Melilla inició ayer un periodo prorrogable de 15 días de cierre de la hostelería, medida con la que se completa la puesta en marcha de la última orden de medidas anticovid de la Consejería de Economía y Políticas Sociales, competente en materia de Salud Pública, para frenar el auge de contagios de coronavirus en nuestra ciudad. Sin embargo, la medida empezó con polémica, ya que los hosteleros denunciaron públicamente que se les impidiera servir comida para llevar en sus locales, pese a que aseguran que tenían el compromiso del consejero Mohamed Mohamed Mohand de que podrían realizar su actividad de esa forma. El presidente de la Asociación de Hostelería, Chakib Mohamed, informó en declaraciones a MELILLA HOY de que patrullas policiales acudieron desde las seis de la mañana de ayer a algunos establecimientos que estaban sirviendo desayunos para que su clientela se los llevara.
La propia entidad también dio a conocer los hechos en su perfil de Twitter. “Policía en las cafeterías para decirnos que no podemos servir cafés para llevar. Estamos sirviendo en la calle, a puerta cerrada y nos han dicho que no. Si se puede comprar en cualquier establecimiento, ir a un centro comercial, ¿por qué no podemos servir comida para llevar con recogida en el local? Ese fue el compromiso del consejero de Salud Pública”, afirmó la asociación en la conocida red social.
Según Chakib Mohamed, lo que sucedió ayer fue “un exceso de interpretación” de la orden de Salud Pública recogida en el Boletín Oficial de Melilla (BOME) el pasado miércoles. En esa edición extra del boletín, se anunciaba el “cierre al público de los establecimientos hostelería y restauración”, y dos excepciones: “Únicamente se podrá prestar el servicio de restauración a domicilio, que podrá prestarse hasta las 00:00 horas” y “los establecimientos hoteleros podrán prestar a sus huéspedes las labores de restauración en las horas habilitadas”.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Hostelería insistió en que ayer hubo “una mala interpretación” o “un exceso” de ella sobre esta norma, ya que “el reparto a domicilio solamente lo hacen los supermercados”. “Nosotros, lo que tenemos, es comida para llevar y esa es nuestra línea de trabajo. El servicio a domicilio solo se hace para personas que están imposibilitadas, pero eso es un extra que hace el hostelero”, aclaró Chakib Mohamed.
“Hay que rizar mucho el rizo para llegar a la conclusión de que hay que interpretar la literalidad del BOME. El sector de la hostelería está agredido, perseguido, maltratado, indignificado y criminalizado”, dejó claro el presidente de la asociación que engloba el gremio, que ayer recibió “un aluvión” de quejas de establecimientos donde presentó la Policía para impedirles seguir sirviendo comida para llevar. A su juicio, faltó “un poquito de sensibilidad”.
Contra natura
El presidente del gremio consideró que lo que se pretende hacer, reduciendo la actividad hostelera al reparto a domicilio, “va contra natura”, ya que puede generar un mayor peligro de contagio que el hecho de que el cliente vaya al establecimiento a recoger su comida.
No en vano, Chakib Mohamed recordó que en los establecimientos hosteleros se ha exigido mamparas para separar a los clientes de los trabajadores. “Sin embargo, te permiten la venta a domicilio y nuestros trabajadores no saben a qué domicilio van a ir ni si hay personas contagiadas en él. Pueden entrar en una casa que puede estar confinada, pero no permiten que el cliente llame al establecimiento y recoja su pedido a la hora que se planifique”, explicó.
Pero además de eso, está la discriminación que el gremio hostelero siente respecto a otros sectores comerciales. “No se entiende que pueda ir a un kiosco a comprar un cartucho de pipas, unas golosinas o un paquete de tabaco, o a un supermercado, o a cualquier tipo de comercio, pero que a nosotros no nos puedan llegar a nuestros establecimientos, ni siquiera sin permitirles la entrada al interior porque los servicios se hagan de puertas para afuera”.
Las ayudas
La Asociación de Hostelería de Melilla confía en tener hoy una reunión con la Ciudad Autónoma respecto a otra cuestión que preocupa mucho al sector: las ayudas. El presidente de la entidad que engloba este gremio profesional, Chakib Mohamed, avanzó que han pedido este encuentro, que aún no les han confirmado, para empezar a despejar las incógnitas que tienen sobre las ayudas que podrían recibir.
Una cosa tienen clara los hosteleros, y es que estas subvenciones por el cierre de sus establecimientos deben “amparar y proteger” al sector, al que preocupa sobremanera no saber si pueden acogerse a los ERTE y que en cuestión de pocos días les llega la obligación de varios pagos y “todo junto”, como son los trimestrales, las nóminas y la Seguridad Social.
“Nosotros hemos cumplido nuestra parte y necesitamos que la Administración cumpla con nosotros y tranquilicemos al sector. Si no hay noticias, empezaremos la movilización reivindicativa de nuestros derechos”, advirtió.
