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El director del centro considera que es “muy complicado” controlar a 150 personas cuando salen de sus clases

La UNED de Melilla suspende las clases presenciales y opta por la vía telemática hasta que la situación mejore

Imagen de la UNED de Melilla que cancela las clases presenciales a partir de este lunes

La UNED de Melilla ha tomado la decisión de suspender las clases presenciales y optar por la vía telemática tanto de los grados como de los mayores de 25 años para la prueba de acceso hasta que la situación mejore en la ciudad. El director del centro, José Megías, detalló que era un riesgo tener a 150 personas ya que dentro del aula sí se cumplen con las normas, pero cuando salen del centro es "muy complicado" de controlar. Los servicios que continuarán abiertos serán la atención al alumno, secretaría, administración y el de préstamos de libros. El director de la UNED de Melilla, José Megías Aznar, explicó a este Diario que ya empezaron las clases el pasado martes 13 de octubre de todos los grados en el centro con un sistema mixto de online y presencial y el curso de mayores de 25 años para la prueba de acceso iba a ser presencial con varias aulas dentro del edificio, pero “no ha funcionado”. Contó que el sonido no era bueno y se podría solucionar con la compra de un proyector nuevo, aunque a los alumnos tampoco les gustaba esta modalidad.

Dentro de las aulas, expuso que los 120 estudiantes estaban repartidos y respetando la distancia, pero cuando salían de clase en los pasillos, patio y la entrada se aglomeraban, en corros, dándose abrazos, saludos, etc. “Cuando salen no podemos ser policías e ir diciéndoles que se separen, tomamos la determinación, les hemos enviado un correo y pasamos a las clases online a partir del lunes”, sostuvo.

Además, cree que “hasta que no baje la curva de contagios en la ciudad que ya vamos por 700 casos positivos en COVID, no nos atrevemos a tener clases presenciales”.

Señaló que no pueden tener a 150 personas todas las tardes en la UNED entrando por la misma puerta, utilizando los mismos pasillos, en espacios de diálogo, etc.

Megías resaltó que han cambiado a las clases telemáticas a partir del lunes y en el momento en el que mejore la situación y esté “a un nivel razonable” se volverá a la presencialidad porque “soy partidario de que el centro tenga vida física, pero hoy por hoy no”.

El sistema está establecido por la UNED Madrid para el sistema online o semipresencial a través de una plataforma llamada INTECA donde se puede entrar con un usuario y contraseña y el tutor habla con sus alumnos y puede impartir las clases desde casa o desde el centro.

También, están viendo si articulan una medida para comprar ordenadores para aquellos que no tengan ordenador en casa, aunque “hoy día es difícil, pero ha venido un alumno y no tenemos ordenadores para prestar porque son de trabajo”. Por ello, en el próximo Consorcio propondrán comprar ordenadores para prestarlos a los alumnos y ahora se buscará alguna medida para garantizar que puedan dar sus clases online.

Los servicios que permanecerán abiertos serán el de atención al alumno, secretaría, administración y el de préstamos de libros. El director recordó que no dan cita previa porque los ordenanzas son los que avisan a los alumnos que llegan para subir a secretaría y hasta que no baje, no puede subir otra persona.

Abierto el curso de dariya
En cuanto al curso de dariya, el director de la UNED explicó que comenzó el martes pasado, pero no han hecho grupos todavía porque esperan a final de mes a que termine el periodo de matriculación que es el 22 de octubre, aunque el centro suele prorrogarlo. Indicó que van a esperar para ver cuanta gente se inscribe porque suele haber 15 o 20 alumnos por aula, no es un grupo muy numeroso, y podrá ser presencial en el aula 10 o en el salón de actos ya que es solo los martes de 17:00 a 18:00 horas. “Aunque si hubiera mucha más gente interesada podríamos hacerlo online”, remarcó.

Respecto a las salas de lectura, Megías quiso dejar claro que el aforo era de 20 personas en cada clase y las últimas normas desde Madrid marcaban que el espacio tenía que estar ventilado, pero no por aire acondicionado, por ello, no pueden abrirlas porque las ventanas están selladas para sellar el ruido de la calle.

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Lorena Japon

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