Muchos son los padres y madres que, ante el desbarajuste organizativo de este nuevo curso, tienen muy difícil o casi imposible poder compatibilizar sus trabajos con la educación de sus hijos. Uno de estos colectivos profesionales es el docente. No solo tendrán que trabajar en distintas modalidades y turnos sino que además tendrán que compatibilizarlos con los turnos de sus hijos en diferentes etapas escolares y atendiendo al colegio en diferentes turnos y modalidades. Básicamente, encaje de bolillos tendrán que hacer los docentes de nuestra ciudad para atender no solo a sus alumnos sino que también a sus hijos, y esto hay que recalcarlo ya que muchas veces parece que se olvida que tenemos familia.
Ante este panorama que nos encontramos, algo tiene claro el sindicato CSIF: el Ministerio de Educación tiene la obligación de permitir que sus trabajadores puedan conciliar su vida laboral y familiar. Para ello se había dispuesto que habría unas aulas de conciliación en los colegios diseñadas para cuando los progenitores trabajasen en horario escolar en las que los hijos de docentes tendrían prioridad de acceso a las mismas. Hasta aquí todo parece idílico.
El problema surge cuando el Director Provincial, sin tener claro que disponga de recursos, ha hecho, de forma temeraria, extensible un derecho que tienen prioritariamente sus trabajadores a todos los padres y madres de nuestra ciudad que, desgraciadamente, también tienen este problema. Ha “vendido” que habrá AULAS DE CONCILIACIÓN PARA TODOS, pero parece ser que van a ser insuficientes y que en determinados centros ni se plantean abrir ninguna, debido a la ausencia de espacios. Total que al final muchos centros han optado que PARA NADIE!
El Ministerio de Educación tiene la obligación de priorizar el acceso de los hijos de docentes a esas aulas independientemente del centro al que lleven a sus hijos y TODOS deben poder realizar la conciliación que de momento NO ESTÁ ASEGURADA.
Por otro lado, no van a ser estas aulas la panacea en este caos ya que en ellas el término burbuja deja de tener sentido ya se van a mezclar alumnos de distintas aulas con el peligro que eso conlleva. Si aún quieren más desatino en la organización sólo hay que mirar el horario de clases de 8:30 a 14:30 y el del aula de conciliación, que empieza a las 8:45 y termina a las 2:15. ¿De quién ha sido la genial idea de diseñar un aula que no cubre el horario laboral de sus trabajadores? La situación descrita parece mala…pero puede empeorar un poquito más si algunos centros deciden realizar cambios en los turnos cada 15 días o cada mes.
Con todo esto ¿quién va a poder conciliar? Desde luego, nuestros docentes NO. La opción de contar con los abuelos no es viable ya que son el colectivo más vulnerable de esta pandemia. ¿Qué podemos hacer entonces? ¿Pedir reducción de jornada para atender a nuestros hijos? ¿Sacrificar parte de nuestro sueldo para parchear la conciliación a la que tenemos derecho?
Nuestros docentes una vez más para poder trabajar van a tener que gastar sus recursos propios (dinero y tiempo) para poder paliar el caos organizativo creado por el Ministerio. Somos junto a Ceuta el único lugar de España donde nuestros hijos e hijas de primaria y 1º y 2º de ESO solo van a tener 2:45 horas de clase al día. En vez de buscar espacios y duplicar la plantilla se ha optado por dividir el número de clases al día provocando un caos organizativo muy importante en los centros y por ende a los padres.
Esta es la solución que han planteado nuestro Ministerio de Educación y todo es debido al enorme ratio que se tiene en Melilla, el más alto de toda España, fruto de años sin construcción escolar. Y claro de esos polvos estos lodos. Ahora pagarán los padres la factura de la dejadez e incompetencia de nuestros políticos. CSIF se pregunta ¿qué se está haciendo por parte de la Dirección Provincial para bajar esta ratio?, porque la pandemia pasará pero las altas ratios en Melilla se quedan si no se construye. Hay que construir y para ello reiteramos que hay que ponerse manos a la “obra”, buscar solares, solicitar partidas económica…un largo etcétera que pensamos que no se está realizando.
CSIF quiere hacer ver a la Dirección Provincial que al imposibilitar la conciliación de los padres con la educación de sus hijos, la cadena se va a romper por el eslabón más débil que suele ser el trabajo de las madres y muchas van a tener que dejar sus trabajos creando desigualdades de género. No se nos escapa que este gobierno no para de defender en los medios la igualdad de género como un pilar básico para él y, sin embargo, sus actuaciones no parecen decir lo mismo; más bien todo lo contrario.
CSIF exige que el Ministerio facilite y permita la conciliación de los docentes porque es un derecho de sus trabajadores y si no puede garantizar la conciliación mediante aulas en los centros escolares debe permitir la flexibilización de los horarios o el teletrabajo como hacen en otros ministerios.
