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Más de 500 de coches se suman a la caravana en apoyo a la hostelería que defiende que no es responsable del rebrote de la pandemia

Más de 500 vehículos tomaron parte en la caravana

Más de 500 vehículos, según fuentes policiales, se sumaron ayer a la caravana de automóviles convocada por los empresarios del sector de hostelería que se sienten “perjudicados injustamente” por las medidas dictadas para evitar la propagación del covid y con las que, según interpretan, se les responsabiliza del rebrote de los contagios cuando afirman que no es cierto. Señalan que el cierre al que han sido obligados traerá consigo despidos y el de muchos locales no vuelvan a abrir, por lo que hacen una contrapropuesta a las autoridades, como establecer un toque de queda, al tiempo que piden que se elabore un plan integran de rescate de la hostelería melillense. Unos minutos antes del inicio de la caravana se dio lectura a un manifiesto bajo el lema “La Hostelería no es el virus, somos parte de la solución”, con el que los hosteleros convocantes dejaban patente su malestar porque se les haya obligado a cerrar sus establecimientos dentro de las medidas anticovid.

Esfuerzos
Los empresarios aseguraron que desde el inicio de la pandemia el sector se ha venido adaptando, “realizando importantes esfuerzos e inversiones” para cumplir las “estrictas medidas” sanitarias y restricciones de aforo, distancia social y horario que se han ido dictando en la lucha contra la pandemia. Consideran que estas medidas han señalado “injustamente a la hostelería como el foco de los contagios, lo que es incierto”, generando un “daño económico incalculable que de prolongarse en el tiempo provocará el cierre de un buen número de empresas y la pérdida de miles de puestos de trabajo”. Los hosteleros melillenses, que advierten que ya se están produciendo despidos y que algunos locales no volverán a abrir, denuncian que el suyo ha sido el sector
que “más ha contribuido a la lucha contra el Covid19 y el que más se ha adaptado a la nueva realidad”. De hecho, se ha realizado “un sobre esfuerzo por higienizar nuestros locales, que no tiene parangón en ningún otro sector o actividad, de forma que, desde mayo hasta julio, el número de contagios en Melilla fue insignificante a pesar de que toda la hostelería estaba abierta”.

A pesar de estas condiciones restrictivas, han seguido trabajando “con una enorme responsabilidad, siendo consciente y estando tan interesado como otros sectores en que no hubiese retrocesos en la evolución de la pandemia”. Consideran que ha sido durante el verano, con una relajación en las medidas preventivas, entre las vacaciones, viajes, encuentros familiares, fiestas, botellones y un menor uso de la mascarilla, cuando “se ha incrementado poderosamente el número de contagios”.

Por ese motivo no entienden que en vez dictarse nuevas restricciones “ante el gran rebrote que sufre Melilla y para seguir superando la crisis económica brutal instalada en nuestro sector, la Ciudad Autónoma decretase un cierre total de todos los establecimientos hosteleros”. “No se ha demostrado ni justificado una relación causa-efecto entre la actividad de estos establecimientos y la evolución de los contagios y nadie ha aportado ningún dato en este sentido”, apostillan.

Recuerdan que la hostelería en Melilla ocupa directamente a miles de trabajadores en más de 300 establecimientos hosteleros, e indirectamente a otros miles de empleos del sector de alimentación y comercio, por lo que el cierre total “está causando graves daños en nuestra ya debilitada economía local”.

Dejan claro que no van a consentir que se criminalice a este sector “utilizándonos de cabeza de turco, haciéndonos responsables de los contagios cuando los rebrotes se han producido fuera de nuestros locales, y, de hecho, a pesar del cierre, los contagios siguen aumentando”. Se recuerda que la Asociación de Hosteleros y todo el gremio “hemos ofrecido toda la colaboración posible para ayudar y colaborar en la lucha contra la pandemia”, al tiempo que han aportado alternativas al cierre. Apelan a la responsabilidad de las autoridades y les trasladan varias iniciativas a aplicar.

Propuestas
Así, proponen la aplicación de un toque de queda o confinamiento parcial en toda la Ciudad desde las 23:00h hasta las 07:00h; y el cierre del sector de la hostelería desde las 22:30h hasta las 07:00h, excepto el servicio de comida para llevar y reparto a domicilio que permanecerá abierto hasta las 00:00h.

También, una limitación de aforo del 55% en interior y 75% en exterior. Límite aplicado a mesas y con un máximo de 6 comensales por mesa. Distancias de seguridad entre mesas. Obligatoriedad de colocación de dispensadores de gel antiséptico en entradas y salidas de los establecimientos y uso obligatorio de mascarillas excepto cuando se esté consumiendo en mesa.

El uso obligatorio de mascarillas de todo el personal; desinfección de mesas y sillas antes y después de su uso; desinfección general según protocolo Covid19; clausura de los que incumplan gravemente las restricciones; y prohibición inmediata del botellón y organización de eventos privados.

El Gobierno de la Ciudad y la Delegación del Gobierno “saben que en estos momentos el foco de los contagios no está en los establecimientos hosteleros y, sin embargo, la mayor parte de las medidas restrictivas y prohibitivas se centran injustamente en nuestro sector”, se quejan.

Dejan claro que si la Ciudad, “en aras pretendidamente, de salvaguardar la salud pública una serie de medidas de restricción o cierre de nuestros locales no puede abandonar a su suerte a estas pequeñas empresas” y es que desde el cierre total del gremio y hasta la fecha “no se ha cumplido con ninguna de las promesas de ayudas locales al sector”.

Por todo ello demandan a la Ciudad y a la Delegación del Gobierno “un plan integral de rescate de nuestro sector” que apunte en varias direcciones: la prolongación de los ERTES, una prórroga y la introducción de un período de carencia en la devolución de los ICOs, una cobertura legal que permita la renegociación de los alquileres de los locales sin posibilidad de desahucio, la reducción del IPSI, una ayuda directa y sin burocracia a los autónomos y una ayuda extraordinaria a las empresas en función del número de trabajadores o del histórico de facturación para hacer frente a una serie de gastos fijos durante el período en que no puedan desarrollar normalmente su actividad, y ayudas directas de PROMESA para la adaptación de los locales en materia de seguridad e higiene por el Covid19.

Los hosteleros temen que el cierre se mantenga sine die has que se dé la vuelta a la curva de contagios, algo que consideran injusto. Con un llamamiento al apoyo de todos los melillenses y a la unidad de todos frente al covid-19, se inició la caravana de automóviles que partió desde la rotonda de Barrio Chino, para recorrer, haciendo sonar el claxon, distintos barrios de la ciudad antes de llegar a la Plaza de España donde se dio por finalizada la protesta.

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J.A.M

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