Joan Casares ha tomado el testigo de Guillermo López Belmonte y se ha convertido en el nuevo presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) en la que buscará colaboración “permanente” por parte de la Dirección Provincial de Melilla. La Federación exige a la Consejería de Salud Pública o la de Educación que informen de cuáles son los datos de las aulas confinadas en Melilla ya que la comunidad educativa está de acuerdo en que sería más útil que estar preguntándole a padres o leyendo bulos en redes sociales además de que consideran que la correcta información les hará tomar “buenas decisiones”. Joan Casares, presidente de la FAMPA Melilla, dejó claro que la falta de información les hace tener “problemas” ya que incluso salió el director provincial, Juan Ángel Berbel, dando unas declaraciones sobre que no había clases confinadas y esa cuestión “ha molestado a muchos padres porque en la práctica si hay aulas confinadas donde no acuden ni los niños ni los profesores ya que tienen que guardar la cuarentena”.
Señaló que había padres “muy molestos” porque “todos sabemos lo que nos jugamos, la incidencia es pequeña, pero sí que existen casos porque es imposible no tenerlos”. De esta forma, considera que “no tener aulas confinadas es dar una falsa sensación de seguridad porque si cierra un colegio significa que todo funciona y no sería extraño cerrar muchas aulas o un colegio, pasar la cuarentena y volver a abrir”.
Hizo hincapié en que los padres están en un periodo “de madurez y conocimiento” en el cual saben que existen un riesgo, se tiene miedo, pero lo vencen porque “saben que es necesario para el bienestar de los niños y su educación, la conciliación y para mantener la economía local”.
En esta línea, expuso que si se cierran los colegios, se perjudica “mucho” a la economía y cree que “solo a un nivel estatal cuando se determine un confinamiento domiciliario, se podría considerar, pero en países como Reino Unido, Alemania o Francia no se da esa circunstancia cuando están confinados.
Casares aseguró que el nivel de transmisión “no es que no exista, es que es bajo, sabemos que hay un riesgo, pero es admitido, al igual que si estamos confinados hay que salir al mercado, comprar ya que el riesgo cero no va a existir nunca”.
Asimismo, remarcó que hay un grupo de padres que se mueven en redes sociales y WhatsApp que piden que “no los tomen por tontos porque se les ha mentido diciendo que no hay aulas confinadas”.
La FAMPA pide a la Dirección Provincial que se hagan públicos los datos porque hay un responsable COVID de cada colegio que manda un informe diario que va al Ministerio, compila los datos de todos y los envía a Sanidad.
El presidente de la FAMPA afirmó que la información “veraz y efectiva” les ayuda a tomar “buenas decisiones” y si hay miedo, existe un brote o un aula confinada, se pueden tomar precauciones porque “tenemos el derecho de tomarlas, pero si no existe o es un bulo no porque la mala información te lleva a malas decisiones”.
“Sale el director provincial y dice erróneamente que no hay aulas confinadas, cuando en ese momento había en el Juan Caro dos aulas de Primaria confinadas, y en el Leopoldo Queipo también”, dijo.
La FAMPA no entiende por qué tiene que haber “tanto oscurantismo” en este tema cuando saben “lo que nos jugamos todos los días y es absurda esta situación de desinformación”.
“Queremos colaborar con el Ministerio”
Joan Casares se ha convertido en el nuevo presidente de la FAMPA de Melilla ya que la Asamblea con todas las AMPAS con el COVID-19 no pudieron celebrarla y en Junta se decidió que fuera Casares, aunque faltaba la confirmación del Ministerio de Educación. Aún así, aseguró que quieren hacer una Asamblea cuando la situación sanitaria mejore en la ciudad por si alguien se quiere presentar o conseguir los apoyos para el cargo.
Señaló que las AMPAS están conformes con la decisión que ha tomado la Junta ya que se trata de una “época muy mala y no es momento para presidencias vacías porque estamos viviendo una situación muy compleja”.
El presidente explica que se ha cambiado la dinámica de la anterior presidencia porque antes había “mucho enfrentamiento” con el Ministerio y quiere que en esta nueva etapa haya una colaboración, “de buen ambiente y buen trato” con la Dirección Provincial de Melilla y con el director provincial, Juan Ángel Berbel.
