El expresidente de Vox en Melilla, Jesús Delgado Aboy, expulsado de la formación a principios de este año y, desde entonces, aunque mantuvo su acta de diputado sin estar adscrito a ningún grupo, podrá votar en las comisiones después de que la Cámara lo haya aprobado este viernes con el respaldo de los tres partidos del Gobierno y del propio afectado. El PP, grupo mayoritario de la Cámara, y el único diputado de Vox que quedó tras la expulsión de Delgado Aboy, pidieron sin éxito que el asunto se quedara sobre la mesa por considerar que la propuesta del Gobierno es “una chapuza” porque pretende reconocer este derecho al diputado no adscrito sin antes haber modificado el Reglamento de la Asamblea.
Ambas formaciones defendieron que la propuesta del Ejecutivo da lugar a una “infrarrepresentación” del diputado de Vox porque, mientras Delgado Aboy podrá asistir a partir de ahora con voz y voto a todas las comisiones como diputado no adscrito, el parlamentario de Vox, Javier Da Costa, solo podrá hacerlo en la mitad.
Así, ambos recordaron que Da Costa, desde la desaparición del grupo Vox por la salida de Delgado Aboy, que mantuvo su acta de diputado, comparte el Grupo Mixto con el diputado de Cs, Eduardo de Castro, que es presidente de la Ciudad Autónoma, de modo que cada uno de ellos tiene asignadas la mitad de las 10 comisiones.
PP y Vox dejaron claro en la sesión plenaria celebrada ayer que no se oponen a que al diputado no adscrito se le reconozca el derecho de tener voz y voto en las comisiones, ya que así lo establece el Tribunal Constitucional en una sentencia, pero insistieron en que ello no debe derivar en una sobrerrepresentación como, a su juicio, va a ocurrir con la propuesta del Gobierno.
Por ello, tanto el portavoz popular, Miguel Marín, como el diputado de Vox, abogaron por una reforma del Reglamento de la Asamblea para que la figura del diputado no adscrito quede regulada en la normativa de la Cámara y, además, otorgar un mes de exposición pública para que la ciudadanía pueda presentar alegaciones, un derecho que “se está hurtando a los melillenses”, advirtió el PP.
“Incongruencia”
La vicepresidenta primera de la Asamblea, Dunia Almansouri, rechazó estos argumentos, calificándolos como “incongruentes”, y dejó claro que no atender la sentencia del Tribunal Constitucional supondría una vulneración de derechos fundamentales porque esta se encuentra “por encima de cualquier reglamento”.
Además, recordó al diputado de Vox que hay una ponderación de los votos en la comisión, de forma proporcional a la representatividad en la Asamblea, de manera que el voto del diputado no adscrito valdrá un 4 % frente al 8 % del Grupo Mixto, donde se encuentra Da Costa junto a De Castro, dado que “las personas somos unidades enteras, no nos podemos cortar en cachitos”.
Por ello, puntualizó que Da Costa “no tiene una representación inferior” y, de hecho, subrayó que el Grupo Mixto de la Asamblea tiene el mismo sistema de votación que el del Congreso de los Diputados, regulado por una Ley Orgánica. También le recordó que puede asistir a todas las comisiones con voz y hacer constar en acta su sentido del voto en el pleno en aquellas que no tenga asignadas.
“Las comisiones son preceptivas, pero no vinculantes”, insistió Almansouri, que en cualquier caso, se mostró abierta a buscar otra alternativa cuando se modifique el Reglamento de la Asamblea para que se desarrolle de manera “correctamente detallada” la figura del diputado no adscrito, algo que “se ha pasado por alto” en las anteriores reformas.
“Apoyar el transfuguismo”
Los argumentos de la vicepresidenta no convencieron al diputado de Vox, que afirmó que “parece que se apoya la figura del transfuguismo” y pidió votar en todas las comisiones, como podrá hacer el diputado no adscrito.
Además, se preguntó de qué le vale tener un voto que vale un 8 % en unas comisiones, si en otras tendrá “un 0 %” por estar asignadas al otro miembro del Grupo Mixto, Eduardo de Castro. Almansouri, sin embargo, le respondió que si todos los diputados votaran en las comisiones, entonces estas no existirían, sino que directamente solo habría plenos.
Otra de las quejas del diputado de Vox fue que el Gobierno haya dado “celeridad” a este asunto en plena pandemia del coronavirus, que está afectando a la sociedad melillense. “En vez de estar gastando tiempo en eso, lo gastamos en esto, que puede ser abordado en otra ocasión”, lamentó Da Costa.
“Por la puerta de atrás”
Tampoco se conformó el PP, que acusó al Gobierno de estar modificando el Reglamento “por la puerta de atrás, a martillazos, de manera apresurada, con imposiciones y de manera manifiestamente ilegal”, con una “chapuza tanto en el fondo como en la forma”, y con una fórmula que “pisotea el Reglamento y el derecho de los melillenses a participar”.
De igual modo, Marín consideró que la ponderación del voto que se había planteado por parte del Ejecutivo es “errónea” y con la propuesta que se estaba haciendo, el Grupo Mixto queda “mal resuelto”.
La vicepresidenta primera de la Cámara acusó entonces al PP de estar “defendiendo blanco y negro a la vez” porque es como defender que el diputado no adscrito tiene derecho a votar, “pero hoy no, mañana”. Asimismo, rebatió a Marín: “Chapuza es su intervención”.
