En los últimos años la incineración, como alternativa al entierro tradicional tanto en sepultura como en nicho, ha venido experimentando un paulatino incremento hasta el punto que en estos momentos el 60% de las inhumaciones que se llevan a cabo en la ciudad son cremaciones, y según las previsiones en el plazo de tres años la cifra alcanzará el 80%. Está claro que la incineración sigue ganando terrero en Melilla a lo que ha venido siendo el entierro tradicional tanto en suelo como en nicho, según apuntó a este Diario Mariano Carralero, administrador del Cementerio cristiano de la Purísima Concepción. No en vano señala que más del 60 por ciento de las familias se decantan por este servicio como destino final de los restos de un ser querido. Lo que buscan, tanto los que apuestan por la cremación como los que eligen la inhumación tradicional, es dar la mejor de las despedidas a ese ser querido que se ha marcado y siempre seguirá vivo en nuestros recuerdos.
Cremaciones
Según Mariano Carralero, el número de fallecimientos en la ciudad ha crecido ligeramente este año, y es que si la media anual suele rondar los 330 o 340 óbitos, en los últimos doce meses la cifra ha crecido hasta llegar a los 365, lo que supone una media de un fallecimiento al día.
Añade que este incremento se ha dejado notar también en las incineraciones, y es que “durante el mes de octubre se han realizado más de 25 cremaciones, lo que es todo un récord y la lleva es que llevamos dos meses en los que se realizan más incineraciones que entierros en nichos o en suelo”, asegura.
Mariano Carralero tiene claro que esta tendencia “irá a más” y es que de hecho el 60 por ciento de las inhumaciones que se llevan a cabo en el camposanto cristiano son incineraciones. “La gente lo pide más, puede porque les resulte más cómodo porque así se pueden llevar la urna de las cenizas. Sigue creciendo y de hecho hay días que he tenido que realizar hasta tres cremaciones”, señala.
Según sus previsiones y en función a la experiencia, estima que en el plazo de tres años la incineración alcance no sólo el 80% de las inhumaciones, sino que en menos de un lustro se llegue al 90%.
Servicio Municipal
Explica que, al ser un servicio municipal, hay que abonar sólo 133 euros. "Es el servicio de incineración más barato de todo el país. En el resto de España al ser privado, el coste puede llegar a ser de hasta 800 euros, según me han contado algunas familias que incluso me han mostrado la factura de fuera", dijo.
Recurrir a la incineración no encarece en demasía el coste de un entierro, que suele ser de unos 2.300 euros los más baratos o hasta los seis mil euros en el caso de los más costosos. A este precio habría que añadir los 133 euros de la incineración y el precio de la urna para las cenizas que no supera los 70 euros.
“La incineración la piden tanto para gente joven como para gente mayor y ya no hay tanto tabú a este tema”, dijo. Carralero detalla que el proceso dura unas cuatro horas, pero si hubiese una segunda o incluso una tercera incineración ese mismo día, la duración se acortaría en una hora en cada caso, porque el horno habría alcanzado la temperatura óptima para su trabajo.
Ampliación del camposanto
Apostar por la incineración permitirá también al camposanto cristiano poder disponer, al menos durante dos años, de espacios suficientes para entierros tradicionales. Calcula Mariano Carralero que con la media de óbitos anual de entre 330 y 340 y la disponibilidad de unos 700 espacios libres en nichos y suelo, el cementerio dispondría de tres años a lo sumo para operar sin problemas.
Por ese motivo, la Consejería de Medio Ambiente tiene previsto llevar a cabo la construcción de nuevas galerías de nichos que aumentarían la capacidad del cementerio cristiano, recurriendo para ello al patio nuevo que se habilitó en la ampliación que se realizó hace algo más de una década en el propio recinto.
