“Dejamos a nuestros compatriotas tirados, dando la sensación de que somos un país débil y pequeño” Me viene a la cabeza una famosa película del año 1966 dirigida por Sergio Leone y protagonizada, entre otros, por el por entonces poco conocido Clint Eastwood: “El bueno, el feo y el malo”. Es, para muchos, el western más famoso de la historia e incluso Martin Scorsese la considera “una obra maestra de la dirección”. En una de sus más famosas escenas, “El Feo” (Eli Wallach) escapa de unos asesinos a sueldo pero es interceptado por tres cazarrecompensas que lo derriban y uno de ellos sostiene un cartel en su cara y le dice: “¿Sabes que tu cara se parece a la de uno que vale 2.000 dólares?; de entre los arbustos aparece “El Bueno” (Clint Eastwood) haciendo volar con su revolver los sombreros de los tres forajidos, que huyen despavoridos, y dice: “Si, pero tú no te pareces al que los va a cobrar”.
Por desgracia el “forajido” Torra (copartícipe de la llegada al poder de Sánchez) sí que va a cobrar, y mucho, de las arcas españolas a las que tanto odia. El expresidente de la Generalitat también podría haber hecho, no desentonando en absoluto, el papel de “El Feo” o el de “El Malo” y otros muchos podrían haber bordado el papel de “El Malo”: Sánchez, la vicepresidenta Calvo, el ministro Illa, nuestro presidente de Castro, todos los miembros de nuestro actual gobierno local, muchos de los actuales miembros del PP local, el invisible “comité de expertos” de Sánchez, los encargados de que se hagan test en puertos y aeropuertos (más bien de que no se hagan…) y un larguísimo etc. Tiene gracia que la vicepresidenta Calvo, en referencia a las protestas de la Comunidad de Madrid por el “confinamiento”, dijese que (la CAM) “acate, sin más comentarios, las decisiones del gobierno”. Se ve que la influencia podemita/bolivariana va calando… la palabra del gobierno es ley y ya no se puede disentir.
Por desgracia, para el papel de “El Bueno” no se me ocurre nadie.
Volviendo al “Feo” y “Malo” Torra, es repugnante que un condenado/inhabilitado que no podrá ocupar ni concurrir a cargo público durante los próximos 18 meses vaya a tener un salario temporal (nada menos que 122.400 euros al año, hasta finales de 2021), una pensión vitalicia (92.000 euros anuales a partir de que cumpla 65 años; ahora tiene 57), una oficina propia con tres personas a su servicio (que nombrará él), dotación para el pago de alquiler y gastos de oficina, un coche oficial con chófer y servicio de escolta de los Mossos d´Escuadra. En el fondo se le ha hecho un favor: ahora cobra sin tener que ir a la oficina (lo de trabajar no ha cambiado, antes no hacía nada y ahora tampoco). En una situación similar estuvo y está el huido Puigdemont.
Hay que darle una vuelta a este tema, que es una de las muchas grietas provocadas por la cesión de competencias a las autonomías. Los condenados no pueden cobrar una vez dejado el cargo (y los no condenados, no deben cobrar esas cantidades que abochornan a la gente normal) y las pensiones (lo mismo habría de hacerse con Senadores, Diputados, etc…) deben ser, como mucho, la pensión máxima. También sería bueno que fuese igual para todo el territorio nacional.
Martes:
Gloria Rojas no da el paso y rechaza el pacto con el PP. En la reunión, que finalmente tuvieron el pasado lunes, la socialista le comunicó a Imbroda (PP) que “no hay posibilidades de un pacto del PSOE con el PP”.
Parece ser que estamos abocados a soportar este gobierno, o algo igual de malo o peor si entra Delgado y sale De Castro, hasta el final. Si el dúo Rojas/Imbroda espera un pacto nacional podemos quedarnos sentados esperando. Se puede aplicar, a las posibilidades del pacto, la frase que dijo Toshack, exentrenador del Real Madrid, días antes de ser destituido: “Es más fácil ver un cerdo volando sobre el Bernabéu a que yo rectifique”.
