nadie, les haga vivir en la ansiedad y en la tristeza de los sueños frustrados.
María, unidad en la familia de Nazaret, cuida de todos los matrimonios y de todas las familias, en especial de las más débiles y desestructuradas.
María, madre del Sí, haz que el sí de los sacerdotes de tu Hijo y el de todos los hombres y mujeres que se han consagrado por el Reino, sea un si fiel y permanente en todos los momentos de sus vidas.
Madre de la Victoria, ayúdanos para que tu Hijo, resucitado y victorioso, sea siempre el centro de nuestra historia y reine por siempre en nuestros corazones. Amén.
Súplica a Nuestra Señora de la Victoria
En el actual momento de crisis
Fray Fernando Linares
Dios te salve, Victoria, madre y trono de Cristo victorioso, que acaricia tu rostro. Míranos. Somos aquellos hijos tuyos, seguros y orgullosos.
Míranos ahora, inseguros y miedosos y sin saber cómo tan rápidamente nos han robado la salud y el futuro.
Míranos en nuestra fragilidad presente, y pídele a tu Hijo, para todos, la salud del cuerpo y la fe para seguir tejiendo nuestra historia de paz y de bien.
Gracias, Señora, honor y consuelo de los pueblos.
Gracias, Señora, madre, honor y consuelo de Melilla, que siempre nos salvaste en nuestras crisis. .Amén
Antonio Gutiérrez Molina.
Año de la Pandemia.
"Victoria en alas de plata "
Rosa linda de Melilla,
Faro y luz resplandeciente,
Joyero de joya pura,
Relicario de Tus gentes
Melilla cada Septiembre
te engalana y embellece,
refugio, puerto seguro,
para Tu pueblo creyente.
Reina y Madre de Melilla,
tennos siempre de Tu mano,
así seguros iremos con el Niño,
Hacia Tu lado.
Rvdo. D. Manuel Jíménez Bárcenas
La eucaristía en la parroquia de La Purísima no terminaba hasta que no cantábamos el himno a nuestra Patrona.
Con la preciosa melodía iba el ruego a la Virgen de la Victoria por Melilla y por todos y cada uno de los que vivimos en la ciudad.
Ella, nuestra principal valedora ante el Padre, recoge nuestras suplicas y las eleva al cielo con las notas de ese canto.
¡Que Melilla, siempre anhelante buscando su amor, nunca deje de cantar el himno de Nuestra Señora de la Victoria!
Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima del Rocío
Madre: Tú que siempre estás con nosotros y sabes de nuestras vivencias y preocupaciones, te rogamos especialmente que en estos momentos tan delicados, como Patrona de nuestra querida Melilla, nos protejas, sanes a los enfermos, ayudes a los sanitarios y a todos los que velan por nuestra seguridad en su labor constante de servicio a los demás. No nos desampares!!!
Hermandad del Rocío de Melilla
¡Oh Virgen de la Victoria, Reina, Madre y Soberana de Melilla!
A ti nos encomendamos en nuestras oraciones para que, con tu gracia protectora, nos ampares más que nunca en estos tiempos tan difíciles que nos azotan. Nos acordamos de los que se fueron y por ellos, también te pedimos.
Junto a tu Hijo, haznos obtener una mayor y vivaz fortaleza en la fe para poder seguir teniendo esa esperanza que todos necesitamos en nuestra vida y nunca nos falte.
Madre Nuestra, Madre Buena, a ti te pedimos tus hijos de Melilla.
Esclavas de la Inmaculada Niña, (Divina Infantita), Melilla
Virgen, madre nuestra,
Reina y Patrona de Melilla.
Hoy venimos a tus plantas,
Como un niño que se acerca a su madre
Para implorar tu protección.
El mundo está falto de Dios,
No le interesa en su vida.
Otros hijos tuyos y hermanos nuestros,
Mueren de hambre, de enfermedad,
En la más estricta soledad;
Otros viven sin trabajo,
Sufriendo las consecuencias
Y por eso Madre,
Desde el fondo de nuestra alma
Te decimos:
¡Míralos con compasión,
No los dejes Madre mía!
¡Danos ojos limpios
Que sepan descubrir el rostro de Jesús,
En esos hermanos nuestros.
Un corazón que acoja y ayude sin condiciones.
Extiende tu manto sobre nuestra ciudad
Para que desaparezca esta enfermedad
Que tanto sufrimiento está sembrando en el mundo.
Lo mismo que le diste a Jesús: “hijo no tienen vino”,
No dejes de decirle ahora: Hijo, tus hermanos necesitan,
Su dolor es inmenso.
Virgen de la Victoria
En tus brazos también dejamos a nuestras niñas
Y ayúdanos, no solamente a darles, sino a darnos.
Todo esto y mucho más te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Grupo de “Regulares de Melilla” nº 52
Un año más, este próximo día 8 de septiembre, celebraremos el día de nuestra Excelsa Patrona y Perpetua Alcaldesa, Nuestra Señora de la Victoria.
Un año más, los Melillenses se encomiendan a su Patrona para que les “siga protegiendo con su aliento maternal”, pues en su amor y en ella confían.
Un año más, los Regulares de Melilla, Hermanos Mayores Honorarios de la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Virgen de la Victoria y a la que han acompañado por las calles de Melilla durante muchos años, como unidad de Infantería más antigua de la plaza, confían en nuestra Virgen…para “que en este suelo no haya rencor”, especialmente en un año tan difícil para todos como este 2020, donde esta pandemia que azota el mundo, lejos de separarnos, nos debe unir.
Cofradía de Ntro. Padre Jesús Humillado y María Santísima de la Piedad.
