Más de medio centenar de hosteleros se concentraron ayer para protestar contra el cierre de sus establecimientos que ha ordenado a partir de este domingo la Consejería de Salud Pública y denunciar públicamente que se intente criminalizar a su sector. Durante la concentración, que tuvo lugar en la Plaza de España, un representante de los hosteleros leyó un manifiesto en el que el gremio deja claro que las medidas adoptadas “fomentan la clandestinidad” y “no son la solución a la propagación del virus”, el cual “se acomoda en el ámbito familiar” al ser donde “el individuo adquiere cierta relajación”. Durante la concentración, que tuvo lugar en la Plaza de España, un representante de los hosteleros leyó un manifiesto en el que el gremio deja claro que las medidas adoptadas “fomentan la clandestinidad” y “no son la solución a la propagación del virus”, el cual “se acomoda en el ámbito familiar” al ser donde “el individuo adquiere cierta relajación”.
No en vano, el sector hostelero recordó que es en el entorno familiar donde la posibilidad de contagio es más probable “de padres a hijos, de hijos a padres, hermanos, parejas, compañeros y compañeras de trabajo” y, en definitiva, allí donde existen “relaciones cognitivas bastante más frecuentes y situaciones muchísimo más cotidianas que en un lugar público”.
Los hosteleros concentrados consideran que la situación de la pandemia en Melilla requiere actuar, “pero de forma contundente donde se deba actuar”, y abogó por imponer sanciones a aquellos que no actúen en consecuencia, una medida para la que considera que las autoridades deben actuar más en la concienciación que en la prohibición.
Esfuerzo
“Si la concienciación no surte efecto, que se actúe de forma ejemplar y contundente allí donde se deba”, pidieron los hosteleros antes de expresar su rechazo hacia “medidas populistas” que, a su juicio, no sirven de nada, al igual que “las medidas antipaparazzi o neoperiolistos de redes sociales, donde una foto en perspectiva o un vídeo puntual de 5 segundos puede turar por tierra el trabajo de todo un sector”.
No en vano, destacaron el esfuerzo realizado por buena parte del sector de la hostelería en Melilla para adaptar sus establecimientos a la nueva normalidad y no solo adoptando medidas temporales, sino modernizándose y acogiéndose a las nuevas tecnologías de forma permanente.
Así, recalcaron que el gremio de la hostelería ha modificado sus métodos de trabajo, ha intensificado la limpieza y la desinfección de zonas y materiales y ha establecido métodos de control de aforo y de distancia, además de cartas digitales y sistemas de pago automatizado, todo ello para evitar el riesgo de contagio en sus locales.
Por ello, dejaron claro que el sector de la hostelería “ha estado a la altura de la situación en líneas generales” con medidas higiénico-sanitarias que son difíciles de mantener, pero que aún así las está llevando a cabo porque son “esenciales”, al igual que el hecho de conseguir que “el cliente identifique lo que es un recinto seguro”.
Cultura
Otro de los motivos en los que la hostelería centra su rechazo hacia el cierre es que el sector forma parte no solo del día a día, sino también de la cultura española, algo que corroboran los estudios realizados durante la pandemia, según los cuales el 58 % de los ciudadanos echaron en falta acudir a bares y restaurantes durante el confinamiento, y 3 de cada 4 desea que pase la pandemia para acudir de forma más habitual a estos establecimientos.
Además, según dicho informe, presentado por la CEOE, el 73% de los encuestados cree que la hostelería “es poco o nada responsable de los rebrotes”, el 75% opina que el sector se está adaptando con rapidez a la nueva normalidad para seguir dando un buen servicio, y el 90% está dispuesto a ayudarlo y vería con buenos ojos que reciba ayudas para mantener su actividad.