Miércoles:
Imbroda declaró que ve “bastante hecho” el acuerdo entre CPM y PSOE para desbancar a De Castro de la Presidencia y también que “Aberchán necesita hacer “muchas cosas” para satisfacer una serie de compromisos clientelares muy potentes”. El PP habló con Delgado, el “expulsado” de Vox, y el dirigente del PP local cree que éste “tendrá que respetarlos” (en referencia a los votantes de Vox) y no votar junto a CPM.
Es un poco ingenuo pensar que Delgado, que ha respaldado al gobierno local en todas las votaciones de los últimos meses, no vaya a apoyar a CPM para quitar a De Castro. A Delgado solo le interesa meterse en el gobierno y lo demás (lo que opine Vox y sus votantes o el futuro de Melilla) le da igual.
La delegada del Gobierno anunció el martes, en una declaración sin preguntas, que el miércoles regresaría a Marruecos (como así ocurrió) un primer grupo de 200 ciudadanos marroquíes de los que quedaron varados en Melilla con el cierre fronterizo a causa de la pandemia. Explicó que este regreso se organiza de manera conjunta y coordinada entre los gobiernos de España y Marruecos y aclaró que se llevaría de forma escalonada para evitar aglomeraciones. Comunicó también que habría dos salidas más (el 2 y 4 de octubre) y que podrían regresar a casa todos aquellos que así lo deseen. Buena noticia para los que pueden volver a su país. No se sabe quién ha llevado las negociaciones con Marruecos ni cuáles han sido los términos, pero ya la forma de comunicarlo (sin preguntas) indicaba la incomodidad de Sabrina Moh. Si hay coordinación y negociación, la pregunta lógica sería: ¿qué pasa con los ciudadanos melillenses que están en Marruecos y no pueden volver? La respuesta de Moh es el silencio; lo que pensamos la mayoría es que nos volvemos a bajar los pantalones ante Marruecos y dejamos a nuestros compatriotas (aunque para marruecos sean marroquíes) tirados, dando la sensación de que somos un país débil y pequeño.
Viernes:
Intolerables ataques al Rey de algunos ministros del Gobierno. Como continuación al veto no explicado, salvo unas declaraciones vacías balbuceadas por el ministro de Justicia aduciendo razones de “convivencia” (de risa), a la presencia del Rey en el acto de entrega de despachos de los jueces,
Igual que nos bajamos los pantalones ante Marruecos, lo hacemos también ante los nacionalistas y como ejemplo algunas declaraciones: se vetó al Rey para “velar por la seguridad y la convivencia en Cataluña” (Juan Carlos Campo, ministro de Justicia); Don Felipe “debe evitar la región por prudencia” o “hay una herida abierta en parte de la sociedad catalana por el desafortunado discurso del rey del 3 de octubre de 2017” (Manuel Castells, ministro de Universidades); “la posición de una monarquía autoritaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la Constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible” (Alberto Garzón, ministro de Consumo); “Respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del estado, renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma, actuaciones de la fuerza pública proporcionales. Art.1.2 CE: la soberanía reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del estado” (Pablo Iglesias, vicepresidente del Gobierno).
Vergonzoso, terrible y preocupante que los que nos gobiernan piensen y digan (aún peor esto último, porque ya les da igual todo) estas cosas. Para enmascarar que no hacen nada y que están a los pies de los nacionalistas, se justifica todo: que el Rey no pueda ir a una parte de España porque “molesta”; afirmar que el Rey es el que ha abierto una herida en Cataluña (nos toman por tontos, no será más bien que intenta que los nacionalistas no rompan España); blandir la Constitución (el coletas) a la que siempre atacaba para atacar al Rey; llamar “monarquía autoritaria” a una monarquía que fue ejemplar en momentos difíciles (sucesión, 11-F) y que, como debe ser, tiene un poder mínimo en la España actual, etc.
