El Gobierno de Melilla anunció ayer que decretará el confinamiento perimetral de la ciudad si no se consigue “doblegar la curva” de la COVID-19 esta semana, lo que conllevaría la imposibilidad de entrada y salida de la población, salvo casos extraordinarios, y también afectaría a las relaciones interpersonales en el ámbito de Melilla. En rueda de prensa, el consejero de Salud Pública, Mohamed Mohamed Mohand, dio a conocer esta medida tras mantener contacto con la Secretaría de Estado de Sanidad, que “está en situación de intervenir de forma inmediata la ciudad si la situación no se corrige y la situación continúa como hasta ahora”.
Mohamed Mohand dejó claro que la situación de Melilla “es considerablemente crítica” y los datos “no son esperanzadores”, ya que la incidencia acumulada “crece continuamente” y el número de contagios aumenta con una “pendiente disparada hacia arriba” hasta llegar a 890 casos activos tras registrar 210 contagios entre el viernes y el domingo.
Además, Melilla sigue superando el 25 % de positividad en las pruebas PCR realizadas y la ocupación hospitalaria y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) ha tenido “un rebrote importante” este fin de semana, llegando a la ocupación de 40 camas y 5 pacientes en la UCI.
El consejero, que admitió que ni los datos ni la situación son buenos, recalcó que la presión hospitalaria es “considerablemente difícil de asumir”, ya que Melilla cuenta con un Hospital Comarcal que está “cerca de su límite”.
No obstante, recordó que Melilla aplicó a finales de la semana pasada un paquete de medidas “ambicioso”, con el objetivo de reconducir la tendencia, si bien aclaró que los resultados no se podrán ver hasta dentro de una semana.
Por ello, anunció que a Melilla le esperan “días muy difíciles” y “una semana terriblemente complicada”. “Esta semana será clave, fundamental para ver cómo evoluciona la situación”; aseveró.
“Preconfinamiento”
Esa es la razón por la que instó a esperar a que pase esta semana para decidir si en Melilla se decreta ese confinamiento perimetral, aunque incidió en que la ciudad ya se encuentra en “una situación de preconfinamiento” por las medidas que ya han entrado en vigor, como el cierre de la hostelería, la actividad cultural y la limitación a seis de los grupos, entre otras.
“El núcleo social de Melilla está paralizado”, dijo el consejero, que volvió a hacer un llamamiento a la responsabilidad individual y colectiva. “Es indispensable la participación del conjunto de los ciudadanos para revertir la curva”, dijo el consejero, que les animó a que llamen la atención a quien vean que no cumple normas básicas como el uso correcto de la mascarilla.
“Lo fácil hoy sería dimitir”
No obstante, también puntualizó que no va a responsabilizar a la gente porque todos tienen “parte de culpa” en los datos de la pandemia que sufre hoy la ciudad y “la principal responsabilidad recae sobre el Gobierno de Melilla y Salud Pública, principales encargados de la salud de los melillenses junto al Ingesa”.
Tras reconocer que en la gestión realizada podría haber errores, al igual que aciertos, descartó dimisiones ahora porque “sería lo fácil” y “la situación requiere que actuemos con la máxima responsabilidad que se nos exige”.
El consejero aprovechó para dar a conocer una nueva campaña de concienciación a través de anuncios de TVM.
