El diputado nacional por el Partido Popular, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, antiguo comandante general de Melilla y General de División en la Reserva, concedió una entrevista a MELILLA HOY. Una persona muy amable a la que se le nota voluntad de servicio público. ¿Cómo ves Melilla en comparación con la Melilla que te encontraste al llegar a la ciudad en el año 2008? ¿Notas algún cambio?
Cuando llegué en 2008, había muchos proyectos, mucho dinero de la Unión Europea. Proyectos centrados en la promoción de la ciudad y el turismo. Se buscaba atraer gente de fuera, proyectar la imagen de Melilla por toda España. Noté un cambio ya cuando volví a la ciudad en el año 2014. La disociación del Partido Popular, que dio lugar al partido político PPL fue un ejemplo. Había confrontación que no existía en los dos años que estuve cuando llegué por primera vez en 2008. Me dio pena porque había discordia dentro del mismo sector, gente que había estado dentro del PP, y porque dejé Melilla con una visión positiva, veía unidad, y creía que la ciudad podría seguir avanzando. Cuando volví, por desgracia, me encontré con enfrentamientos y discordia. En el 2018 ya esas disputas se apaciguaron un poco, pero hubo un crecimiento de las actuaciones de Marruecos en el ámbito fronterizo, concretamente en el comercio peatonal transfronterizo (atípico), y los incidentes de inmigración en las vallas y en las islas aumentaron. A pesar de todo, la Ciudad continuaba, había culto a la tradición de Melilla y sus culturas, iniciativas culturales como la ruta de los templos. Ahora tenemos que recuperar eso, si hay algo característico de Melilla es la convivencia entre culturas. Antes había sensación de unidad en un proyecto colectivo, ahora hay demasiada obsesión por no respaldar los proyectos que pueda proponer los adversarios políticos, únicamente por motivos políticos e ideológicos.
¿Qué impresión te llevaste de Melilla al llegar a la ciudad por primera vez?
Me atrajo mucho la gente, la historia y la tradición melillense, además de la Melilla modernista, pero también las posibilidades y dificultades de Melilla. Si bien es cierto que las dificultades son muchas, las posibilidades también lo son. Las dificultadas están derivadas de su situación de ciudad fronteriza y de la falta de visibilidad que Melilla tiene en la península.
¿Cómo se podría mejorar la situación actual en la que se encuentra Melilla?
Creo que Melilla tiene muchas oportunidades. Desde el PP propusimos, entre otras cosas, construir un parador en el acuartelamiento Primo de Rivera. Imbroda tenía ya contactos que vinieron al Ministerio de Defensa para ver si se podía aprovechar el acuartelamiento para hacer un nuevo parador con posibilidad de ser un resort, pero el proyecto quedó adormilado. Lo mismo para la ampliación del puerto comercial, ya teníamos recursos en el presupuesto de defensa para su ampliación. Propusimos también una terminal específica para cruceros en la prolongación del muelle del cargadero, y la ampliación del campus de la Universidad de Granada sobre la base del antiguo edificios de Correos. Pero esto se ha paralizado, únicamente porque son proyectos del Partido Popular. Es preocupante que estos proyectos, completamente necesarios para el desarrollo de Melilla no se implementen atendiendo únicamente a motivos ideológicos y políticos. Ahora más que nunca, teniendo en cuenta las dificultades en el comercio transfronterizo, es indispensable atraer turismo. El campo de golf también es también un atractivo, pero el Gobierno actual ve el campo de golf con distintos ojos. Necesitamos atraer personas de fuera de Melilla, y para eso hay que ofrecer algo atractivo, además de solucionar el problema que supone que los precios del transporte a la ciudad sean tan altos.
En cuanto al Partido Popular de Melilla, ¿cómo lo ves? ¿crees que hacen falta cambios?
Se insiste mucho en que el PP de Melilla tiene que modernizarse, y yo respondo que así es en todas las organizaciones humanas. Siempre hay personas que entran, permanecen, y salen. Yo, sin ir más lejos, soy una reciente incorporación al PP. En cuanto al Partido Popular de Melilla, yo creo que ahora mismo hay proyecto y un buen grupo de diputados en la asamblea, con un conocimiento y bagaje difícil de encontrar en otro partido. Yo veo solvencia profesional y de gestión. Los proyectos del PP son proyectos que dan resultado y que resuelven los problemas reales de las personas, y lo más importante, no creamos problemas ficticios. Todos los demás partidos crean problemas ficticios, desde memorias históricas hasta los inmigrantes que no son bienvenidos, etc. Crean problemas que los ciudadanos no tienen. Los problemas de los ciudadanos son poder ir a la península por un coste asumible, tener ingresos que te permitan vivir dignamente, ver reducida la factura luz, del agua y del transporte público, poder llevar a tus hijos a un colegio, etc.
Te incorporaste a la política recientemente, ¿cómo ha sido tu experiencia?, ¿cómo ha sido la transición del ejército a la política?
Veo que hace falta gente capaz de escuchar los distintos puntos de vista que pueda haber sobre distintas cuestiones. Creo firmemente que la única manera de tener una perspectiva lo más acercada posible de la realidad es escuchar distintos puntos de vista, y eso es algo que el gobierno actual no está haciendo. A mí, personalmente, me gusta hablar con las distintas formaciones políticas, aquí en Melilla y en el Congreso de los Diputados. Lo que sí que me llama mucho la atención es que cuando gobierna la derecha los problemas son responsabilidad y culpa de la derecha, pero que cuando gobierna la izquierda, la culpa y responsabilidad pasa a ser de la clase política, que no se pone de acuerdo.
En cuanto a la diferencia entre la política y el ejército, no he notado diferencia. Yo hago lo mismo que antes: identificar los problemas que entiendo que tiene la sociedad, y buscar una solución a estos.
Cuándo piensas en el futuro, ¿te sigues viendo metido en política?
Me pidieron entrar en política para continuar sirviendo a los ciudadanos. Cuando acabe la legislatura seguiré estando disponible para servir a los españoles: si es en la política será en la política; si no, donde me toque.