Oh, Madre de la Victoria, te rogamos por la intercesión a tu Santísimo Hijo, nos ilumines y nos dirijas tu mirada piadosa, en estos momentos de pandemia debida a la acción humana, para que recapacitemos y recobremos la sensatez y la humildad, retornando al Camino de la Verdad y la Vida; de modo que reconociendo nuestro pecado de soberbia, con espíritu de arrepentimiento, caminemos por los senderos que nos acercan al Padre u.
Madre de la Victoria, no permitas que nos olvidemos de Ti; que te sigamos amando y que Melilla no se aparte nunca de tu lado.
Fray Fernando Rodríguez Muñoz
Bajo tu amparo y la protección de tu abrazo maternal ¡Oh! Virgen de la Victoria, nos venimos a postrar, suplicándoos nos guardes de todo mal, y en especial en estos momentos de pandemia, te encomendamos a quienes la sufren, a quienes cuidan de los que la padecen y por todos los fallecidos. Amén.
Hermanos de La Salle El Carmen
Virgen de la Victoria,
Madre dulce y bondadosa
A ti nos encomendamos,
Tú que amaste hasta el extremo,
Tú que acompañas en el sufrimiento,
Enséñanos a caminar en estos momentos de tiniebla y oscuridad,
Haznos sensibles a los enfermos,
para ser más responsables
y cumplir las normas de este tiempo,
como manda el Evangelio
cuidando y amando al prójimo.
Que seamos mensajeros de Paz
Para que todos unidos y en comunión con Cristo podamos vencer esta pandemia.
Amén.
S. Juan Bautista de La Salle
(Ruega por nosotros)
Viva Jesús en nuestros corazones
(Por siempre)
Hermandad de la Divina Pastora
Dios te Salve , Victoria Coronada , salud de los enfermos y refugio de los pecadores.
Excelsa Patrona , a la que Melilla aclama como Madre de Dios y Nuestra , vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos.
Intercesora ante el Salvador , cubre con tu eterno manto a esta bendita tierra que te implora como su protectora , para que ayudados con la gracia del Padre podamos superar esta situación que aflige al mundo . Amen
Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Cristo de la Paz
Te saludo mi Reina de la Victoria,
Coronada y Perpetua Protectora.
Te saludo Madre del Creador,
Soberana de todos los Hombres.
Te saludo Madre del Cielo
Reina de todos los Santos.
Protégenos
con tus dones de misericordia.
Ayúdanos
en estos tan difíciles momentos.
Haznos dignos de ser tus verdaderos y auténticos Hijos.
Sea por siempre tu Bendición Protectora Madre de Dios,
Madre Nuestra,
Mi Virgen de la Victoria
Recuerdos de la Virgen de la Victoria
Carlos Rubiales Morales
Congregante
Mañana será un recuerdo, hoy es un deseo que sin duda se verá cumplido, espero, más pronto que tarde. Me refiero al retorno de la sagrada imagen de Ntra. Sra. de la Victoria a su templo, la parroquia de la Purísima en Melilla la Vieja.
Recuerdo aquél sábado 21 de mayo de 2016, cuando, asomando el sol por la línea del horizonte de un Mediterráneo de plata, sonaban las campanas del Santuario anunciando que, la Virgen de la Victoria, la Patrona Coronada, dejaba su templo para, habitar sine die, en la Iglesia del Llano.
Era como un nuevo éxodo, de Belén a Egipto, dominado por las circunstancias. No había rey Herodes, ni amenazas contra el Niño, había habido un terremoto meses atrás y el templo necesitaba ser restaurado.
Numerosos fieles nos congregamos en esa mañana primaveral, que forma ya parte de la historia de nuestra devoción mariana. Nos reunimos junto a la Virgen para que el éxodo fuera lo menos doloroso posible y lo hicimos cantando su Himno, estrenado el 10 de agosto de 1937, compuesto por el director de la Banda de la Comandancia General D. José Beltrán Cervera. Llegados a la Plaza de Estopiñán comenzó el rezo del Santo Rosario, singular Rosario de la Aurora, que se centraba en sus misterios Gloriosos. Misterios que comienzan con la Resurrección de Jesucristo y terminan con la Coronación de la Virgen como Reina y Señora de todo lo creado, Victoria de nuestra fe en la Vida Eterna.
La Real y Franciscana Congregación con el pueblo de Melilla rezaba, junto al Vicario Episcopal Rvdo. D. Roberto Rojo, cada una de las Avemarías que se iban desgranando cuenta a cuenta, mientras el sol, en una mañana espectacularmente despejada, iba tomando posiciones para unirse al rezo.
Fue un camino hermoso, desde la Vieja Melilla hasta el Ensanche. En el rezo acompasado del Rosario parecía que, junto a las viejas murallas se unían a nosotros los melillenses de siglos pretéritos, de los que somos herederos de la devoción por nuestra Patrona.
La imagen de nuestra Alcaldesa Honoraria Perpetua estaba entronizada en unas sencillas andas, que la Cofradía Castrense proporcionó para el evento.
Mientras la Virgen hacía su entrada en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, se volvió a entonar su Himno. La Imagen se situó al lado del Evangelio y se celebró la Santa Misa, presidida por el Vicario Episcopal y concelebrada por los Rvdos. D. Juan Manuel Barreiro, anterior Vicario, y D. Rafael López Cordero.
Han pasado ya cuatro años de aquél día inolvidable y desde entonces la veneración de la sagrada imagen se realiza en el templo sede de la Vicaría, esperando el momento glorioso de que vuelva a su santuario, desde donde seguirá velando por todos nosotros.
