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La primera fuga del interior de la cárcel de Melilla se convierte en un espectáculo surrealista

La considerada como primera fuga del interior de la cárcel de Melilla desde su construcción en 1993 acabó convirtiéndose en un espectáculo surrealista. El protagonista de la acción, un joven reo de 24 años edad de nacionalidad marroquí y con más de 50 detenciones a sus espaldas, fue grabado en varios videos, entre ellos uno cuando acudió al barrio donde residía antes de su ingreso en prisión, el Rastro, donde fue filmado con un móvil contando cómo logró salir de los muros del Centro Penitenciario. En otro video, visiblemente “perjudicado”, explicó que solo había salido de la cárcel para dar un beso a su madre y comer un tallín, antes de regresar a su celda. La huida duró 17 horas después de que la Policía Nacional le detuviera en su barrio. En el video donde explica su “hazaña”, el recluso responde a la pregunta de un grupo de jóvenes al poco de huir a las siete de la tarde. “¿Por dónde te has escapado?” le dice uno de ellos, mientras todos ellos ríen y se saludan: “Por (la zona de) respeto”. “Este es un máquina, ahí lo tenéis” señala otro mientras sigue grabándole: “En preventivos -continúa narrando- había una viga y me he bajado como un columpio” señala mientras gesticula la forma en la que descendió. “Después he salido, encima de la garita, me he enganchado y he saltado para abajo” ha comentado el recluso, antes de salir corriendo hacia el Rastro, su barrio.

En otro video, ya de noche, se puede apreciar que el fugado se había tomado algo que le afectaba incluso a la hora de pronunciar las palabras. Aún sí, intentó justificarse: “Si he salido a la puerta despacito para darle un beso a mi madre, hombre. Qué pasa señor agente. Si he ido a ver a mi madre a darle un beso y como un tallín. Me he escapado y mañana vuelvo” concluyendo la frase con dificultades.

Horas después, poco antes de las diez de la mañana, fue detenido por agentes de la Policía Nacional en el barrio del Rastro sin oponer resistencia.

Tras ser esposado, fue devuelto de nuevo al Centro Penitenciario de Melilla. Se desconoce qué medidas va a adoptar la prisión porque no se ha producido pronunciamiento al respecto. Por el momento, todo parece indicar que será aislado, entre otras cuestiones, como medida de prevención por el coronavirus dado que en su huida tuvo contacto con otras personas, todas ellas sin mascarillas, por ejemplo, a la hora de ser saludado con abrazos tras su fuga.

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Redacción

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