La llegada irregular de inmigrantes a Melilla sigue una tendencia descendente desde que se produjo el cierre de los pasos fronterizos con Marruecos. En los primeros 10 meses del año, nuestra ciudad acumula un 70,4% menos de entradas irregulares respecto a las del mismo periodo de 2019. Pese a no estar operativas las fronteras terrestres desde hace siete meses y medio, Melilla continúa registrando un goteo de entradas, llegando a 314 en total en este tiempo. Según el Balance de Inmigración Irregular que publica con una periodicidad quincenal el Ministerio del Interior, entre el 1 de enero y el 31 de octubre, Melilla ha contabilizado un total de 1.292 entradas, prácticamente todas por vía terrestre, salvo nueve, que fueron por mar.
La cifra contrasta con la que había a estas alturas del año en 2019, cuando la frontera entre España y Marruecos en Melilla estaba abierta con normalidad. Entonces, se había producido la llegada de 4.368 inmigrantes de manera clandestina, es decir, 3.076 más que ahora. Como es habitual, la vía terrestre aglutinaba la mayor parte: 3.890, frente a las 478 que se habían producido vía marítima.
De ahí el descenso de casi un 70,5% de las entradas en general a nuestra ciudad. Diferenciando los métodos de acceso, las llegadas por mar es el que ha tenido una bajada más notable, de un 98,1% concretamente, es decir, 469 menos.
Por tierra, en cambio, la reducción no ha sido tan drástica, pero también es muy notable: un 67% menos, con una diferencia negativa de 2.607 respecto a 2019.
1,5 entradas diarias
Pese al cierre fronterizo decretado desde hace algo más de siete meses y medio, el goteo de entradas irregulares de inmigrantes a Melilla no cesa y son ya 314 las que se han producido en este tiempo, 9 de ellas por mar y el resto, por tierra. Esto supone una media de una entrada y media en los 232 transcurridos desde que el 13 de marzo, el país vecino cerró las fronteras.
