El PP consideró ayer que el Gobierno de Melilla “ha hecho el ridículo de una manera total” después de que en el Pleno de la Asamblea celebrado este viernes decidiera retirar del orden del día el último punto, sobre el contrato para la gestión del vertedero de inertes, algo que ocurre por segunda vez en apenas dos meses. En declaraciones a los periodistas, el diputado local del PP Manuel Ángel Quevedo recordó que el pasado 2 de septiembre, el Ejecutivo melillense ya hizo lo mismo cuando elevó al Pleno de la Asamblea el pliego aprobado en julio con el voto en contra de los populares, que defienden que dicho contrato debe ser asumido por la empresa pública Remesa.
Quevedo consideró “insólita” esta situación no solo en la historia de la Ciudad Autónoma, sino también en la del resto de autonomías y ayuntamientos y, a su juicio, supone que el Gobierno rechaza su propio pliego porque por dos veces “desestima votarlo” pidiendo su retirada del orden del día.
No en vano, señaló que el pasado 2 de septiembre, en el anterior pliego, el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, alegó su petición de retirada al señalar que quería introducir una serie de modificaciones, si bien en el texto que se elevó al Pleno este viernes, dos meses después, que también fue retirado, “no se había cambiado ni una coma ni un punto”.
“Son su propia oposición”
El exconsejero de Medio Ambiente apuntó que ello “evidencia de qué forma está gestionando el Gobierno de Melilla” no solo este asunto del vertedero de inertes, sino “cualquier otro tema” y, fundamentalmente, los contratos relativos a la pandemia y los que son considerados de emergencia.
“Esto es un Gobierno que no le hace falta oposición. Ellos mismos son su propia oposición de lo mal que lo hacen. No hace falta que les digamos nada porque ellos mismos tiran por tierra los propios pliegos que presentan”, sacó como conclusión el diputado popular, que insistió en hablar de “desgobierno absoluto” por una forma de gestionar “sin pies ni cabeza”.
En cualquier caso, el PP considera que el pliego presentado por el Ejecutivo no se debía aprobar, y de hecho pensaba votar en contra, porque entiende que contiene una serie de errores y requiere un cambio de planteamiento, pues al vertedero de inertes le quedan apenas tres años de vida útil.
Así, Quevedo explicó que, según los informes técnicos, el vertedero de inertes de Melilla habrá que cerrarlo no más allá de 2023 porque estará lleno, si bien el Gobierno regional había planteado un contrato de gestión de esta infraestructura para el periodo 2021-2024.
Remesa
Por ello, la postura del PP es que la gestión del vertedero de inertes no debería salir a contratación para que sea asumida por una empresa privada, sino que debería ser la empresa pública Remesa la que se haga cargo de forma directa en estos últimos años de vida útil, habida cuenta que “no se trata de una situación normal”.
Según apuntó Quevedo, en estos últimos años de gestión del vertedero hay que programar su cierre y sellado, y organizar los elementos medioambientales como las regeneraciones, reforestaciones y plantaciones en la zona.
Además, será necesario buscar un nuevo vertedero de inertes donde los melillenses puedan depositar las tierras y otros productos que salen de las excavaciones para no parar el sector de la construcción en la ciudad, como los residuos de hormigones, morteros, etcétera.
