Triste liderato para nuestra ciudad: Melilla es la región de España con más casos de covid por habitante. Una situación que ha sorprendido a muchos, sobre todo teniendo en cuanto que, en la primera ola de la pandemia, la que fue de marzo a junio, nuestra ciudad siempre estuvo entre las autonomías con menos casos de coronavirus e incluso encadenando semanas con cero afectados por la nueva enfermedad.
Los brotes que se registraron en lugares estratégicos -clave fue lo ocurrido en el CETI-, la salida y llegada de pasajeros del aeropuerto y puerto y sobre todo los encuentros masivos sociales, tipo cumpleaños, reuniones familiares o botellones, podrían estar detrás de estas cifras que han colocado a Melilla al frente de la tabla clasificatoria, tanto de camas de UCI como, desde ayer, comandando la lista de contagios por habitante.
Si nos retrotraemos al inicio de lo que se llamó la nueva normalidad, con el fin del estado de alarma el 21 de junio, recordar que Melilla entró en esta nueva etapa, tras las distintas fases, de cero a tres casos activos de Covid-19 en el primer día, ninguno de ellos hospitalizado y con dos fallecidos entre finales de marzo y principios de abril: una mujer de 43 años y un hombre de 64.
Con esos tres nuevos positivos, Melilla se situaba en el inicio del verano con 127 positivos acumulados desde que comenzó la pandemia. Sin embargo, desde agosto las cifras no han parado de subir hasta que en el mes de octubre, los positivos por jornada han llegado en algunos días a ser casi los mismos que los cuatro primeros meses de la crisis del coronavirus.
Todo ello llevó ayer a Melilla a ser la región donde más contagios se han registrado en España en términos relativos, y también la que mayor presión hospitalaria sufre por el ingreso de pacientes infectados tanto en planta como en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Además, nuestra ciudad sigue siendo la segunda con mayor tasa de positividad en las pruebas PCR, un ranking que no lidera, como los otros dos, porque Ceuta tiene peor registro en este sentido.
Esos 127 casos que se registraban el 21 de junio se han convertido cuatro meses después en 2.543 casos activos, tras producirse 2.416 en este cuatrimestre.
Los números marean y lo peor de todo es que las medidas adoptadas hasta ahora, como el cierre total de la hostelería o la reducción del horario comercial, no han surtido efectos. Ahora se ha endurecido, con el toque de queda que impera desde el domingo y a partir de la noche de este jueves la restricción de los viajes en barco y avión solo a casos de fuerza mayor.
Veremos a ver cómo transcurren estas nuevas medidas, pero de momento lo que está originando es un gran malestar entre los sectores afectados, por el daño económico que les está ocasionando tantas restricciones.
Siempre hemos defendido que se ha de conjugar la salud pública con la economía porque si se descuida más de la cuenta cualquiera de los dos, los daños pueden ser terribles. Las medidas que se adopten deben medir el impacto que pueden tener porque, de lo contrario, el destrozo que se puede ocasionar puede ser mayor que el beneficio que se pretenda.
