El presidente de la asociación de hostelería, Chakib Mohamed, trasladó ayer tarde a la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, la propuesta de que se abone de forma inmediata las ayudas concedidas a los empresarios en el primer paquete de ayudas covid para hacer frente a los gastos inmediatos a los que se enfrentan con el cierre de los establecimientos durante quince días. Chakib Mohamed mostró su malestar porque aseguró que el sector de hostelería pasa “por muy malos momentos” y decretar el cierre durante quince días no ha hecho sino empeorarla. Explicó que el día 12 mantuvieron una reunión con el consejero de Salud Pública con el que se acordaron nuevas medidas que afectaban al sector de hostelería, con las que combatir el covid. “Las medidas las veíamos razonables, porque era un 50% de cierre, con hasta ocho mesas en la terraza y el cierre a las doce de la noche, pero dos días después nos convocaron de nuevo” para anunciarles la necesidad del cierre total durante quince días.
El presidente de la asociación no entiende que, si en hostelería la mayoría de los empresarios “hacemos las cosas bien, por qué se nos confina”. En esta segunda reunión se acordó con el consejero de Salud Pública articular algún sistema de ayuda económica por parte de la Ciudad para este sector tan duramente castigado, al objeto de poder hacer frente a los gastos que se les presentan y a los que no pueden hacer frente con el cierre.
Ayudas
Lo que defiende Chakib Mohamed, y que fue lo que le expuso ayer tarde a la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, es que se abonen de forma inmediata las ayudas aprobadas tras el confinamiento y que fueron concedidas a empresarios y autónomos y que aún no se han materializado. Indica el presidente de la Asociación de Hostelería que con ese dinero podrían hacer frente a los gastos que se les presentan en este cierre de quince días, mientras se pone en marcha la anunciada tercera línea de subvenciones para el sector de Hostelería.
También comentó que logró arrancar ayer tarde el compromiso del consejero de Salud Pública de que se facilitará a los establecimientos de hostelería poder elaborar encargos que los propios ciudadanos podrán ir a recoger. No se entendería, señala, que se ponga trabas a establecimientos que se dedican a la restauración que no puedan elaborar platos para llevar como ocurre con hamburgueserías y pizzerías. El acuerdo alcanzado es que se establecerá un sistema, a detallar en estos días, para permitir a los melillenses acudir a recoger sus encargos evitando aglomeraciones y respetando al máximo las normas sanitarias.
La coordinación del presidente y el consejero de Salud Pública
Por su parte el presidente de la Confederación de Empresarios (CEME), Enrique Alcoba, dejó de manifiesto que la hostelería no es culpable de la situación actual porque han estado haciendo “un buen trabajo y el descontrol que hay fuera de los locales, en la calle, es lo que ha ocasionado la situación que estamos viendo de contagios y pacientes en UCI”.
Alcoba trasladó ayer en el encuentro que mantuvo con Eduardo de Castro sobre las nuevas medidas anticovid y para conocer que hoy se reúne la comisión de seguimiento de la pandemia en la que toma parte CEME, lo que vienen demandando desde el mes de abril: coordinación.
“En una situación extrema como la que estamos, debería existir un consenso entre todos los partidos políticos para sacar adelante las ayudas y sacar la ciudad adelante, pero vemos por diversas circunstancias que no puede ser, pero sí queremos y necesitamos que el Gobierno de la Ciudad vaya muy unido y las medidas que se tomen no confundan a nadie y sean todas con las mismas directrices”, apostilló. Dejó patente que es necesario además “que haya coordinación entre los miembros del Gobierno de la Ciudad, porque da la sensación de que el consejero de Salud Pública y el presidente no están muy coordinados, y esa sensación de incertidumbre que se nos da a los empresarios y los melillenses no es buena”.
Respalda Alcoba la postura de la asociación de hostelería en el sentido de que no hubiese sido necesario llegar a un cierre total de la hostelería, sino a un 50% como en otras comunidades, y añade que se podrían adoptar otras medidas previas al confinamiento como un toque de queda.
Justifica esta idea alegando que, si los comercios cierran a las ocho de la tarde, los establecimientos de alimentación a las diez, si se ha suspendido la actividad cultural y deportiva y la hostelería permanecer cerrada, “entendemos que un toque de queda en casa de once de la noche a seis de la mañana sería más efectivo” evitando que la gente deambule por las calles organizando fiestas privadas o botellones. Tiene claro que “o todos somos responsables o esto irá a más”.
