Los melillenses fueron un querer y no poder en el Polideportico Pumarín, yendo durante prácticamente todo el choque por detrás en el marcador. El gran encuentro del escolta letón Andris Misters (19 puntos y 19 de valoración) y un esperanzador tercer cuarto no les resultó suficiente a los de Alejandro Alcoba para poder por fin estrenar su casillero de victorias. El Melilla Sport Capital Baloncesto deberá esperar, al menos, una jornada más para intentar estrenar su casillero de victorias, tras perder ayer frente al Liberbank Oviedo por 82-76, encajando así su tercera derrota de la temporada.
El arranque del conjunto melillense resultó un auténtico espejismo, ya que comenzaba inaugurando el electrónico con un triple de Mathieu Kamba, pero seguidamente, en apenas tres minutos, encajaba un contundente 14-0, obligando a Alejandro Alcoba a solicitar un tiempo muerto. Este parón pareció dar sus frutos, ya que los azulones -de blanco ayer- fueron reduciendo la desventaja hasta situarse a solo uno (18-17), tras un 0-9 de parcial. Este primer cuarto concluía con un tiro libre de Kabasele y con una canasta de Frey (21-17).
En el segundo asalto, las cosas no mejoraron para los visitantes, siempre por detrás en el marcador con diferencias que oscilaban entre los tres y los siete puntos, y que se mantenía a flote gracias fundamentalmente a la aportación ofensiva de Alec Wintering, autor de siete puntos en este segundos diez minutos. Con 40-33 en el luminoso del Polideportivo de Pumarín se marchaban los jugadores del Melilla Sport Capital Baloncesto a los vestuarios.
El tiempo de descanso no sirvió para cambiar la dinámica ni el guion del encuentro, con un equipo ovetense muy concentrado y metido en el partido y que supo jugar en todo momento con el resultado a favor. Además, el inicio del tercer acto fue desolador para los de Alejandro Alcoba, que recibían un 7-0 de salida que disparaba a los asturianos en el electrónico (47-33), con poco más de dos minutos jugados. Otra vez les tocaba a los melillenses ponerse el ‘mono de trabajo’ para intentar acercarse y llegar con vida al último periodo.
Y así fue. Los azulones, con un inspirado Andris Misters bien secundado por Sergio Llorente, comenzaron a rebajar la distancia, pasándose de un 51-40, a 3’33”, a un 51-47, a menos de dos minutos. De aquí al término de este acto se produjo un intercambio de canastas, que benefició al decano que se situó a únicamente dos justo a la conclusión del cuarto (55-53), con un lanzamiento de tres convertido por Kamba.
En el cuarto asalto, y con todo por jugarse, los de Alejandro Alcoba empezaban anotando y de este modo empataban el choque, siendo la segunda ocasión en el encuentro que no se veían por detrás en el electrónico, tras el 0-3 inicial. El Liberbank Oviedo no se descompuso y volvió a dar otro arreón para colocarse seis arriba (61-55).
La verdad es que en este periodo las defensas se vieron superadas por los ataques, algo que se vio reflejado en el parcial del mismo (27-23). Esta mejora en el acierto de cara al aro por parte de ambos conjuntos era aprovechado en unos momentos por los visitantes para estrechar al máximo el luminoso (66-65, a 5’34”) y en otros por los locales para despegarse un poco en el marcador (72-65, a 5’).
Pasado el ecuador de este acto, los de Natxo Lezkano tomaron de nuevo claramente las riendas del choque, llegando a disponer en varios instantes de una máxima ventaja de nueve puntos (80-71), la última vez a falta de escasamente dos minutos para el final.
Javi Marín, con un triple, y Lorenzo Cugini, con un tiro de dos anotado, daban algo de aire a los de Alcoba (80-76, a 59”), pero Oliver Arteaga, ex del decano, certificaba la victoria de los asturianos con la última canasta de la contienda, que servía para establecer el definitivo 82-76.
